viernes, 8 de enero de 2016

PRESENCIA

         Cuando el amor está Presente ningún pasado o                                         futuro hace sombra


¿Cuánto tiempo, a lo largo del día, estás presente, consciente de todo aquello que sucede en tu cuerpo, en tu mente, en tu interior, a tu alrededor?

Nos paseamos por la vida con el piloto automático puesto desde que suena el despertador. No saboreamos la comida ni disfrutamos de la ducha, caliente o fría, no nos maravillamos ante un amanecer ni nos permitimos el lujo de ser mojados por la lluvia, ésa gran sanadora que tanto nos limpia.

Nos dedicamos a sobrevivir en lugar de a vivir, a nadar contracorriente en lugar de a flotar en el río, a querer lo que no poseemos en lugar de a valorar lo que ya tenemos, a competir en lugar de a colaborar, a condenar en lugar de a respetar, a luchar en lugar de a conciliar.

Casi siempre vamos con el paraguas abierto para protegernos “de”. Casi siempre de la mano de nuestros miedos. Casi siempre guiados por la prisa. Casi siempre preocupándonos, pocas veces responsabilizándonos.
Nos miramos como si estuviésemos ciegos, sin vernos. Cuando nos abrazamos, nos tocamos la piel pero no el alma. Al besarnos, nuestros labios  se rozan pero no se apasionan. Practicamos sexo pero hacemos el amor muy poquito.
¿Qué nos ocurre? ¿Cuándo nos olvidamos de existir, de bailar, de reír, de disfrutar, de cantar, de ser, de sentir, de amar?

“El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas:
si hay alguna reacción, ambas se transforman”
-Carl Gustav Jung-

Y para que ese encuentro se produzca tenemos que estar aquí y ahora, donde las cosas pasan pero no de largo, donde nuestros corazones laten cada uno a su ritmo pero en el mismo instante, donde dejamos de oír para empezar a escuchar, donde las respuestas vienen sin interrogantes, donde las palabras se las lleva el viento porque el silencio lo dice todo, donde los vacíos están llenos de presencia, donde tú y yo nos convertimos en nosotros.
Es entonces cuando los pasados y los futuros se ausentan,
las sombras se desvanecen, 
el reloj se para y el amor se muestra.

Las heridas sólo se abren cuando metemos el dedo en la llaga y lo hacemos muy a menudo a través de nuestros pensamientos, de nuestros recuerdos. No podemos controlar lo que surge pero sí podemos decidir no darle fuerza, dejarlo volar, no apegarnos a ello, no identificarnos con una historia que ya “no es” y que, además, está contada por la voz de nuestras creencias.
Una cosa es sentir el dolor y otra aferrarnos a él o rechazarlo. Aquí es cuando el sufrimiento toma el mando, moviéndonos como meras marionetas, de un ayer a un mañana, mientras el hoy se queda esperando a que bajemos de esa montaña rusa a la que nos hemos subido sin hacer cola.

“Queremos huir tanto de nosotros mismos
que acabamos perdidos en un mundo sin sentido”

Estamos tan poco acostumbrados al amor, a amarnos, a que nos amen, que en cuanto vemos que se acerca le cerramos la puerta en las narices. Es tal la intensidad que sentimos y la luz que desprende que no somos capaces de mantenernos en “nuestro sitio”.
Y nos alejamos de lo que en esencia somos creyendo que así no sufriremos tanto cuando ésta es la única razón por la que no estamos en paz, con nosotros y con aquellos que nos rodean.

Es la ignorancia de lo que es el amor lo que provoca nuestros miedos. Y son nuestros miedos la causa de nuestra infelicidad.

El amor es presencia y si no estamos presentes no estamos amando.

Para amar(nos) tenemos que conocer(nos) y para conocer es necesario escuchar, observar, percibir, aceptar y estar. Y para poder realizar esto, nuestra mente no puede viajar continuamente a otros lugares.
¿Cómo voy a amarme si no sé cómo soy? ¿Cómo voy a amarte si no sé cómo eres?
Estaría amando una ilusión, un espejismo, un personaje inventado, una proyección de mis necesidades.
Y al caerse el disfraz es cuando “no eras como creía”, “se nos rompió el amor de tanto usarlo” o “es que has cambiado”, cuando lo que en realidad ha ocurrido es que no la conocías porque en ningún momento te “paraste” a verla como de verdad era.
Presencia. No hace falta nada más.

Cuando el amor está presente en ti

ningún pasado o futuro puede hacerte sombra


Emma Amme
http://regresoalhogar.com

jueves, 7 de enero de 2016

SEIS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

1.  Adopta la dieta antiinflamatoria

La dieta antiinflamatoria no es un programa para perder peso (si bien puede ayudarte a hacerlo) o un plan de alimentación temporal. Es una guía para toda la vida cuyo propósito es contrarrestar la inflamación crónica, que ahora se sabe que tiene un lugar importante en el desarrollo de enfermedades cardiacas, muchos tipos de cáncer y la enfermedad de Alzheimer. Una mala alimentación tal vez sea lo que más contribuya con la inflamación crónica. La dieta antiinflamatoria puede ayudarte a corregirla, ya que te muestra elecciones de alimentos que pueden ayudar a mantenerte en un estado de salud óptimo.  Además de evitar la inflamación, la dieta te dará energía continua y te brindará todas las vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, así como la fibra dietética que necesitas.

