viernes, 3 de noviembre de 2017

Beneficios de la risa

La revista Muy interesante publicaba hace unos días un artículo sobre el efecto de la risa en nuestro cerebro. Cuenta que la escuela de medicina de la Universidad de Loma Linda en California (EEUU) realizó un estudio con 31 voluntarios cuyas ondas cerebrales fueron monitoreadas mientras veían vídeos sobre tres temáticas: humor, espiritualidad y terror.


Los resultados determinaron que los vídeos humorísticos producían un alto nivel de ondas gamma, las mismas que genera la práctica de la meditación, según los investigadores.
Los vídeos espirituales estimulaban las ondas cerebrales alfa, análogas a las que se producen mientras dormimos o estamos en reposo.

Por último, los vídeos perturbadores provocaban ondas cerebrales planas, como cuando una persona se encuentra en una situación en la que no desea estar. Y añaden como resultado que el humor en realidad involucra una experiencia total en el cerebro similar a la meditación, y que con la risa es como si el cerebro recibiera un entrenamiento. Y este efecto es importante, porque permite ser capaz de pensar con mayor claridad, tener pensamientos más positivos y conciliadores y ser capaces de tomar decisiones clave en nuestra vida de una forma más serena, afirma Lee Berk, líder del estudio.
El yoga desde hace milenios nos habla de Santosha, una de las primeras actitudes a tener en cuenta para todos aquellos que están en la vía del yoga. Un paso previo antes de comenzar en esa experiencia de autoconocimiento. Es difícil de traducir y frecuentemente se hace como resignación o aceptación. Pero Santosha va más allá: es estar contento, tanto lo que ocurra me guste como si no me gusta. Tan difícil es de traducir que la palabra que más me parece que puede corresponderle -ocurre así en los idiomas- de momento no existe para la Real Academia de la Lengua: contentamiento.
Para mí es uno de los grande regalos que la India le ha hecho a la humanidad. Si cuando estamos disgustados, asustados o preocupados nos acordamos de Santosha, podemos volver a ese espacio que da el testigo y nos es fácil dejar de identificar nuestro estado interior con las cosas que nos causan aflicción. Os dejo dos imágenes que reflejan lo que quiero decir, ateniéndome a que una imagen es mejor que mil palabras.
Como médico me alegro de que la ciencia certifique poco a poco las bondades del yoga, de que la ONU lo haya declarado Patrimonio de la Humanidad. Como profesora y practicante, agradezco estos mensajes recibidos que tanto han contribuido a mi bienestar y felicidad. Os animo a que plantéis Santosha, como una semilla tanto en vuestro cerebro como en vuestro corazón, si es verdad que son sitios diferentes, seguro que florecerá… y a reírse!!!


Dra. Pila Luna//Médico y profesora de yoga

http://www.yogaenred.com

jueves, 2 de noviembre de 2017

Técnicas de manipulación psicológica de las que puedes estar siendo víctima


Están en los lugares que frecuentamos más a menudo. Puede ser tu jefe, el vecino de arriba, un compañero de trabajo, un cliente, un familiar lejano o cercano o cualquier amigo. Hablamos de personas que dominan a la perfección ciertas técnicas de manipulación y que las usan para confundirnos.
Aunque estén a nuestro alrededor, no es fácil detectar a estas personas. Sus características y rasgos de personalidad no son evidentes. Nadie lleva un cartel en la frente avisando que es un narcisista o un sociópata. Entonces, ¿cómo podemos evitarlas?

¿Por qué a mí?

Este tipo de personas se alimentan del dolor ajeno. Por tanto, no es que tú seas más débil, vulnerable o especial, sino que eres otra víctima para ellos. Un número más.
Todos hemos experimentado culpabilidad o desconfianza después de ciertas situaciones en las que nos vemos involucrados. Y lo peor es que lo sentimos sin saber: ni cómo ni por qué. Pero el caso es que las consecuencias nos salpican, minan nuestra moral, complican nuestra vida y aumentan nuestras inseguridades. ¿Cómo lo hacen sin que nos demos apenas cuenta?

¿Qué buscan los manipuladores?

En general, existen muchas clases de personas manipuladoras: sociópatas, narcisistas, mentirosos o los llamados vampiros psicológicos. Y detectarlas es más una cuestión práctica que teórica. Por eso, si habéis sido víctimas de ellas alguna vez, os será más fácil anticiparos a ellas.
Sin embargo, sí se puede considerar que los objetivos de las personas manipuladoras son muy claros, instrumentales y siguen un patrón determinado. Algunos de ellos son:
  • Anular tu fuerza de voluntad: buscan sembrar la duda y que permanezcas bajo su amparo.
  • Destruir tu autoestima: sacarle pegas a todo lo que hagas o hayas hecho. No son constructivos, solo tratan de sacar defectos.
  • Venganza pasivo-agresiva: te castigan con su ignorancia. Cuando les necesitas, te dejan de lado; por lo que basta con que les pidas algo, para que te den plantón o ni siquiera vuelvan a dirigirte la palabra.
  • Tergiversar la realidad: disfrutan confundiendo a las personas y creando discusiones y malentendidos ajenos. Tras haber generado una disputa, se mantienen al margen divirtiéndose con las disputas de los demás.

