miércoles, 16 de septiembre de 2015

Permítele la entrada a lo feliz



No se trata de preocuparse POR las cosas; sirve ocuparse DE las cosas.


Aunque es importante buscar constantemente mejorar nuestras vidas, la preocupación no es una herramienta para un cambio proactivo.
La preocupación es la forma del ego de evitar que experimentemos la grandeza que está en nuestro alrededor.

La vida es una obra en proceso y para nosotros siempre hay más por hacer, pero al dejar ir la preocupación podemos permitirle la entrada a lo feliz a lo largo de todo el hermoso proceso. 

La verdad no siempre es placentera. Casi nunca viene envuelta en un empaque bonito o endulzada para que sea más fácil de digerir. La verdad es difícil de oír algunas veces, pero generalmente es lo que necesitamos para convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos.
Si realmente queremos la verdad, tenemos que estar preparados para realizar algunos cambios, porque la verdad es que siempre necesitamos cambiar. 
Los más grandes poetas y filósofos del todo el mundo han intentado definir y describir el amor.
Para los kabbalistas, el amor siempre ha sido una simple conciencia: El deseo de compartir.

El amor es un estado mental. Cuando estás en él, no puedes hacer otra cosa más que darlo. 

Yehuda Berg

lunes, 14 de septiembre de 2015

La meditación mejora la coordinación entre las neuronas







Según ha demostrado un estudio en el que se ha medido, con técnicas de resonancia magnética, las sustancias químicas e interconexiones neuronales y los cambios cerebrales, y donde se ha podido comprobar que estas personas gozan de mejor salud y bienestar que el resto de la población.

En el estudio, publicado en la revista científica 'Plos One', se comparan los cerebros de diez meditadores de un monasterio budista y otras diez personas sanas que no realizan esta práctica; así, entre las conclusiones del trabajo, se encuentra que durante la meditación tienen lugar cambios funcionales, como el aumento de la plasticidad cerebral, que pueden mejorar la coordinación entre las conexiones de los circuitos cerebrales y químicos, con una disminución de la actividad metabólica neuronal y un aumento de la inmunidad, que afectan a la estructura psicológica del cerebro.

De esta forma, los autores afirman que la meditación mejora la coordinación entre las neuronas y altera los circuitos cerebrales,
"lo que puede inducir a cambios permanentes y positivos, influyendo de manera positiva en la salud y el bienestar, por lo que esta práctica puede ser de gran ayuda en aquellas enfermedades que producen alteración en la atención, depresión, ansiedad, conducta y estrés".
El estudio ha contado con la participación del jefe de servicio de diagnóstico por imagen del Hospital Quirón Zaragoza, Nicolás Fayed, la miembro del Departamento de Sociología y Psicología de la Universidad de Zaragoza, Yolanda López del Hoyo, y el médico del servicio de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Javier García-Campayo.


NEURONAS Y EMOCIONES
 
El jefe de servicio de diagnóstico por imagen de Hospital Quirón Zaragoza, Nicolás Fayed, ha explicado que "tal y como muestran éste y otros estudios, hay una clara relación entre nuestras neuronas y las emociones".

Asimismo, se ha referido a la investigación 'The estructure of mindful brain', según la cual, "los meditadores presentan un aumento de la actividad en el lóbulo frontal --asociado a las emociones de felicidad y bienestar--, y también de la ínsula, que funciona como el centro neurológico de la integración afectiva, autónoma y cognitiva".
Asimismo, ha dicho, otros trabajos en pacientes con estrés han evidenciado "cambios cerebrales en tan sólo ocho semanas después de comenzar la meditación".

Por su parte, el médico del servicio de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Javier García-Campayo, ha comentado que "estos datos confirman las bases biológicas de la eficacia de la meditación en el tratamiento coadyuvante de diferentes enfermedades como dolor crónico o depresión".


METODOLOGÍA Y RESULTADOS
 
El estudio ha consistido en facilitar a los dos grupos participantes un cuestionarios de ansiedad, depresión, deterioro cognitivo y atención y en realizar una resonancia magnética cerebral con espectroscopia, que mide metabolitos o sustancias químicas cerebrales en una determinada región del cerebro.
Igualmente, se han efectuado estudios de tensor-difusión, que son utilizados para observar la integridad y conectividad de la sustancia blanca o cables que conectan las neuronas.
Al comparar ambos grupos, los meditadores han mostrado una significativa disminución de la ansiedad y depresión, así como aumento muy importante de la atención con respecto a los controles.

También se ha observado un incremento significativo de la conectividad o plasticidad cerebral a nivel de las fibras de la sustancia blanca, que conectan las estructuras profundas, como el tálamo, con la corteza parietal superior izquierda, parte del celebro que controla la consciencia de uno mismo.


