miércoles, 10 de febrero de 2016

Relajación y estrés‏

Las técnicas de relajación tienen notorios efectos psico-físicos, ¿cómo es ello posible? ¿Cuál es el vínculo entre la relajación física y la emocional? Aún sin la intención de tranquilizarse, una persona que simplemente relaja sus músculos comienza a notar también como reacción automática, una creciente distensión emocional. Profundicemos hoy un poco más sobre los efectos de las técnicas de relajación y nuestra respuesta global ante el estrés.

"Póngase cómodo y cuando esté listo cierre los ojos. Tome una respiración profunda, respire tranquilamente, respire en paz. Sienta cómo su cuerpo se relaja más y más, desde la cabeza a los pies, mientras con cada inhalación entran nuevas energías y con cada exhalación salen sus preocupaciones."


De esta manera suelen comenzar los ejercicios de relajación. Se le pide a la persona que respire profundamente, controlando la inhalación y exhalación, enfatizando también en la respiración abdominal, acompañando luego con alguna palabra o mensaje que ayude a serenarse como "paz" o "todo está bien". Es muy común que se sugiera imaginar algún sitio tranquilo y bello, donde el sujeto pueda sentirse a gusto y a salvo, como una playa o un campo.

Hace unos días compartía en las redes sociales, una técnica de relajación basada en el método que el Dr. Edmund Jacobson publicó en 1929 y que es aún uno de los más empleados en tratamientos psicológicos. La relajación muscular progresiva publicada por el médico estadounidense, consiste en contraer de forma voluntaria varios músculos del cuerpo como los de los brazos y piernas, y una vez que están tensos se libera la tensión lo más posible. Este contraste, permite a la persona devenir más consciente de la diferencia entre su cuerpo tenso y relajado.

Nuestro organismo está genéticamente programado para reaccionar ante las situaciones que percibimos como amenazantes. Tanto los cambios en el cuerpo como la vivencia psicológica de estar en peligro, integran la misma reacción. Respondemos a estímulos reales o imaginarios con una única respuesta que tiene una parte física y otra emocional.

Los síntomas físicos no sustituyen a los mentales. Por ejemplo, si pensamos que estamos en peligro y notamos que nuestro corazón late mucho más rápido, lejos de sentirnos más tranquilos nos preocupamos más, creándose así un círculo. La buena noticia es que podemos romperlo.

Es imposible estar nervioso y tranquilo a la vez. Si se está de una manera no es posible estar de la otra. Si bien requiere cierta práctica conquistar la capacidad de relajarse voluntaria y rápidamente, esta inversión de tiempo posibilita enfrentar exitosamente varias situaciones estresantes y temores. 

La relajación es frecuentemente relacionada con la meditación. Ambas han sido aprovechadas e investigadas científicamente. Sin embargo no son lo mismo aunque tienen ciertos puntos en común. Implican serenidad, concentración de la atención y un manejo beneficioso de los pensamientos. 

lunes, 8 de febrero de 2016

El tercer ojo

Todos tenemos al menos tres ojos, uno dentro de la cabeza


La glándula pineal en el cerebro humano tiene la estructura de un ojo, cuenta con células que actúan como receptores de luz, como lo hace la retina; una estructura comparable a la de un vítreo, sustancia de tipo gel entre la retina y el cristalino del ojo, además tiene una estructura similar a una lente.

Los científicos todavía están aprendiendo mucho sobre el cuerpo pineal, conocido tanto en el espiritualismo oriental y la filosofía occidental como el asiento de la conciencia humana. Creencias orientales también sostienen que, en otros planos de existencia, los ojos pueden verse por todas partes del cuerpo, mientras que la ciencia occidental está lentamente llegando a entender el cuerpo pineal como un tercer ojo.
Durante muchos años, los científicos reconocieron las similitudes entre la glándula pineal y los ojos. En 1919, Frederick Tilney y Luther Fiske Warren escribieron que las similitudes mencionadas anteriormente demuestran que la glándula pineal se formó para ser sensible a la luz y, posiblemente, tener otras capacidades visuales.
Más recientemente, en 1995, el Dr. Cheryl Craft, director del departamento de biología celular y neurobiología en la Universidad del Sur de California, escribió acerca de lo que llama el “ojo de la mente”.
“Debajo de la piel en el cráneo de un lagarto se encuentra un ‘tercer ojo’ sensible a la luz, que es el equivalente de … la glándula pineal, revestida del hueso y secretora de hormonas en el cerebro humano. La glándula pineal humana niega el acceso a la luz directa, pero al igual que el ‘tercer ojo’ de la lagartija, muestra una mayor liberación de su hormona, la melatonina, durante la noche. La glándula pineal es el “ojo de la mente”, escribió.