Aprende a evitar sus técnicas de manipulación

Las consecuencias de su manipulación pueden llegar a generar una huella muy profunda en cada uno de nosotros. Por eso, se antoja necesario que conozcamos cuáles son las técnicas de manipulación que usan con más frecuencia. La cuestión es aprender a anticiparnos y a no a ser sus títeres.
Estas personas suelen reírse de nuestras opiniones, responsabilizarnos o hacernos sentir culpables, atacar sutilmente, interrogarnos, retrasar lo que no les interesa, autocompadecerse, negar verdades… Todo lo necesario para controlar la situación. Pero, ¿qué técnicas de manipulación usan para conseguirlo?

Gaslighting

Conocida como “luz de gas”, es una de las más insidiosas. “Eso no ha sucedido nunca”, ‘Te lo has imaginado” o “¿Estás loco?”. Son algunas de las expresiones que emplean para distorsionar y confundir tu sentido de la realidad, haciéndote creer algo que no ha sucedido.
Infunde en las víctimas un sentido extremo de angustia y confusión, hasta tal punto que dejan de confiar en sí mismos, en su propia memoria, percepción o juicio.

Proyección

El manipulador traslada sus rasgos negativos o desplaza la responsabilidad de sus comportamientos a otra persona. Los narcisistas y psicópatas la usan en exceso, afirmando que la maldad que los rodea no es su culpa, sino tuya.

Conversaciones sin sentido

Diez minutos de conversación. Eso es el tiempo que seguramente tardes en abandonar la charla. Los manipuladores dicen sinsentidos, explicaciones ilógicas, cortinas de humo, acontecimientos del pasado…
Solo enredan. Hacen monólogos y tratan de envolverte con su palabrería. ¿Un consejo? Corta por lo sano. Y si puedes irte a los 5 minutos, mejor. Tu mente lo agradecerá.

Generalizaciones y descalificaciones

Hacen afirmaciones generales, vagas, inconcretas. Pueden parecer intelectuales, pero, en realidad, son vagos. Sus conclusiones son demasiado generales; su objetivo es desestimarte y echar por tierra tus opiniones.
Por ejemplo, “es que siempre quieres llevar razón”, “todo te molesta”, “nunca estás de acuerdo”. Mantén la calma. Puedes tirar de ironía, con un simple “gracias”, o por ignorarle con un rotundo “creo que estás algo alterado, ya hablaremos después”.

El absurdo

Recuerda que buscan minar tu moral y hacer que te replantees aquello en lo que crees. Pueden poner palabras en tu boca que no has dicho, te harán pensar que tienen el súperpoder de “leerte la mente”. Pero no, solo son argucias y tejemanejes. Puedes ayudarte mediante la claudicación simulada. Le dices que tiene razón para que se lo crea, pero mantienes tu postura. También puedes responder a su chantaje con un “vale” o con frases lacónicas.
Lo importante es que alejes tu autoestima de sus manos. Piensan que es lo que quieren tirar por el suelo para poder controlarte. Una vez que te ha debilitado, la tarea para ellos es mucho más fácil.
► No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.

Disfraz de bondadoso

“Sí, pero…”. Si te acabas de comprar una casa, te dirá que qué pena que aún no tengas otra en la playa; si te has puesto más elegante que nunca, apuntará que otros pendientes te habrían quedado mejor… Si has completado un informe impecable, se fijará en que la grapa no está bien fijada.
Pero que no te afecte, ¡tú sabes lo que vales! Tus logros y tus virtudes valen más que sus técnicas de manipulación. No le des credibilidad y júntate con personas que pasan más tiempo recalcando lo que está bien y animándote; esas que te halagan cuando lo tienen que hacer y emiten críticas constructivas, no destructivas.

Resiste su ataque de rabia

Cuando te opones a un manipulador, lo más normal es que su cólera aumente en pocos segundos, especialmente si no le sigues el juego: su tolerancia a la frustración no suele ser muy alta. Es posible que comience a decir barbaridades e incluso te insulte y se refiera a ti en términos despectivos y peyorativos. Es fruto de su propia desconfianza.
Estas son las técnicas de manipulación más sutiles y frecuentes que emplean estas personas para humillarte. Dominar tus emociones y mantener la cabeza fría: la única forma de escapar a su control. Si no sucumbes, se cansarán y acabarán buscando otra víctima. 
La vida lejos de la gente tóxica es mucho mejor.

