viernes, 23 de octubre de 2015

El observador silencioso del presente



Cuando tu conciencia se dirige hacia fuera surgen la mente y el mundo. Cuando se dirige hacia dentro alcanza su propia Fuente y regresa a casa, a lo No-Manifestado. Más allá de las formas de vida existe la Vida Una, eterna y omnipresente. Yo suelo llamarla Ser: es tu esencia misma, puedes acceder a ella inmediatamente como el sentimiento de tu propia presencia. Por eso solo hay un pequeño paso entre la palabra Ser y la experiencia del Ser. No trates de entenderlo. Solo puedes conocerlo dejando la mente en silencio, cuando estás presente, cuando tu atención está plena e intensamente en el ahora.
La libertad comienza cuando te das cuenta de que no eres el “pensador”. En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior. Entonces te das cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento solo es una pequeña parte de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes –la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna– surgen de más allá de la mente. Empiezas a despertar.

La única verdadera liberación es que puedes liberarte de tu mente. Empieza por escuchar la voz que habla dentro de tu cabeza. No juzgues ni condenes lo que oigas. Pronto te darás cuenta de que la voz está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento, surge  de más allá de la mente. A medida de que profundizas en este reino de la No-Mente vas alcanzando el estado de conciencia pura, te lleva más allá de lo que pensabas era “tu identidad”.

Aprende a no identificarte con tu mente, que no es únicamente el pensamiento, incluye también las emociones y las pautas de reacción inconscientes. En cuanto eres capaz de observarlos, ya no estás atrapado por ellos. Contempla el pensamiento, siente la emoción, observa la reacción. No las conviertas en un problema personal. Entonces sentirás la presencia misma, serena y observante, que está detrás de tus contenidos mentales: el observador silencioso.

La presencia es la llave de la libertad, de modo que solo puedes ser libre ahora. Emplea tus sentidos plenamente y centra tu atención en el ahora; no te preocupes por el fruto de tus acciones, mantente atento a la acción misma, el fruto ya vendrá cuando corresponda. En cuanto tu atención se centra en el ahora, sientes presencia, quietud y paz.

La intranquilidad, el descontento y la tensión surgen como consecuencia de juicios innecesarios, resistencias a lo que es y la negación del ahora. Lo inconsciente se disuelve cuando lo iluminas con la luz de la conciencia; dondequiera que estés mantente plenamente presente. Haz morir el pasado cada momento, no lo necesitas.

Es bastante común que la gente se pase toda la vida esperando para empezar a vivir. La espera es un estado mental. Significa básicamente que quieres el futuro y no quieres el presente. Cuando esperas estás creando un conflicto inconsciente entre tu aquí y ahora y el futuro proyectado. Esto reduce mucho tu calidad de vida, obligándote a perder el presente. Simplemente, sé y disfruta siendo. Si estás presente no tienes ninguna necesidad de esperar. Pero, ten cuidado, el falso yo infeliz, basado en la identificación con la mente, vive en el tiempo. Él sabe perfectamente que el momento presente supone su muerte, y se siente amenazado. Hará todo lo que pueda para sacarte del ahora, intentará mantenerte atrapado en el tiempo.

El poder del ahora no es más que el poder de tu presencia, tu conciencia liberada de las formas de pensamiento. Mantenerte presente significa habitar tu cuerpo plenamente, sentir el cuerpo por dentro, y así llegar a saber qué eres más allá de la forma externa, sentir el Ser como un campo energético invisible que da vida a lo que percibimos como nuestro cuerpo físico. Cuando sientas claramente el cuerpo interno como un campo unificado, te quedará una sensación de presencia o de “Ser” y sentirás que el cuerpo interno no tiene límites. Tener acceso al reino de lo informe es muy liberador. Te libera del vínculo con la forma y la identificación con ella. Lo llamamos lo No-Manifestado, la Fuente invisible de todas las cosas, el Ser dentro de todos los seres. Es un reino de profunda quietud y paz, pero también de alegría y de intensa vitalidad. Éste es el estado de conexión que llamamos iluminación.

El resentimiento, el odio, la autocompasión, la culpabilidad, la ira, la depresión, los celos, e incluso la menor irritación… todos ellos son formas del dolor. El dolor emocional, que también es la principal causa del dolor físico y de las enfermedades, es inevitable mientras sigas identificándote con tu mente. Mientras no seas capaz de acceder al poder del ahora, cada dolor emocional que experimentas dejará tras de sí un residuo de sufrimiento que vive en ti, es un campo de energía negativa que ocupa tu cuerpo y tu mente. Es energía que se ha quedado atrapada, energía que no fluye. Desidentificarte del cuerpo-dolor es llevar la presencia al dolor, y así transmutarlo. Es poder ser el observador silencioso de tus pensamientos y de tu conducta, especialmente de los patrones negativos de tu mente y de los roles que representa tu ego.

