domingo, 6 de marzo de 2016

CRECER Y DESPERTAR

CRECER Y DESPERTAR. ENCUENTRO ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE.


En una época tan interconectada como la nuestra, cada vez más estamos abocados a unificar dos sistemas culturales muy diferentes entre sí: el occidental y el oriental.
Son dos perspectivas de las que todos nos podemos beneficiar si en lugar de verlas como enfrentadas, conseguimos complementarlas, con sus propios objetivos y resultados.
Cada una de ellas nos ofrece su propia forma y fórmula para incrementar la consciencia, la libertad, la compasión y un mayor bienestar global.

La occidental se centra en la transformación de las instituciones, las estructuras de poder, las relaciones sociales, dejando atrás el grupo, moviéndose hacia una mayor madurez de la identidad.

En las tradiciones asiáticas se hace sobre todo hincapié en el despertar, en trascender las condiciones mundanas cultivando la compasión, domesticando la mente y diluyendo el ego para llegar a la iluminación.
La capacidad de crecer verdaderamente en este mundo contemporáneo que nos ha tocado vivir ha de incluir consciencia ecológica, ética y respeto hacia lo diferente, sostenibilidad y unos valores firmes e inequívocos.

No se trata solo de entender ideas complejas en materias de física, matemáticas o teoría musical, sino salir de las oposiciones, contradicciones y absolutismos ideológicos, para integrar desde la comprensión y la compasión.
El camino del despertar en las tradiciones asiáticas se refiere al proceso espiritual del desarrollo de la compasión y la sabiduría, irse percatando de la relatividad de todos los fenómenos, y a percibir la fuente final de paz y libertad gracias a la reflexión, la meditación y la desprogramación de la mente y del ego.

No importa cuánto tiempo pases sentado meditando, así no lograrás comprender el racismo o la opresión de género.
No importa cuánto sepas de poder, de la falta de justicia y la marginalización, eso no te hará liberarte de la opresión de tu propia mente.
Cada uno de los enfoques puede ayudar al otro debido a su complementariedad y riqueza intrínseca.
El futuro del desarrollo, expansión y evolución de los seres humanos se verá enormemente beneficiado si somos capaces de aunar la perspectiva occidental y la oriental, crecer y despertar juntos.
Estamos en una época en la que ambas puertas pueden y deben ser abiertas.

Mónica Esgueva.
http://semillassolares.com/

sábado, 5 de marzo de 2016

Soltar. . . Dejar ir. . .

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO SOLTAR, DEJAR IR?

Antes de aprender a conseguir, deberíamos aprender a dejar ir. La vida está hecha para acariciarse, no para estrangularse. Tienes que relajarte.”



¿Por qué el corazón está tan ansioso por convertirse en lo nuevo mientras la mente no quiere dar ni un paso para cambiar? ¿Por qué estamos tan encariñados con nuestras estructuras mentales? ¿Por qué estamos tan apegados a nuestra zona de confort, incluso cuando se interpone entre nosotros y nuestra evolución?
¿Qué es estar a salvo? En cualquier momento estamos bailando entre la vida y la muerte, a un paso de hacer que nuestras vidas funcionen y a otro del desastre y el caos. Y sin embargo, la vida continúa, todo continúa.
¿Por qué seguimos aferrándonos a lo que tanto nos lastima?
El confort y la familiaridad son el pegamento que sostiene nuestro sentido del Yo. Pero también pueden obstruir y bloquear la entrada de una nueva luz.
Somos rápidos para juzgar aquello que no podemos entender, y lo hacemos para alimentar nuestra necesidad de control, ponemos todo en el lugar “correcto”. Pero ¿qué es lo correcto? y, ¿cuál es su lugar? Somos nuestros únicos paradigmas.
Nos sentimos miedosos ante lo desconocido, ante todo lo que se atreva a vivir libre y descaradamente fuera de nuestra zona de confort. Nuestra mente se marea con la sola idea de volar y lanzarse al vacío que se extiende entre lo que somos y en lo que podemos convertirnos.
¿Cuáles serían las señales de que es hora de dejar ir?
Esto debe ser simple, de verdad. Si algo no te da alegría, no es bueno para ti.
Pero, ¿Cómo distinguir entre las dificultades pasajeras y la crónica enfermedad de estar luchando con los gigantes invisibles que tú mismo has creado?
Aunque seamos capaces de manejar un estrés y una tristeza prolongada, estamos equipados para el éxtasis. Nuestras defensas pueden ser fuertes, pero no somos invencibles. Cuando estás constantemente privado de lo que impulsa tu evolución, simplemente te agotas. Cuando lo único que haces es retirar de la cuenta de tu corazón, es muy probable que termines en números rojos.
Somos fuertes, pero también frágiles. Somos eternos, pero mortales. Hay un límite, así como hay una parte de nosotros que es ilimitada.
Cuando algo/alguien constantemente te quita sin darte nada, es momento de dejar ir. Cuando alguien/algo no contribuye a tu vitalidad, sino que te mantiene esclavo de su percepción, miedo, condicionamiento, circunstancias, actitud y del paradigma del mundo entero, es momento de dejar ir.