Psicología/Sara Clemente
https://lamenteesmaravillosa.com

miércoles, 1 de noviembre de 2017

En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia


Al principio somos como niños ansiosos. Queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con devorar experiencias, con exprimir la vida. Más tarde llegan los triunfos, las desilusiones, las piedras en el camino… No obstante, de eso trata la vida, de avanzar, de asumir cambios y ser humildes en todo ese maravilloso trayecto vital.
¿Quién no ha querido alguna vez que algo llegue lo más pronto posible? ¿Y quién no ha deseado en alguna ocasión que un momento fuera eterno, que el tiempo se detuviera ahí mismo como esas rocas que se alzan firmes en medio del océano?
No importa, porque los buenos momentos siempre se quedarán impresos en nuestra memoria. El hombre, por así decirlo, está hecho de recuerdos y nos pasamos gran parte del día evocando buenos y malos instantes.
Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar. No obstante, no hay que tener miedo a ese camino, a ese avanzar.
Todos somos breves inquilinos en este mundo imperfecto lleno de cosas maravillosas. No hay que tenerle miedo a los años, sino a la vida no vivida, a los años vacíos huecos de emociones, de triunfos y por qué no, también de fracasos nunca experimentados. Esos de los que tanto aprendemos.
Reflexionemos hoy brevemente sobre este avanzar de nuestra existencia, hablemos de esos aspectos permanentes que debemos cuidar cada día para llevar una vida más plena.

En la vida todo cambia, excepto las esencias

En efecto, podríamos decir que en esta vida todo llega, todo pasa y todo cambia. No obstante, hay algunos elementos que deben ser puntos fijos en nuestro microuniverso particular:

Tu autoestima, tu necesidad por aprender e ilusionarte

El amor, el respeto, la dignidad y nuestra necesidad por cultivar el crecimiento personal, deben ser pilares esenciales en tu día a día. Veletas que guiar con fuerza y entereza tu camino, sea cual sea.
Hay veces en que en esta extensa aventura vital, declinamos muchos de estos aspectos en favor de otras personas. Hay quien prioriza en algún momento de su vida a sus parejas hasta tal punto, que se olvida de uno mismo.
Y si bien todo es justificable si los sentimientos son intensos, hay que saber mantener el equilibrio. Ofrecernos a los demás hasta el punto de olvidar nuestras necesidades, nos hará caer tarde o temprano en la frustración, y por tanto dejaremos de avanzar.
Cuando pierdes tu capacidad por ilusionarte, cuando tus días están aferrados a la preocupación o la insatisfacción, tu vida ha dejado de avanzar. 
El peso que acumulas te arraiga ya al sufrimiento. Respira, relativiza todo lo que te aferra y rompe las cadenas que creas necesarias…
Puede que pienses también que otro aspecto que no debe cambiar a lo largo de nuestra vida, son sin duda los valores. Bien, sin lugar a dudas existirán esos esquemas básicos que nunca romperemos, como es el respeto a uno mismo y a los demás, la honestidad, la valentía…
Ahora bien, dentro de este avanzar vital, todos podemos llegar a hacer pequeños cambios en nuestra personalidad e incluso en nuestra escala de valores de acuerdo a las experiencias vividas. Y todo será sin duda para bien porque forma parte del proceso de aprendizaje y de crecimiento.
No le tengas miedo a los cambios, son anclas que rompemos para avanzar con un poco más de sabiduría de acuerdo a los actos vividos.

El amor que nos trasciende

El amor que sentimos por los nuestros, por nuestra familia, por nuestra pareja o nuestros hijos, son también puntos fijos en nuestra esencia vital.
Ahora bien, el amor no es una entidad estable en el tiempo. También el amor se trasforma y se adapta. Un ejemplo de ello es nuestra propia relación de pareja.
Los dos miembros deberán ir adaptando a los cambios vitales que van surgiendo a lo largo del tiempo: los cambios de trabajo, la llegada de los hijos, el equilibrar el crecimiento individual con el crecimiento de la propia pareja.
Todo ello son momentos que van a exigir nuestra dedicación, nuestra sabiduría y la capacidad de ir avanzando siendo dos personas en una misma unidad existencial. Compartimos esas mismas raíces nutridas por el amor, pero alzamos nuestras ramas personales para seguir creciendo personalmente.

Claves para asumir los cambios con sabiduría

– Tú eres la prioridad, el protagonista de tu vida y eres importante dentro de tu mundo. No te aferres a los miedos o a la indecisión porque a largo plazo, llegará la frustración, el lamento por una vida no vivida.
– Nunca dejes de cuidar a ese “niño interior. Debes ilusionarte por ti y por la vida, ser espontáneo dentro de toda la sabiduría que has adquirido. Disfruta de las cosas sencillas, ama, experimenta, atrévete.
No te ancles a los errores del pasado ni te alimentes de nostalgias, la vida no espera a quien se detiene en sus propias oscuridades. La vida busca luz y su propia libertad, permítete crecer con ella, con optimismo, con ilusión y sencillez.

Psicología/Valeria Sabater
Cortesía imagen: Cha Wakan
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