Además, el metabolito mio-Inositol está aumentado en el cíngulo posterior de los meditadores. Este metabolito "es importante ya que se le relaciona con una proteína llamada interleucina (IL-2) que regula la respuesta inmune a través de la proliferación de células T, activando las células gliales e induciendo cambios neuroquímicos que pueden tener relevancia en condiciones afectivas, como la ansiedad y la conducta", han expuesto desde el Hospital Quirón.
Por su parte, el metabolito N-acetilaspartato, implicado en el metabolismo mitocondrial de las células nerviosas, es decir, relacionado con la energía de las células, y el Glutamato, vinculado a la excitabilidad neuronal, "estaban disminuidos en el tálamo izquierdo de los meditadores y todo ello se correlacionaba con los años de meditación, es decir, a más meditación más se modifican estos elementos", han señalado las mismas fuentes.



Jorge Ramos
Preparémonos para el cambio

sábado, 12 de septiembre de 2015

¿Cómo podemos aceptar?


La aceptación es una de las cosas más difíciles, es todo un trabajo interior que requiere de mucha comprensión.

Cuando se da una situación concreta en la vida, la cual te produce malestar, como por ejemplo tener un trabajo que no disfrutas y no te sientes feliz con él; no te gusta y es algo que te ves obligado a vivir, pero no puedes de ninguna manera cambiar la negatividad y el rechazo que sientes con respecto a ello, suele surgir resignación en ti. 
La resignación no es aceptación, la resignación es cuando algo no te gusta, no sientes alegría con ello, pero interiormente dices "no tengo más remedio que aguantar".

Llegar a este punto, es ir en contra de nosotros mismos, pues no podemos realizar ninguna actividad si no sentimos en lo más profundo de nuestro interior alegría alguna. De aquí surge el enojo, la ira, la depresión, la resignación, la esclavitud... Te sientes totalmente preso, sin alternativa alguna, y no eres feliz. Te ves "obligado" a vivir esa experiencia que la vida te ha puesto delante, sin otra solución.
Esto es un karma. 
Cuando la vida te pone delante cualquier experiencia de la cual sientas sufrimiento y negatividad, es karmático.
Por tanto, la única manera que tenemos de transformar nuestra negatividad y resistencia interior ante la experiencia es con la ACEPTACIÓN. 


¿Y cómo podemos aceptar?

Con comprensión... con sabiduría... con una visión superior.
Sabemos que la vida está regida por el karma, la ley de causa y efecto. También sabemos que todo es impermanente. Somos conscientes de que en la vida venimos a experimentar lecciones para "aprender" de ellas (volvernos más sabios y conscientes), por tanto, lo único que debemos hacer para lograr aceptar es CAMBIAR NUESTRO ENFOQUE. Es decir, cambiar nuestra manera de ver las cosas... mirar desde otra perspectiva más elevada y superior, conscientemente, con sabiduría, sin identificarnos con la experiencia en sí, ya que es en la propia experiencia donde se esconde el aprendizaje, la lección.

Si cambiamos nuestra percepción de las cosas, podremos lograr más comprensión y por tanto, más aceptación.

En el ejemplo anterior sobre el tener un trabajo que no nos satisface, no nos produce alegría, hemos de ser conscientes de que en ese trabajo se esconde la gran lección que la vida nos ha traído. Hemos de observar en nuestro interior y discernir; buscando el "por qué y para qué tengo que vivir esto".
Cuando indagas en tu interior, descubres que ese trabajo es la gran oportunidad para ti de lograr un estado más elevado de consciencia.


"¿Qué es lo que tengo que aprender de este trabajo que no me gusta?". . .

La respuesta puede ser "ser más paciente", "ser más tolerante", "adquirir más sabiduría", "volverme más consciente", etc...
No hay ninguna experiencia que no nos aporte más sabiduría, pues la vida no suele darte lo que quieres sino lo que necesitas para impulsar tu estado consciencial. 
Por tanto, viendo la situación desde esta perspectiva más elevada (sin estar identificado, atrapado, en ella), es cuando podemos aceptar que todo lo que experimentamos en la vida es para nuestra propia evolución.

Una vez hayas aprendido lo que tenías que aprender de esa experiencia, automáticamente ésta desaparecerá; ese karma se disolverá... ya lo habrás liberado, trascendido.

Agradece por cada situación y vivencia, pues en ella se esconde el más grande de los tesoros "impulsar y expandir tu estado de consciencia y adquirir más sabiduría y comprensión."  

Camino al Despertar