jueves, 24 de mayo de 2018

Quien tiene en su vida a un perro tiene un ángel


Quien tiene en su vida a un perro tiene una fortuna. Esta es una afirmación que a muy pocos les sorprenderá, sobre todo a quienes han gozado de la compañía de un ángel de cuatro patas y se han empapado de la magia que tienen estos maravillosos seres.
Recibimos un cariño intenso y único de ellos. Y ellos se convierten en nuestra familia, en niños eternos de tremenda sabiduría e inmensa inteligencia emocional, pues acaban siendo los mejores conocedores de nuestras costumbres, sentimientos y pensamientos. Los mejores conocedores y los mayores merecedores de nuestras sonrisas.
Con solo una mirada ellos descifran nuestro estado emocional, nos acompañan, nos divierten y nos hacen sentir especiales, únicos e imprescindibles. Así, con sus particulares leyes de propiedad (tienen derecho a todo) y sus lindos ojitos suplicantes, consiguen de nosotros hasta lo que juramos que jamás permitiríamos(por ejemplo, dormir en nuestra cama).

Las reglas del perro hacia su humano


►Hay ciertas reglas que cuando convives con un perro son incuestionables. Es así, nuestros animales nos educan, domestican o adiestran, como prefiramos llamarlo. Ellos ponen los principios de la convivencia y la “pugna” por los propios derechos acaba convirtiéndose en una tierna y divertida pelea.
Así, no podemos evitar sonreír cuando los identificamos con sus sorprendentes normas de enternecedores dictadores de la casa. Veamos:
Regla nº 1: Debes darme a probar cada cosa que comas.
Regla nº 2: No me llames y me metas al cuarto de baño bajo ningún concepto.
Regla nº 3: No volverás a hacer tus necesidades solo en el cuarto de baño nunca más.
Regla nº 4: No me digas que me calle cuando me pongo a ladrar, tengo mis motivos. ¡¡Algo está pasando ahí fuera!!
Regla nº 5: Me dormiré en cualquier lugar de la casa, preferiblemente donde más te estorbe.
Regla nº 6: No puedes entrar en casa oliendo a otros perros y pensar que eso no va a tener consecuencias.
Regla nº 7: Déjame salir fuera cada vez que te lo pida, incluso si acabo de entrar. Es necesario que me cerciore de que he olido todo correctamente.
Regla nº 8: Tienes permiso para dormir en la cama, pero no hace falta que me muevas, lo mejor es que te pongas en una esquina y no me molestes.
Regla nº 9: ¡¡¡Si cae al suelo es MÍO!!! Te miraré mal si te adelantas y no me dejas cogerlo.
Regla nº 10: No pienses en abandonar una habitación sin mí.

La riqueza emocional de compartir la vida con un animal


Sea perro, gato o conejo, compartir nuestra vida con un animal es una bendición, pues nos enseña a respetar, amar y estructurar la vida de otra manera. Hay muchas personas que piensan que tener un animal te limita, pues por ejemplo no puedes ir a cualquier lugar con ellos de vacaciones o tienes que tener en cuenta muchas otras de sus necesidades.
Pero quien tiene un perro o cualquier otro animal siente a éste como parte de su familia y los sentimientos compensan todos esos “pequeños inconvenientes”. Es cierto que si no compartiésemos la vida con ellos nuestra cartera estaría más llena, pero nuestro corazón estaría más vacío.
Lo que te aportan emocional y físicamente supone una riqueza enorme que no puede compensarse ni con todo el dinero del mundo. Así, aprender lo que es tener un animal, comprender cómo se les quiere y completar nuestra familia con su presencia es una oportunidad que todos deberíamos tener en nuestra vida.
Eso sí, siempre con conciencia y respeto, sabiendo como saben los amantes de los animales que cuidar y querer a uno de ellos es una responsabilidad que no puede dejar de atenderse y que nos ofrece la posibilidad de adquirir un gran conocimiento en diversas áreas de la vida.
►Porque sobre todo nuestra mayor riqueza cuando disfrutamos de su compañía es la emocional, la cual es incomparable y nos hace inmensamente felices. Esa es nuestra mayor fortuna.