El amor es un estado de Ser. Tu amor no está fuera, está en lo profundo de ti. Nunca puedes perderlo, nunca puede dejarte. No depende de otro cuerpo, de otra forma externa.

En la quietud de tu presencia puedes sentir tu propia realidad informe e intemporal. Es la vida no manifestada que anima tu forma física. Entonces puedes sentir la misma vida en lo profundo de los demás seres humanos y de las demás criaturas; miras más allá del velo de la forma y la sensación. Esto es alcanzar la Unidad. Esto es Amor.


Eckhart Tölle – Practicando el Poder del Ahora

jueves, 22 de octubre de 2015

¿Cómo desarrollar la apertura mental?


La apertura mental es una característica fundamental para los científicos, investigadores y creadores ya que les permite abrirse a las nuevas ideas y dar lugar a algo nuevo, diferente de lo anterior. Sin embargo, tener una mente abierta también es importante para la vida cotidiana, en primer lugar, porque nos permite vivir de forma más desprejuiciada y más plena y, en segundo lugar, porque nos permite ser más felices.

Obviamente, todos (o casi todos) quisiéramos tener la apertura mental necesaria pero no es tan sencillo, sobre todo porque estamos llenos de estereotipos, creencias, ideas preconcebidas… Estas ideas nos permiten darle un orden al mundo y nos permiten sentirnos más seguros pero también limitan nuestras posibilidades de ver más allá de ellas, de descubrir otros mundos que quizás son aún más interesantes y satisfactorios que el que vivimos.

La buena noticia es que podemos desarrollar la apertura mental, podemos dar pequeños pasos para deshacernos de las creencias que no nos sirven y abrirnos a un mundo diferente. Ya sé que abandonar los viejos hábitos siempre da miedo pero no podemos ganar algo sin dar nada a cambio.

Cinco estrategias para tener una mente más abierta


1. Sal de tu zona de confort. Todos nos movemos dentro de un círculo en el cual nos sentimos seguros, salir de este círculo nos da miedo porque no sabemos lo que vamos a encontrar. Para mitigar la sensación de inseguridad, sal poco a poco de esta zona segura. Primero da pequeños pasos y después da pasos más grandes.

Por ejemplo, si eres una persona rígida y apegada a los hábitos, puedes comenzar simplemente probando un alimento que jamás habías degustado, puedes comenzar a aprender un nuevo deporte, puedes crear un nuevo hábito… En fin, lo importante es que des pequeños pasos que te hagan salir de tu zona de confort, poco a poco, una cosa llevará a la otra y al final te verás haciendo cosas que antes para ti eran impensables. Obviamente, cuando descubras nuevas cosas conocerás nuevas personas y maneras diferentes de comprender el mundo que ampliarán tu visión de la realidad.

2. Cuestiona las cosas. Los niños lo cuestionan todo pero llegado a cierto punto del desarrollo dejamos de cuestionar las cosas, simplemente las aceptamos de manera casi incondicional. Aceptamos lo que dicen los diarios, los noticieros y las personas importantes porque son entes que consideramos fiables. Aceptamos que tenemos que comprar el coche más nuevo y el último modelo de móvil porque lo hacen todos. Sin embargo, de vez en cuando sería interesante cuestionarse nuestras decisiones, cuestionar lo que dicen los otros, cuestionar las costumbres. Por ejemplo, encuentro que no prohibir los toros porque es una costumbre es una barrabasada de tamaño colosal. Siguiendo este razonamiento, las culturas que practican la mutilación femenina pueden continuar haciéndolo porque es una costumbre cultural. En fin, lo que quiero decir es que a veces vale la pena cuestionarse la realidad que damos por sentada. Verás que descubres un mundo totalmente diferente.

3. Descubre las conexiones. Todo el mundo está conectado, una de las principales características de las personas con mente abierta es que son capaces de encontrar estos vínculos, incluso donde aparentemente no los hay. No creas jamás que eres el centro del universo, aprende a comprender que formas parte de una familia, una comunidad, una ciudad, un país y un mundo. Se trata de un cambio de perspectiva radical.

4. No tengas miedo a equivocarte. Cuando emprendemos un camino diferente y novedoso es normal que en algún punto nos equivoquemos. Nuestros errores nos permiten aprender, nos permiten vivir experiencias, nos permiten crecer como persona (siempre y cuando aprendamos la lección). No podemos desarrollar la apertura mental si nos vemos atados continuamente al miedo a equivocarnos.

