jueves, 31 de mayo de 2018

La respiración, una gran aliada


►Mientras hay cuerpo, hay respiración. La vida se abre con una inhalación y se cierra con una exhalación. Respiramos de quince a viente veces por minuto. Es la fuente de vida, el hálito primordial, la fuerza vital que hace posible todos los procesos físicos y psíquicos y el nexo entre el cuerpo y la mente.


Es un proceso involuntario, pero que puede hacerse voluntario; una función mecánica, pero que puede hacerse consciente. Su relación con la mente es tan estrecha que en la sabiduría del yoga se ha dicho que la mente es jinete y la respiración es el caballo. El control de la respiración conduce al de la mente y el de la mente al de la respiración.
La esencia nutritiva de la respiración se conoce con el vocablo prana. Es la potencia vital. Ni un gesto, ni una idea, ni un pensamiento o movimiento es posible sin prana. A través del dominio de prana, yoguis avanzados influyen sobre el corazón, el pulso y el metabolismo.
La respiración es la más importante fuente de prana; otras lo son la alimentación,  el sueño, el descanso y las impresiones mentales y emocionales. La respiración consciente y profunda tiene por objeto abastecer al practicante de mayor cantidad de prana o fuerza vital. Fuerzas psicosomáticas pueden ser controladas mediante el dominio del prana.
El prana es también el “cordón” energético con la energía cósmica. La persona es un universo en miniatura o réplica del universo. Este microuniverso que somos está realimentado por prana. Sin prana, la muerte sobreviene; cuando prana no circula bien, hay una ruptura del equilibrio psicosomático y surgen determinadas enfermedades.
Hubo una escuela de yoguis, los pranavadins, extraordinariamente versados en el manejo del prana. Segun ellos, sin ejercicios de pranayama no hay verdadero yoga. El prana es también uno de los elementos vitales, como lo son la tierra, el agua, el fuego o el éter. El prana-vayu es el elemento aire y cursa por los conductos energéticos. Además de la fisiología normal, para los yoguis hay una fisiología sutil y el cuerpo físico se ve correspondido por el cuerpo sutil, con sus respectivos centros y canales de en energía.
La energía cósmica se conoce por Shakti, y ésta se manifiesta en el ser humano como prana o fuerza vital y como simiente de iluminación o Kundalini. Prana es dinámica y Kundalini es estática. Hay una estrecha conexión entre la mente, la respiración y la fuerza sexual. El yogui aprende a reorientar estas tres potencias, así como a desarrollar ese germen de Sabiduría o Iluminacíon que es Kundalini. Cuando Kundalini se va desplegando, permite al practicante escalar a dimensiones más elevadas de consciencia. El tiene que activar y dirigir idóneamente el prana y poner los medios y técnicas para el despertar de esa bella durmiente que es Kundalini y que al desplegarse muta la psique del aspirante y abre el ojo de su entendimiento correcto.
El prana es la fuerza que hace posible el funcionamiento de los órganos sensoriales y los órganos de acción. Es el ánimo (ánima) y el aliento, y cuando uno se siente escaso de ellos suele expresarse como “estoy desanimado” o “estoy desalentado”, pero si en cambio uno se siente bien, dice “estoy animado”, y es que cuando el prana funciona adecuadamente se siente estimulado el tono vital. Así es de importante prana en nuestras vidas.
Es también poder interior, y muchas de las técnicas del yoga (asanas, pranayama, savasana, meditación y otras) tienen por objeto la acumulación y distribución de prana. Por un lado, pues, tenemos que abastecernos de prana y, por otro, evitar sus fugas, que vienen dadas por agitación, disgustos, preocupaciones, obsesiones y la deficiente atención a las fuentes de prana.
El yogui trata de servirse de la sabia utilización de prana para estar fuerte y poder llevar a cabo el trabajo interior que le permita despertar Kundalini y conseguir estados superiores de consciencia que le acerquen a la Liberación, o sea a ese estado más allá de la actividad egocéntrica y que le hace percibirse a uno como la Totalidad.

Ramiro Calle
https://www.yogaenred.com

miércoles, 30 de mayo de 2018

Sé bueno contigo


Tratarnos bien a nosotros mismos suele ser difícil. Esto puede deberse a que creciste sintiendo que merecías menos que los demás o a que creas que no mereces ser feliz.
Hay muchos modos en los que nos maltratamos: uno de ellos es no expresando a los demás lo que en verdad necesitamos, otro es siendo muy duros con nosotros mismos en juicios, otra es no descansar lo suficiente, otra más es resignarte en tu dolor y dejar de luchar por salir del mismo, la lista es grande.
Es imposible que ayudes a otros si no empiezas por tu propia persona.
Pregúntate varias veces al día, especialmente cuando te sientas enojado, incómodo o irritado por estar haciendo algo que no quieres hacer: ¿estoy de mi lado o del lado del otro?, ¿estoy luchando por mis propios y genuinos intereses? y después de responder a estas preguntas trae a tu mente a una persona a la que realmente le importas y piensa que opinaría de lo que estás haciendo. Además, piensa con cariño y ternura en ti. Respira profundo y piensa en ti cuando eras niño y promete cuidarte mejor en  adelante.