Raquel Aldana para la mente es maravillosa
Vía http://paradigmaterrestre.com

miércoles, 23 de mayo de 2018

Ejercicio breve de 5 preguntas que te ayudará a saber qué necesitas cambiar en ti


Aquello que te define no es una sola cosa. Es un conjunto de elementos que te hacen ser quien eres.
El problema es que muchas veces no nos detenemos a analizar esos elementos, y entonces no logramos terminar de conocernos profundamente.
►Si no te conoces bien a ti mismo, te resultará muy difícil sentirte feliz. Es que, simplemente, no sabes dónde reside tu felicidad. Descubrir quién eres realmente, en cambio, te permitirá encontrar siempre el mejor camino a seguir y a estar contento con tus actos.
Estas cinco preguntas te ayudarán a descubrir tu verdadera esencia. Cuando tengas un momento para ti, intenta responderlas con honestidad. Verás que descubres cosas que no te imaginabas.

1. ¿Cuál es la actividad que más alegría te genera?

Muchas veces nos pasamos todo el día haciendo cosas que no nos gustan. Peor que eso: haciendo cosas que no nos hacen felices.
Cuando las responsabilidades te superan, puede que termines dejando de lado aquello que verdaderamente te gusta, hasta que terminas por olvidarlo. Por eso, es una buena idea que pares unos minutos y te preguntes si algo de lo que estás haciendo te hace feliz.
No importa si no puedes hacerlo todo el día. Pero si lo que más alegría te da es estar con tus hijos… ¿Por qué haces tantas horas extra en la oficina?
Si lo que te hace feliz es bailar, ¿Por qué no anotarte en un curso de fin de semana?
Siempre tienes la posibilidad de elegir hacer lo que te hace feliz. Puede ser cualquier cosa, pero debes ser sincero contigo mismo. Una vez que descubras qué te da alegría, dale prioridad. Verás que te sientes mucho mejor después de hacerlo.

2. Si una situación no te hace bien, ¿te quedas o lo dejas?

Un trabajo, una pareja, hasta una amistad. A veces hay situaciones en la vida que simplemente ya no están funcionando: no nos hacen bien.
Este tipo de situaciones se presentan en la vida todo el tiempo, y es importante que analices tu comportamiento habitual cuando esto aparece.
Soltar una situación incómoda para poder seguir adelante más liviano es una decisión sabia. Lo cual no quiere decir que hay que irse sin luchar.
►En realidad, la pregunta esencial sería… ¿Eres capaz de encontrar un equilibrio entre el compromiso y tu propia felicidad?
Si la respuesta es sí, entonces estás en el buen camino. De otra manera, deberías empezar a plantearte cambiar algunas cosas.

3. ¿Dónde están tus límites?

A veces dejas de hacer cosas que te hubieran gustado, y no sabes por qué. Muchas veces, esto sucede porque los límites que tú mismo te impones son muy cerrados.
Quizá la próxima vez que vayas a desechar una idea, podrías preguntarte ¿Dónde están mis límites? y justo después ¿Esos límites se pueden correr?
Quizá te des cuenta que estás limitándote más de lo necesario. Si eres capaz de sopesar tus capacidades con aquello que quieres hacer, posiblemente descubras que tienes más medios para conseguirlo de los que pensabas.

4. ¿De qué te sientes orgulloso?