5. Ábrete al mundo. Las personas y las cosas que nos rodean son una increíble fuente de inspiración. No creas que porque tienes un título universitario un campesino no te puede enseñar nada. La naturaleza y la cultura que nos rodean están llenas de ideas, solo tenemos que ser lo suficientemente humildes como para verlas.


Psicologia/Jennifer Delgado

La fuerza interior y cómo desarrollarla

La capacidad para trabajar duro y responder de manera resiliente ante el fracaso y la adversidad son características esenciales de las personas que tienen una gran “fuerza interior”. Estas personas logran alcanzar sus metas porque no desisten en su empeño y, cuando un camino no les conduce donde deseaban, simplemente toman otro.



¿Qué diferencia a estas personas del resto? ¿Cuál es el secreto de su éxito?

1. Siempre actúan como si tuviesen el control. “Reza como si Dios cuidase de todos, actúa como si todo dependiese de ti”. Las personas que tienen una gran fuerza interior ponen en práctica esta antigua recomendación. Aunque algunos creen en la suerte, también se preocupan por darle una mano. No se sientan a esperar a que la fortuna llame a su puerta sino que salen a buscarla y siempre tienen la disposición adecuada para captar las oportunidades al vuelo. Son personas con un locus de control interno, personas que toman las riendas de su vida y que actúan como si todo dependiese de ellas, aunque saben perfectamente que no es así. Sin embargo, esa actitud les da fuerza.

2. Obvian las cosas sobre las que no pueden influir. Solemos pensar que la fuerza de voluntad es un manantial inagotable pero no es así. Un estudio muy curioso demostró que cuando hemos pasado todo el día ejerciendo el autocontrol, durante la noche somos más indulgentes. Eso significa que la fuerza de voluntad es una cualidad que debemos aprender a dosificar. Por eso, las personas que tienen esa fuerza interior suelen concentrarse en lo que verdaderamente les importa y pasan de las causas perdidas, por las cuales no pueden hacer nada, una actitud que les permite focalizar su energía y lograr sus objetivos. Sin embargo, eso no significa que sean egoístas sino tan solo pragmáticos. Dan su contribución hasta que pueden y no se martirizan porque no pueden hacer más.

3. Ven el pasado como una fuente de información… nada más. La mayoría de las personas viven atadas, de alguna u otra forma, a su pasado. Sin embargo, a menudo se trata de un fardo demasiado pesado que no les deja avanzar. Al contrario, las personas con fuerza interior consideran que sus vivencias son valiosas pero no se quedan encadenadas a ellas. Aprenden de los errores y siguen adelante. El pasado no las define, comprenden que un fracaso es tan solo una oportunidad para aprender, la señal de que quizás el éxito está más cerca.

4. Celebran el éxito de los demás. Muchas personas no son capaces de celebrar el éxito de los demás porque lo viven como un fracaso personal. Piensan en el éxito como si fuera una cuota a repartir y, mientras más tengan los otros, menos quedará para ellas. Con este pensamiento aparece la envidia, el resentimiento y la frustración, sensaciones que no mejorarán tu vida. Sin embargo, las personas con fuerza interior son capaces de alegrarse por el éxito de los demás y aprenden de ellos. 

5. No se quejan. De vez en cuando, quejarse tiene un poder catártico pero la queja continúa, que es una peculiaridad endémica de nuestra sociedad, solo sirve para centrarse en los aspectos negativos de las situaciones y, de paso, perder una energía y un tiempo muy valiosos. Al contrario, las personas con fuerza interior no se sientan a llorar sobre la leche derramada, emplean esa energía para reorganizar su estrategia y volver a la carga.

6. No intentan impresionar a nadie. En una cultura tan competitiva como la nuestra, muchas personas actúan movidas por una motivación extrínseca. Es decir, quieren ostentar sus logros como si fueran medallas colgadas en el pecho para alcanzar la aprobación o la admiración de los demás. Sin embargo, lo que diferencia a las personas con fuerza interior es que estas no pretenden impresionar a nadie, se mueven para lograr sus sueños, por una motivación intrínseca que, dicho sea de paso, es el motor impulsor más poderoso del comportamiento. 

7. Aplican la gratitud. Estas personas, ya sea cuando se levantan o antes de acostarse, suelen dedicarle unos minutos a la gratitud. Hacen un inventario de las principales razones por las cuales se sientan agradecidas. Este pequeño ejercicio les permite reencontrar la tranquilidad interior y les da la fuerza que necesitan para enfrentar los proyectos que tendrán al día siguiente.

Psicología/Jennifer Delgado