Un haz de fibras nerviosas lo conecta a la comisura posterior, otra parte del cerebro que todavía no se entiende bien.
En la década de 1950, los investigadores descubrieron la capacidad del cuerpo pineal para detectar la luz y para producir la melatonina según la cantidad de luz que detecta, de esta manera, se controlan esencialmente ritmos importantes en el cuerpo, además de que afecta a los sistemas de reproducción e inmunológicos. El cuerpo pineal se pensaba que era inoperante, pero este descubrimiento mostró que en realidad tiene una función importante.
En mayo de 2013, se hizo otro descubrimiento que podría cambiar la forma en que el cuerpo pineal se especifica.
Se encontró que el cuerpo pineal de una rata produce N, N-Dimethyltryptamine (DMT), el cual tiene una amplia presencia en los seres orgánicos y que todavía no se comprende bien. Algunas personas ingieren DMT para inducir experiencias psicodélicas a menudo caracterizadas como intensamente espirituales.
Dr. Rick Strassman realizó una investigación clínica aprobada por el gobierno de EE.UU. en la Universidad de Nuevo México en la década de 1990, inyectando a voluntarios humanos con DMT, él llama al DMT la “molécula del espíritu”.
El estudio que confirmó la presencia de DMT en la glándula pineal de la rata se llevó a cabo en la Universidad de Michigan por el Dr. Jimo Borjigin y en la Universidad Estatal de Luisiana por el Dr. Steven Barker. Esto fue parcialmente financiado por la Fundación de Investigación de Cottonwood, encabezada por el Dr. Strassman y que apoya la investigación científica sobre la naturaleza de la conciencia. Fue publicado en la revista Biomedical cromatografía.

NO TE PREGUNTES DE DÓNDE VIENES, RESPÓNDETE DÓNDE ESTÁS


La respuesta es ¿dónde estás?, ni de dónde vienes ni a dónde vas. El pasado, ya sea hace un minuto, ayer, hace 15 años o 20 vidas, está todo Aquí, disfrazado con otros rostros, con otros nombres, con otros cuerpos, con otros tiempos…
Es lo mismo. No hace falta que hagas una regresión a épocas ya caducadas, que analices tu infancia ni que alguien que no sabe nada de ti te lea un futuro que es desconocido para todos.Todo lo que buscas se halla en tu interior.
No son las situaciones, no son las experiencias, no son las personas, no son los países, no son los trabajos, no es “la cosa”, es lo que Sientes. Y lo que sientes, todo, está dentro tuyo. La eternidad mora en tu corazón. Jamás se ha ido y jamás se irá. Tu sabiduría es infinita, sólo tú la puedes recordar. 
Sabemos que no sabemos nada aunque sepamos mucho y aún así seguimos queriendo saberlo todo. Buscamos en cualquier lugar una respuesta que nos salve de nuestra duda existencial, de ese para qué estamos aquí. Y no la hallamos porque no creemos que pueda ser tan fácil, porque lo fácil, lo sencillo es sinónimo de falso. Eso es lo que hemos aprendido y con eso nos hemos quedado.
La simpleza del vivir para vivir, del existir para existir y del amar para amar no nos convence. Tiene que haber algo más, algo mejor, algo con lo que mi mente pare, descanse, como si la mente estuviera diseñada para “no pensar”. No lo hace porque no somos capaces de Aceptar, sea lo que sea. La cuestión es que sea de otra manera de lo que es, de que seamos diferentes de lo que somos.
Queremos resolver los misterios de la humanidad desde sus principios cuando ni siquiera somos capaces de averiguar qué nos hace felices, y cuando lo hacemos, pocos se atreven a actuar. Para no dar ese paso hacia lo desconocido, eso que tanto nos atemoriza, nos distraemos en la búsqueda externa de mil fantasías, de mil ilusiones, de mil historias que forman parte de la historia, de seres de otras galaxias que nos salven o nos destruyan (según convenga), de mentiras que fueron verdades y de verdades que serán mentiras, de civilizaciones que se ahogaron, de pirámides que solas se elevaron.
La Vida está sucediendo Ahora en su totalidad y no lo comprendemos porque estamos mirando Fuera lo que sólo podemos ver Dentro. Y ya se puede repetir este mensaje un millón de veces que seguimos ciegos, no somos conscientes o no queremos entenderlo para no responsabilizarnos de ella y tomar esas decisiones de las que tanto huimos. Al final, es una cuestión de valentía. Ni despiertos ni dormidos ni espirituales ni terrenales. O lo hago o no lo hago, punto. O me atrevo a cambiar, a cortar, a dejar, a soltar o no lo hago. Pero tenemos tanto miedo a Sentir esa frustración que nos lleve a sentir “que no valemos” que evitamos a toda costa hacer algo diferente, dar un paso adelante, por mucho que lo deseemos, por mucho que lo soñemos.
El “camino correcto” lo estamos andando desde que nacimos. No hay otro más que el que ya estás transitando. Ni medias vueltas ni desvíos ni errores ni equivocaciones ni positivos ni negativos ni buenos ni malos ni oscuros ni sombríos. TODO ES EL CAMINO. No hay otras direcciones que tomar. Sólo una, la tuya.
Dolor, sufrimiento, tristeza, muerte, caos, soledad, miedo, ira, rabia, apegos, culpas, vergüenzas, ansiedades, depresiones, todas forman parte de la Vida y no son ellas las que te amargan, es el significado que les das, el rechazo que les plantas en la cara, tu lucha constante para eliminarlas, tu interpretación de lo que está bien y lo que está mal sentir, de lo que es la paz, de lo que es la felicidad, de lo que “debería ser” la Vida.
Y cuando no sentimos lo que creemos que tenemos que sentir para llegar a lo que creemos que es la iluminación, al ser “buenas personas”, entonces nos condenamos y nos castigamos a través del dolor emocional. Y vuelta a seguir buscando respuestas en el mismo lugar del que acabamos de salir magullados, heridos y desolados.
Si hasta ahora no ha funcionado, ¿por qué seguimos insistiendo?
No te preguntes de dónde vienes, respóndete dónde estás. El Presente te está regalando siempre ese Amor que no encuentras. Mira a tu alrededor. Es perfecto. Eres perfecto.

Escucha tu Silencio,

sabrás qué es lo que estás callando


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