lunes, 4 de diciembre de 2017

4 frases de Eckhart Tolle que te inspirarán a vivir el presente


Eckhart Tolle es un reconocido escritor alemán. En sus obras puedes encontrar grandes enseñanzas sobre espiritualidad. Actualmente vive en Canadá y es uno de lo escritores más populares del Norte de América.
En su obra encontramos la inspiración para transformar nuestras vidas a una más consciente. Él cree que este paso es vital en nuestra evolución como especie. Sus enseñanzas son realmente inspiradoras.
En esta ocasión queremos dejarte algunas de las mejores frases de Eckhart Tolle. Estamos seguros que en ellas encontrarás la inspiración para vivir el presente. Léelas y guárdalas para cuando las necesites.  

1. “Algunos cambios parecen negativos a primera vista pero crean el espacio para que algo nuevo llegue”

¿Temes al cambio o eres de las personas que lo abrazan? Eckhart Tolle nos recuerda que todo en este mundo cambia aunque muchas veces no lo aceptamos o no lo vemos.Tus ideas, tus relaciones, tus amigos y tú mismo.
He conocido personas que se aferran tanto a lo que ya conocen que ni siquiera ven las alternativas que el cambio les trae. Es cierto que algunos cambios generan dolor. Pero esta pena que sientes al dejar algo solo significa que te llenó emocionalmente.

Por eso, si hoy te enfrentas a alguna situación que te obliga a cambiar, no la veas como algo negativo. Al contrario, vívela y disfrútalaToda esa nueva energía y nuevas perspectivas te dan una oportunidad. Tómala y saca todo lo bueno que te ofrezca.

2. “Recuerda que el presente es todo lo que tienes. Haz del “ahora” el centro de tu vida

Pasamos tanto tiempo preocupados por el futuro que se nos olvida lo que tenemos. Dime, ¿cuántas horas has pasado hoy pensando en el futuro? Puede ser un futuro más o menos seguro o totalmente incierto.

► Podemos pasar tres horas planeando cómo será nuestra vida en la vejez o las siguientes vacaciones. Eckhart Tolle no quiere que dejes de pensar en el futuro. Pero sí nos invita a vivir realmente el hoy.

Después de todo, tu vida actual es el futuro que tanto planeaste un día. Así, que lo mejor que podríamos hacer es verlo y vivirlo. Pasa tiempo con tus hijos, dale una tarde a tu pareja, visita a tus padres o toma un descanso para colorear un poco. Si no aprovechas el presente, no tendrás mucho que contarle a tus hijos o nietos.

3. “Acepta todo. Cualquier cosa que el presente te ofrezca, acéptalo como si lo hubieses elegido. Trabaja con lo que tengas, no en su contra”

Quejarnos es uno de los hábitos más comunes hoy en día. Nunca tenemos suficiente de nada. Si no vives en el lugar que deseas, te enfocas en ser infeliz por ello. Si tienes un empleo pero su sueldo no te gusta, te quejas por eso.
¿En serio no puedes hacer nada con lo que tienes?, ¿de verdad no hay nada bueno con tu presente? Eckhart Tolle nos recuerda que tenemos dos opciones: aceptar y valorar el presente o vivir en su contra.
Tú tienes la capacidad de elegir. Tan solo recuerda que aprender a apreciar y sacar provecho de lo que tienes también es posible. En lugar de ir acumulando una lista de carencias que crees tener, trata de agradecer por las ventajas que hay en tu vida.
Esta es una forma de ver la vida mucho más agradable y llevadera. En todo caso, si no te gusta lo que tienes trabaja con ello para obtener lo que buscas.
¿No te gusta tu trabajo? Bueno, agradece que tienes cómo pagar las cuentas hoy. En lugar de quejarte puedes planear iniciar un negocio desde casa como el que siempre has querido. Verás que de pronto tu trabajo se hace más llevadero y tus metas más cercanas.