Rocío Arocha
https://rocioarocha.com

martes, 29 de mayo de 2018

Ordena tu vida


Todo lo que va a venir a ti busca sitio en tu vida. 
Necesita un espacio y un momento de paz, pero a veces no lo encuentra porque tu vida está llena de ruido, de recuerdos acumulados en tu cabeza y en tu casa. Pensamientos rotos y viejos, muebles aparatosos que ocupan el espacio de cómodos sillones donde leer nuevos libros, vestidos que no usas ya que ocupan el lugar de vestidos nuevos que tienen que ver más con la persona que eres ahora y no con la que fuiste…
Lo que esperas que llegue está apunto de desembarcar pero necesita pista de aterrizaje y la tienes ocupada con un resentimiento absurdo que no sueltas, un apego triste a alguien a quién ni siquiera quieres ver ni querías ver cuando estaba en tu vida… Un álbum viejo que cuando contemplas con tus ojos cansados te pone triste e insistes una y otra vez sin darte cuenta de que o tiras el álbum o comprendes esa tristeza y la dejas marchar…
Si no dejas marchar nada, nada viene a ti, nada baila porque tus pensamientos de temor chillan tanto que no se oye la música…
Nunca hay silencio en tu mente y la voz que espera contarte los pasos que tienes que dar para llegar a donde quieres llegar no puede susurrarte… No te escuchas y no te notas porque siempre andas con prisa, y la intuición que iba a mostrarte el camino, se siente perdida y tiene la brújula estropeada y siempre marca a donde le dicte tu ansiedad…
Tu amarre al pasado no te deja notar este presente en el que está a punto de pasar algo maravilloso porque así lo has decidido. Tu obsesión por controlar cada detalle, no permite que la vida te sople un futuro digno de lo que mereces.
Si no sueltas tu necesidad de parecer nunca serás lo que realmente eres.
Si no sueltas tus sueños rancios no llegarán a tu cabeza sueños nuevos.
Si no sueltas tus miedos, no podrás saber que en realidad eran pistas para reconocer el camino a tu nuevo yo.
Si no sueltas tus cachivaches rotos jamás habrá espacio en tu vida para los nuevos… Si no sueltas lo viejo, no podrás agarrar lo nuevo.
Si siempre sales a la calle con paraguas y te cubres jamás sabrás si ha salido el sol.
Si no te desnudas, no podrás probarte el vestido nuevo.
Si no dejas ir a esas personas que ya no quieren estar en tu vida, no podrás conocer a las que te esperan para compartir.
Si te amarras a tierra, nunca podrá zarpar tu barco.
Si no sueltas tu necesidad de estar seguro y abrazas la incertidumbre, nunca encontrarás la paz de saber que siempre cuentas contigo. 
Mira lo que te rodea. Los espejos rotos que dicen que hay muchas tú y te privan de ver a la verdadera… Los papeles amarillentos con palabras de amor gastadas… Los pares de zapatos que surcaron otros caminos que ya no son tus caminos… Los paraguas por si acaso, los platos que nunca usas porque son para las ocasiones especiales que no llegan, los recortes de periódico que parecen recordarte que han pasado muchas cosas y tú no fuiste protagonista de ninguna…
Si no pones orden en tu espacio no encontrarás la pieza perdida del rompecabezas, la pista que marca en tu vida un antes y un después… 
Si no abres la puerta para dejar salir la niebla, jamás verás lo que buscas.
Si no permites que lo que ya no necesitas desaparezca, lo que necesitas de verdad nunca llegará.
Si no tiras lo que sobra, no vendrá lo que falta… Por eso tienes que pasar revista a tu vida, a tu casa, a tu mente… Tirar pensamientos gastados, ideas absurdas, creencias que te anclan a un pasado roto y triste… Revisar tus trastos viejos, escoger entre tus libros los que son maravillosos, entre tus zapatos, entre tus pañuelos, entre tus trajes y camisas, entre tus  sueños, entre tus recuerdos, entre tus listas de tareas pendientes las que todavía te apasionan, las que todavía te desafían… Mirar entre tus miedos los que ya no te asustan, hurgar entre tus corbatas, tus lápices, tus cuadernos de historias, tus tazas favoritas, tus anécdotas pasadas, entre las ofensas recibidas para soltar y dejar que se vayan y dejen de doler y reabrir heridas… Escoger de todo ello lo que realmente quieres que aún permanezca en tu vida. Porque te sirve, porque te ayuda a avanzar, porque te hace sentir bien y te hace fácil el camino. Ordena tu vida, ordena tu mente, ordena tus sueños, ordena tus prioridades… 
Si no dejas espacio para lo nuevo, lo viejo ocupa todo tu espacio…
Si no sueltas tu vieja vida, la nueva no podrá empezar ahora.


Merce Roura
https://mercerou.wordpress.com