2. Sé inteligente con lo que comes entre comidas

Comer entre comidas durante el día es buena idea, ya que puede ayudar a mantener estables los niveles de energía y de azúcar en la sangre, lo que nos hace estar de mejor humor, ser más productivos, y controlar el apetito de manera más eficiente. Pero si estás tratando de bajar de peso o comer de forma más saludable, esa bolsa de frituras que tienes a la mano puede sabotear tus esfuerzos.
Los alimentos procesados tienen demasiadas calorías, grasa que no es buena y carbohidratos, además de demasiada sal y una gran cantidad de aditivos. En lugar de eso, planea qué comerás entre comidas con tiempo y asegúrate de siempre tener alimentos saludables a la mano: frutas frescas o deshidratadas; semillas sin sal (pistachos, nueces de la india o nueces); sabrosos quesos naturales y chocolate amargo con por lo menos 70 por ciento de sólidos de cacao. Y no olvides guardar los restos de las comidas saludables que prepararás.

3. Ponte serio con los ejercicios de respiración

Las técnicas sencillas de respiración son una alternativa a los medicamentos para ayudar a reducir tu frecuencia cardiaca, tranquilizar un corazón agitado, o asentar un sistema digestivo alterado.  La respiración adecuada influye directamente en los estados de ánimo y las emociones.
Cuando estás alterado, respiras con rapidez, de manera superficial e irregular, pero no hay manera de alterarte cuando tu respiración es lenta, profunda, tranquila y regular. Al principio, los efectos son sutiles, pero serán más fuertes conforme repitas los ejercicios. Ya sea que quieras atender problemas de salud o relajarte y reducir el estrés, haz que éste sea el año para aprender y practicar estas técnicas de meditación.

4. En forma: Considera tener un entrenador personal

Si en verdad quieres hacer el compromiso de estar en forma el año que viene, un entrenador personal puede ayudarte a comenzar de la manera adecuada. Un estudio de la Universidad McMaster de Canadá encontró que a la gente que comienza a ejercitarse le va mucho mejor cuando tiene un poco de ayuda profesional.
Si planeas fortalecer tus músculos (¡y deberías!), necesitarás un entrenador para aprender la forma correcta para que no te lastimes. Si puedes pagarlas, las sesiones de entrenamiento semanales te mantendrán motivado y te asegurarás de que el entrenamiento sea el adecuado para tu edad y nivel de acondicionamiento físico. Si no puedes pagar sesiones semanales, paga una o dos para diseñar un programa. Cuando hayas alcanzado tus expectativas iniciales, programa otra sesión de entrenamiento para establecer nuevas metas.

5. Date tiempo para tomar té

Tomar té verde puede mejorar tus niveles de colesterol, así como ayudar a protegerte contra el cáncer y las infecciones bacterianas. La diferencia entre el té verde y el té negro, con el que estamos más familiarizados, radica en la preparación: ambos vienen de la misma planta, Camellia sinesis, pero para hacer té negro, las hojas deben someterse a un proceso de oxidación que las oscurecen. Este proceso acaba con algunos de los compuestos benéficos del té, como los polifenoles llamados catequinas. El té verde no está fermentado, lo que quiere decir que contiene más catequinas. Pero no pienses en tomar té sólo para poder tomar estos compuestos saludables. Aprende a agradecer la sutil fragancia del té verde de buena calidad y usa el tiempo en el que tomas té para relajarte, meditar y para darte un respiro del estrés del día.

6. Ayuda a otros como voluntario

Las organizaciones que proveen servicios siempre agradecen el dinero que les donan, pero ofrecer tu tiempo, en especial si puedes sacar provecho de tus talentos o habilidades únicas, es más satisfactorio. Puedes ser voluntario para alimentar a las personas sin hogar; ayudar a personas con enfermedades terminales, y ayudar a limpiar el medio ambiente. Dona ropa y otros artículos que ya no uses. Busca formas de ayudar a aquellos cercanos a tu hogar: lleva comidas a albergues, ofrece transporte a los ancianos o vecinos con alguna discapacidad y ayuda a los niños a estudiar o lee para ellos. No sólo te concentres en las necesidades de los extraños. También busca formas de ayudar a amigos y miembros de tu familia.


Dr. Andrew  Weil

 *Republicado por cortesía de DrWeil.com
para The Chopra Center

miércoles, 6 de enero de 2016

TODOS SOMOS LOS REYES MAGOS DE NUESTRA VIDA

No podemos esperar que vengan 3 Reyes Magos de Oriente o que nos toque la lotería para solucionar nuestra vida porque nosotros somos los verdaderos magos y artífices de ella.

Todos seguimos una estrella, que es nuestro destino, todos iniciamos una travesía hacia lo desconocido, todos podemos hacer felices a los demás sin incienso, mirra o regalos, y todos hacemos magia.

Es la magia de utilizar mejor nuestra mente con pensamientos positivos y constructivos, con visualizaciones y meditaciones

Es la magia de cuidar nuestra salud para tener energía y desarrollar todo nuestro potencial
Es la magia de elegir la actitud que tomamos ante las circunstancias de la vida
Es la magia de seguir nuestra voz interior y hacernos los sordos ante las zancadillas externas
Es la magia de no perder la esperanza ni el norte
Es la magia de apreciar lo invisible en la vida
Es la magia de vivir consciente y responsablemente y no sobrevivir
Es la magia de llevar a la práctica que cambiando yo cambia el mundo
Es la magia de la pura energía del Universo que generan nuestras 50 billones de células
Es la magia de descubrir que somos seres espirituales con infinitas posibilidades