4. La principal causa de infelicidad nunca es la situación, sino tus ideas sobre ella

Pensar que nada hay de bueno en tu presente solo sirve para hacerte infeliz. Eckhart Tolle es un firme creyente de que cada uno se crea sus propias tragedias y alegrías. Podrías tener la vida perfecta pero no será suficiente si crees que te falta algo.
Puedes pensar que te falta de todo cuando lo único que no tienes es la capacidad de ver lo bueno. Cada situación y cada momento tiene algo que vale la pena. Si te cuesta creerlo prueba con el agradecimiento.
► Cada día busca una cosa nueva que le puedas agradecer a la vida. En poco tiempo tendrás un presente más feliz.

Okairy Zuñiga
https://lamenteesmaravillosa.com

domingo, 3 de diciembre de 2017

PIENSA EN LO POSITIVO ANTES DE ENFRENTARTE A LO NEGATIVO


En mi opinión, las personas llevamos en alguna parte escondido –o muy a la vista y muy notables, según los casos- un enemigo que no colabora con nosotros, o no lo hace de un modo provechoso, ya que lo único que hace es aflorar las cosas personales que no nos agradan, se encarga de echarnos en cara nuestras fallos y errores, lo tiñe casi todo de un color fúnebre descorazonado, pone pegas, desanima, menosprecia… en fin: es nuestro reprochador particular.

Es cierto que a lo largo de la vida nos equivocamos más de una vez, pero no es necesario recordarlo tan a menudo. 

Y lo más triste del asunto es que somos nosotros mismos quienes nos ponemos las zancadillas y quienes boicoteamos nuestra estabilidad emocional y nuestra relación.

Supongo que ya conoces mi frase: “NOS RESULTARÍA MUCHO MÁS SENCILLO OLVIDAR LAS COSAS DESAGRADABLES SI NO INSISTIÉSEMOS TANTO EN RECORDARLAS”.

Estas acusaciones internas –que parecen un inquisidor que se excede en sus obligaciones- nos critican en exceso, tal vez nos exigen por encima de nuestras posibilidades, y se comportan de un modo excesivamente riguroso con nosotros.  

Está bien que haya un cuidado con lo que hacemos, lo que decimos, o lo que pensamos, y de ese modo tratar de ser lo más impecable posible en nuestra vida y en nuestra relación con los demás, pero no es necesario que destaquemos especialmente esas cosas nuestras que aún no las hemos resuelto o convertido en cualidades.

Como sé que es difícil desprenderse de golpe de esta capacidad crítica, recomiendo una atención especial a ir tratándonos de otro modo, más amable, y además empezar a valorar con justicia nuestras cosas buenas, que todos las tenemos.

Con esto lo que se pretende es que cuando se haga un balance rápido de nuestra situación personal no aparezca exclusivamente lo negativo, con más intensidad y pujanza, y sobrevalorando lo negativo por encima de los positivo.

También tenemos cosas positivas, por supuesto, y algunas de ellas están tan infravaloradas –por eso de que nos parece “normal” tener cosas positivas- que no les damos importancia. Eso es culpa de una mala interpretación de la modestia y la humildad.

La verdadera humildad es –también- aceptar que somos buenos, generosos, amables, cuidadores de quienes nos necesitan, optimistas, detallistas, cariñosos, expertos en alguna materia, poseedores de cualidades, sociables, sencillos, nobles, etc.

►Y eso hay que medirlo con la misma vara que usamos para medir nuestros “defectos”.

Si tenemos preparada nuestra lista de cualidades, y la tenemos interiorizada de forma que la tengamos clara y asumida, cuando lleguen esos momentos de crítica y menosprecio, de disgusto e insatisfacción con uno mismo, podemos recurrir a ella y comprobar que no somos tan  nefastos como nos parece en ese momento.

Es un ejercicio –sobre todo- de justicia.

Hay que valorar en su justa medida lo positivo y no dejarlo sepultado bajo lo negativo.