Nuestro corazón va años luz por delante de nuestra mente.

Cada organismo en el cosmos (persona, animal, planta o la vida intracelular) está sujeta al libre albedrío. Esto significa que existe la posibilidad de que este organismo diga NO a su propio desarrollo, o que elija otra forma de desarrollarse que no esté de acuerdo con la tuya.
Y así es como se siente el Arte de Dejar Ir.
Al dejar ir, estás aceptando lo que es. Y al aceptar lo que es, estás respetando el derecho que cada organismo tiene de convertirse en sí mismo.
No puedes cambiar a las personas, ni las circunstancias, ni las situaciones. Sólo puedes alinearte con ellas. O no.
No puedes despertar a nadie. No puedes liberar a nadie que no se haya liberado a sí mismo. Lo único que puedes hacer es Ser. Lo único que puedes ser es libre, ser tú mismo.
Las personas con complejo de héroe, casi nunca son capaces de digerir esto. Y sienten que tienen el poder de abrirles los ojos a los demás, o de abrir sus puertas.
Y con el tiempo, en lugar de enfocarse en su propia aventura de ser ellos mismos, que es el único campo de acción, el único reino sobre el cuál tienen alguna autoridad, terminan queriendo que los demás hagan lo que ellos no son capaces de hacer.
1. Dejar ir no es renunciar. Dejar ir lo que ya no Eres, es valentía.
2. Dejar ir no es algo pasivo, sino algo activo. Hacen falta agallas y movimiento. Cuando dejas de evolucionar, dejas de moverte. Cuando dejas ir lo que se está interponiendo en el camino de tu evolución, comienzas a moverte de nuevo.
3. Dejar ir te hará libre.  Somos criaturas de hábitos y nuestros Yoes territoriales se pondrán en guerra cuando intentemos dejarlos ir. Nuestro cuerpo recuerda lo que nuestra mente desea olvidar.
4. Dejar ir es el más poderoso acto de fe. Hace falta valor para saltar a lo desconocido y confiar en que se tejerá una red para protegerte. Se requiere de esperanza y de un fuerte amor.
 5. Dejar ir es la manera de abrazar el cambio. Somos coleccionistas de momentos, hábitos, circunstancias, acontecimientos, gente que hemos conocido, amado y desamado, corazones que hemos tocado y corazones que nos han tocado. Todo lo que sé acerca de nosotros, es que somos cambio, que todo está en constante movimiento.
Nuestros cerebros y corazones son 73% agua, nuestros pulmones hasta un 83%. El resto de nosotros es 60% agua. ¿Qué es esa pesadez en el interior que se niega afluir? ¿Qué tipo de compuertas hemos construido alrededor de nuestro corazón que no pueden ser abiertas?
Bruce Lee decía:
Sé como el agua que se abre camino por entre las grietas. No seas tajante, pero adáptate al objeto, y encontrarás una vía alrededor o a través de él. Si nada dentro de ti se mantiene rígido, las cosas de fuera se revelarán a sí mismas. Vacía tu mente, sé sin forma. Sin forma, como el agua. Si pones agua en una taza, el agua se convierte en taza. Si pones agua en una botella, ésta se convierte en botella. Si la pones en una tetera, se convierte en tetera. Ahora, el agua puede fluir suavemente. Sé agua, amigo mío.
Andréa Balt/ http://semillassolares.com/