Muchas veces, la respuesta a esta pregunta se contesta con cosas externas: mi familia, mis hijos, mi casa.
Pero la pregunta tiene que ver sólo contigo. ¿Qué tienes dentro tuyo que te hace sentir orgulloso? ¿Cuál es el talento que te gusta tener?
Aunque digas que no, siempre hay uno. Todos tenemos virtudes que nos hacen sentir orgullosos. Pero a veces, reconocernos orgullosos de nuestras capacidades se confunde con falta de humildad.
Se puede ser humilde reconociendo los talentos de uno. No tiene que ver con alardear, sino con estar convencidos de nuestro valor.
Trata de hacer una lista de las cosas que te hacen sentir orgulloso de ser quien eres.

5. ¿Cuáles son tus valores?

Actuar de acuerdo a tus valores es algo que te ayudará a tomar decisiones en momentos de duda. El problema es que tal vez no sabes cuáles son tus valores.
Es sumamente importante que respondas esta pregunta con sinceridad y seriedad. El amor, la vocación, la familia, el dinero… No importa cuál sea tu valor, sólo importa que lo tengas muy claro.
Así, siempre que dudes sobre cómo seguir, podrás volver a tus valores y decidir de acuerdo a ellos.
¿Alguna vez te hiciste estas preguntas? ¿Crees que habría que agregar alguna?

La Bio Guía
http://paradigmaterrestre.com

martes, 22 de mayo de 2018

LOS TRES ESTADOS


La Conciencia Pura experimenta en los tres estados: estado de vigiliaestado de sueño con sueños y estado de sueño profundo.


1. El estado de vigilia es la experiencia con el cuerpo. En este estado hay mucha identificación con el cuerpo-mente y por tanto, con el mundo. Es este estado el "yo" es muy intenso debido a las formas separadas manifestadas. Hay una multiplicidad de formas que están separadas unas de otras, pero son solo apariencias mentales, proyecciones de la mente.

Este estado es cambiante; el cuerpo nace y muere, los pensamientos son cambiantes, pues van y vienen, hay movimiento, las emociones también son cambiantes. Todo lo que es cambiante tiene un principio y un final, es impermanente, por tanto, está sujeto a la muerte. No es real.

2. El estado de sueño con sueños es la experiencia sin el cuerpo. En este estado la identificación es más sutil. También hay identificación con un cuerpo y una historia. Pero tanto el cuerpo como la historia es totalmente distinta al cuerpo del estado de vigilia y también la historia y situación de vida es diferente.

¿Dónde están todas mis posesiones, mi familia, mi trabajo, mi casa, mi cuerpo físico, etc.?
Es aquí cuando hay una clara visión de que el estado de vigilia no es real, ya que en el estado de sueño con sueños se experimentan diversas historias constantemente.
Este estado también es cambiante, los sueños son distintos y cambiantes, hay un principio y un final, un movimiento, una impermanencia, por tanto, tampoco es real.

3. El estado de sueño profundo
 es la "no-experiencia". No hay experiencia, no hay cuerpo ni mente, no hay historia ni hay yo.
En este estado el yo vuelve a la fuente y por tanto, hay un profundo descanso. Al no haber identificación, hay un gran descanso.

Este estado también es cambiante, impermanente, por tanto, tampoco es real. No hay cuerpo, ni mente, ni experiencia, ni yo. Al no haber yo, no hay mundo manifestado. Entonces ¿qué es lo que queda? Nada, absolutamente nada.

Y ¿qué es consciente de esta nada?
Esto que es consciente de esta nada es lo que realmente eres; Conciencia pura y absoluta.
Esta conciencia que siempre es consciente de toda experiencia y no-experiencia. Esta conciencia que es permanente, que no cambia, que es siempre la misma. Esta conciencia que nunca está afectada por la experiencia, pues está más allá de toda experiencia. Es esta conciencia que no tiene nombre ni forma, que ni es alterada y que no puede ser descrita ni comprendida por la mente. Es simplemente esta Conciencia Pura Absoluta que está más allá del tiempo y el espacio y de toda manifestación. Esto que siempre Es, es la Realidad, y es tu verdadera esencia.


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