A fin de cuentas, lo negativo es solamente lo positivo pero pendiente de actualizar y desarrollar hasta el límite de sus posibilidades.

Decía Antonio Blay que no existen los defectos, y que llamamos defecto a la menor presencia de una cualidad. En el ser humano todo son cualidades aunque no todas las hemos desarrollado hasta su máxima potencia. Y esa es la tarea personal de cada uno.


Te dejo con tus reflexiones…


Francisco de Sales
buscandome.es

sábado, 2 de diciembre de 2017

¿ACCIDENTES?

Tras un accidente, es frecuente que nos asalten preguntas como: ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué así?
¿Por qué en este lugar? ¿Por qué estas consecuencias?

Partimos de cuatro premisas fundamentales:
*Nada sucede por azar"
*La realidad es un espejo de lo que sucede en nuestro interior"
*Cualquier acontecimiento viene a enseñarnos algo"
*Todo es para bien"
Entendemos como accidente un suceso no previsto, algo fortuito producto de la mala suerte. Pero lo cierto es que un accidente es muy similar a una enfermedad, un medio que nuestro yo interior o nuestro inconsciente, utiliza para comunicarse cuando mantenemos el resto de los canales alternativos desconectados.

Es cierto que no buscamos los accidentes, como tampoco buscamos las enfermedades; sin embargo, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad en aquello que nos sucede.
►Todo lo que nos ocurre tiene mucho que ver con nosotros.
El accidente suele ser sinónimo de culpabilidad. Está conectado con mis culpabilidades, con mi modo de pensar y con mi funcionamiento en la sociedad. También denota cierta reacción hacía la autoridad, incluso varios aspectos de la violencia. Puede suceder que tenga dificultad en afirmarme frente a esta autoridad, a hablar de mis necesidades, mis puntos de vista, etc. Entonces “me hago violencia” a mí – mismo.

El accidente indica una necesidad directa e inmediata de pasar a la acción. La necesidad inconsciente de cambio es tan grande que el pensamiento usa de una situación extrema, incluso dramática para que tome consciencia que debo probablemente cambiar la dirección que actualmente estoy tomando.  Es una forma de auto – castigo consciente o inconsciente.
La parte del cuerpo herida durante el accidente habitualmente ya está enferma o debilitada, bien por una enfermedad, una dolencia, un corte, una quemadura o cualquier predisposición a los accidentes.

El accidente me permite observar esta debilidad haciéndola subir a la superficie. El accidente también es mi incapacidad a verme y a aceptarme tal como soy. Ya que soy responsable al 100% de mis actos y de mi vida entera, puedo explicarme más por qué me he atraído tal forma de accidente.
¿Atraído? Sí, porque todo esto viene de mis pensamientos más profundos, de mis “patrones” (esquemas de pensamiento que hacen que se repitan acontecimientos en mi vida) o esquemas de pensamiento de infancia. Es muy posible que me atraiga castigos si, hoy, tengo la sensación de hacer algo que no está bien. Exactamente como en mi infancia; me castigaban cuando hacia algo que no era correcto. Está esto grabado en mi mental y es tiempo de cambiar mi actitud. El lado “moral” del ser humano lo lleva a castigarse si se siente culpable, de aquí el dolor, las aflicciones y los accidentes.
Es capital saber que puedo sentirme culpable en una situación cualquiera, si sé que hago daño a otra persona. En todas las demás situaciones, soy responsable pero no culpable. Debo recordarme que soy mi propia autoridad (en el sentido de individuo). Necesito tomar mi lugar en el universo. Debo cesar de hacerme violencia.