viernes, 4 de marzo de 2016

Meditar caminando - Caminar meditando

Se dice que alguien le pregunto al Buda ¿Qué es lo que tú y tus discípulos practican?
El les respondió: “Nosotros nos sentamos, caminamos y comemos”.
Entonces volvió a cuestionar: “Pero cualquiera puede sentarse, caminar y comer”.
A lo cual el Buda contestó: “Nosotros, al sentarnos, somos conscientes de estar sentados, al caminar, somos conscientes de estar caminando y al comer, somos conscientes de estar comiendo.”


Sri Sri Ravi Shankar nos recomienda hacer esta meditación al menos una vez a la semana, caminar con total consciencia de cada paso ¿Cómo hacerla?

1. No propósito.Al caminar no te enfoques en ningún propósito en particular.
Disfruta simplemente el hecho de caminar.
Date el permiso de disfrutar y observar intensamente sin ningún juicio … a cada paso que des.

2. Desapego.Despréndete de tus preocupaciones y ansiedades mientras caminas. Cualquier pensamiento que llegue a tu mente simplemente déjalo ir, una y otra vez.
Al entrar en esta dinámica de caminar conscientemente, no hay cabida para ningún otro pensamiento que no sea el de estar atento al presente.
Date permiso de simplemente caminar unos cuantos minutos … simplemente por el hecho de caminar.

3. Sonríe como Buda.Si dibujas una leve sonrisa en tu rostro, tal como lo hacia el Buda, mientras caminas, comenzarás a experimentar una profunda sensación de paz, serenidad y bienestar total.
“Al sonreír todo tu ser se renueva y tu práctica se fortalece.
No tengas miedo de sonreír.”

4. Respira conscientemente.Este es uno de los ingredientes más importantes de esta práctica.
Respirar conscientemente significa estar presente en cada inhalación y en cada exhalación.
Presta atención a tu respiración … mientras caminas. Si conoces la respiración ujjayi la puedes utilizar.

5. Cuenta tus pasos.Una buena ayuda al principio es, contar los pasos, cuando inhales y exhales.
Si en el momento de tomar aire ya llevas 4 pasos, cuenta mentalmente del 1 al 4.
Si al exhalar solo llevas 3 pasos cuenta del 1 al 3 sin intentar controlar o acompasar.
Pero de a poco ve soltando incluso el conteo

6. Camina como un rey.Date el permiso de caminar con seguridad como si fueras el soberano de este planeta.
Que cada paso que des, sea una afirmación o un mandato real, hacia la Paz y la Felicidad de la Tierra.

7. Camina cuando estés enfadado.En ocasiones cuando más necesitamos de estas herramientas es cuando más pretextos ponemos.
“No estoy de humor para eso”, “cuando se me pase el enfado lo haré”.
Sin embargo es en esos momentos en que más lo necesitamos.
Es por esto que cuanto más practiques estas técnicas, más fácil te hará hacer uso de ellas en el momento en que más las necesites.

8. Aprovecha el momento.
No existe el momento perfecto para caminar conscientemente.
No te limites a programar “un espacio” para meditar caminando.
Aunque lo ideal sería caminar por un sendero inspirador tomándonos el tiempo para realizarlo, tu realidad puede ser muy diferente.
Aprovecha cada momento del día para caminar conscientemente.
Cuando aparques tu coche camina hacia tu destino conscientemente.
Cuando estés en la calle, de camino a la parada del bus, en el centro comercial, simplemente 
recuerda sonreír y aprovecha el momento.

http://elartedevivires.org/

Respiración ujjayi o ujaji