El accidente está vinculado a la culpabilidad y ésta, al miedo con relación a una situación. El miedo a no estar correcto se percibe frecuentemente bajo el aspecto de la culpabilidad en vez del de la responsabilidad. Frecuentemente el accidente me obliga a cesar o frenar mis actividades. 
Sigue algún período de planteamiento. Manteniéndome abierto y objetivo con relación a mí – mismo, descubriré rápidamente la o las razones de dicho accidente. ¿Perdí el control de la situación? ¿Es para mí el momento de cambiar de orientación? ¿Tengo dificultad en escuchar los signos interiores o mi intuición, de tal modo que me atraigo un signo radical en el plano físico? ¿Observé cómo se produjo el accidente? ¿Cuál era mi estado antes y después? Es muy importante volver a ver las condiciones que rodean el accidente; analizo las palabras usadas y tomo consciencia que ponen en evidencia lo que vivo en el momento del accidente. Observo todos los signos y símbolos de esta situación (accidente) y escucho mi voz interior para encontrar una solución que me evitará probablemente empeorar todo esto.
La predisposición a los accidentes es un estado que se produce durante una relación conflictual con la realidad, la incapacidad de estar plenamente presente y consciente del universo tal y como se presenta a mí. Es como si quisiera estar en otro lugar. Estoy desconectado de lo que sucede alrededor mío, quizás porque encuentro mi realidad inaceptable o difícil de vivir. Necesito estar mejor conectado sobre mí – mismo para descubrir mi seguridad y mi confianza interiores.
Hay accidentes en los que somos agredidos…simplemente porque pasábamos por allí en el momento inadecuado.
El tema de la agresividad descontrolada también tiene mucho que ver con los accidentes. Si creemos que la violencia solucionará nuestros problemas, actuamos como un imán que atrae la agresividad hacia nosotros.
¿Qué podemos aprender de cualquier accidente?
En todos los casos de accidentes: de tráfico, domésticos, laborales, etc. lo primero que debemos buscar es el mensaje que nos transmite, para solucionarlo de manera consciente y evitar su repetición. El accidente es como una señal que nos obliga a mirar en nuestro interior.
Pequeñas cosas en las que no nos paramos a pensar, como una quemadura mientras cocinamos o un pequeño corte en un dedo mientras cortamos verduras, los golpes en nuestro coche o una avería de un electrodoméstico nos aportan información valiosa sobre lo que pasa en nuestro interior.
Podemos y debemos hacernos preguntas:
¿Qué me quiere advertir este accidente?
¿Qué aspecto de mi vida debo transformar?
¿A qué cambio de comportamiento me estoy resistiendo?
¿Tuve la intención de hacer daño a alguien?
Y cuando el accidente queda en un serio aviso, ¿qué me indica?
Que debería cambiar mi estilo de vida. O puede que acabe en el hospital con varias fracturas y gano tiempo para reflexionar, se convierte en una enfermedad con su tiempo de convalecencia. El inconsciente me obliga a ser más flexible en el futuro (para evitar las fracturas)
En algunas ocasiones detrás de un accidente hay una incapacidad para hacerse valer, una rebelión contra la autoridad mal conducida o la creencia en las virtudes de la violencia.
Visto desde la psicogenealogía, los accidentes graves, son intentos de suicidio con más o menos fortuna.
¿Qué pautas se pueden seguir respecto a los accidentes?
A) Si el accidente ya ocurrió, hay que intentar leer su mensaje, para elevar a la consciencia el mensaje sanador que con él nos llega.

B) Si tememos tener un accidente o alguien nos maldice o nos vaticina que lo tendremos, el cerebro se programará para que suceda y lo atraeremos sin querer. En estos casos es mejor realizarlo de manera metafórica, el inconsciente entiende la metáfora y es como si ya se hubiese cumplido lo que tememos o lo que “debía” de pasar.

C) Para evitar accidentes:
Cambiar culpabilidad por responsabilidad.
No juzgarnos.
Canalizar la rabia y la agresividad hacia nosotros mismos con grandes dosis de creatividad.
Canalizar la agresividad y la rabia hacia los otros mediante la confrontación.
Gemma Pitarch
https://gemmapitarch.com
Fuentes: Alejandro Jodorowsky, diccionario Jacques Martel