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viernes, 8 de junio de 2018

Nueve hábitos que apoyan la regeneración de células cerebrales

A medida que envejecemos nuestro cerebro tiende a desacelerarse ya que nuestras células cerebrales o neuronas comienzan a decrecer. No es ningún secreto, que después de los 25 años, de forma natural comenzamos a perder células cerebrales. Pero, no todo está perdido ya que, a lo largo de tu vida puedes cultivar nuevas células cerebrales.





Los siguientes hábitos son conocidos por ayudar en el crecimiento de nuevas células y mantener su cerebro tan claro como siempre.

  1. Chocolate negro para más neuronas

El chocolate negro contiene flavonoides y antioxidantes. Se recomienda comer un poco de chocolate negro orgánico regularmente ya que, este delicioso alimento puede ayudarte a cultivar nuevas neuronas. ¡A sacrificarse!

2. Definitivamente haz más ejercicio

Trotar, es un ejercicio de resistencia regular que puede ayudarte a promover el crecimiento de nuevas células en tu cerebro. El ejercicio de resistencia es un estimulante para la producción de una proteína conocida como FNDC5. Esta proteína estimula la producción de otra proteína en el cerebro, conocida como BDNF, que promueve el crecimiento de nuevos nervios y sinapsis.

3. Prueba hacer el ayuno intermitente

Ciertos estudios han demostrado que el ayuno intermitente* es un factor que ayuda en la reducción de los efectos del envejecimiento en nuestro cerebro. Según estos estudios, el ayuno tiene un efecto antiinflamatorio en el cuerpo y ayuda en la estimulación del crecimiento de nuevas células cerebrales.

4. Toma mucho té verde

No solo el té verde está lleno de antioxidantes, también contiene un compuesto conocido como galato de epigalocatequina o EGCG que se ha relacionado con el crecimiento de nuevas células cerebrales, ¡así que a tomarlo!

5. Pasa tiempo al aire libre
         
Para que tu cuerpo produzca vitamina D es necesario que tu piel se exponga a la luz solar. La BDNF, es una proteína en tu cerebro que estimula el crecimiento de nuevos nervios y sinapsis. La vitamina D hace que esta proteína aumente en tu cerebro.

6. Agrega arándanos a tu dieta diaria

Los arándanos están cargados de antioxidantes al igual que el chocolate negro. También contienen un flavonoide llamado colorante antocianina, que es responsable de su coloración azul. Pues bien, la colorante antocianina tiene la capacidad de producir nuevas neuronas en el cerebro.

7. Los ácidos grasos Omega-3 son esenciales

Los alimentos ricos en Omega-3 ayudan a promover el crecimiento de las neuronas. Agrega semillas de lino, aguacates, semillas de chía, aceite de oliva y nueces a tu dieta para asegurarte de obtener una buena dosis diaria de ácidos grasos omega-3.

8. Consume más cúrcuma

Estudios sugieren que la cúrcuma puede contribuir a la regeneración de un cerebro dañado, lo que puede ser extremadamente beneficioso en el tratamiento de trastornos neurológicos.

9. Comprométete

Mantener tu cerebro estimulado aumenta la neurogénesis del hipocampo, el proceso por el cual se generan las neuronas. Aprender una nueva habilidad, interactuar con otros, armar un rompecabezas o completar un crucigrama puede ayudar a mantener tu cerebro activo y con ello joven.
La próxima semana, veremos otros recursos para estimular nuestro cerebro, siempre de la perspectiva de la medicina natural y holístia.

Hasta la próxima.
Lic. RaúlPérez

https://www.cambiodevida.com.ar

Fuente: www.lavidalucida.com

lunes, 4 de junio de 2018

5 beneficios psicológicos de hacer ejercicio físico


El ejercicio físico contribuye a mantener una buena salud y a prevenir diversas enfermedades. Incluso, practicarlo de forma regular es una excelente vía para despejar la mente, tomar decisiones y alcanzar el bienestar emocional.
Nos hemos acostumbrado a pensar que la mente y el cuerpo son dos realidades distintas que no tienen nada que ver. Pero esto no es así. Cuerpo y mente se modelan mutuamente, trabajan juntos y no se aíslan entre sí. De hecho, su relación y forma de funcionar son fundamentales para nuestra salud.
Los investigadores han descubierto que sin importar la edad o la condición, el ejercicio físico tiene efectos magníficos sobre las capacidades de aprendizaje y el bienestaremocional. Muchos problemas emocionales se regulan y se pueden tratar mejor mediante el deporte y la actividad física. Para mirar esto con más detalle, veamos algunos de esos beneficios.
 ► El movimiento es una medicina para crear el cambio físico, emocional y mental.
                                                    Carol Welch     

1. El ejercicio físico incrementa la autoestima

¿Cómo es posible que el ejercicio físico modifique un aspecto tan interno como la autoestima? Simplemente porque al realizar actividades para el cuidado del cuerpo y ampliar los límites de exigencia física, también aumenta la percepción positiva que uno tiene de sí mismo.

Después de hacer ejercicio físico se experimenta una sensación similar a la que se siente cuando se obtiene un logro. Esto, por lo tanto, aumenta la valoración de lo que uno es y lo que uno hace. Además, el ejercicio físico tiene la propiedad de que mejora la aparienciaen un tiempo relativamente corto. La piel se revitaliza, el cuerpo se tonifica y todo en conjunto nos hace ver más atractivos.

2. Activa la química de la felicidad

Uno de los efectos del ejercicio físico sobre el cerebro es la activación de la producción de endorfinas. Unas sustancias químicas que actúan como neurotransmisores. Su función es la de reducir el dolor físico, casi como lo haría un medicamento, y, a la vez, crear una sensación de felicidad.
Por esta razón, el ejercicio físico es muy recomendable para quienes tengan síntomas de depresión o simplemente se encuentren “bajos de ánimo”. De hecho, hacer 15-20 minutos de ejercicio resulta muy beneficioso cuando nos sentimos tristes.

3. Reduce el estrés y la ansiedad

La actividad física es una excelente vía para disminuir la tensión muscular, lo cual incide significativamente en los estados de estrés. Por un lado, ejerce una función distractora que permite reducir los estados de alerta y disminuir los niveles de ansiedad. Por otro, el carácter recreativo del ejercicio y del deporte hacen que se liberen muchas tensiones emocionales.

Además, el ejercicio físico y el deporte contribuyen en el proceso de reabsorción del “cortisol”, también conocido como “la hormona del estrés”. En los estados de miedo, angustia y ansiedad hay una cantidad significativa de esta hormona en nuestro organismo. Al realizar actividades físicas, el organismo la asimila y esto se refleja en disminución del estrés.

4. Protege contra el deterioro cognitivo

El deporte y el ejercicio físico no solo ejercen un magnífico efecto sobre nuestro estado de ánimo, sino que también son determinantes en nuestras habilidades cognitivas. Si se realizan actividades físicas con frecuencia, aumentan varias sustancias químicas en el cerebro que evitan la degeneración de algunas neuronas en una zona llamada “hipocampo”.
Dicho de otra manera, el ejercicio físico contribuye a que nuestro cerebro se mantenga funcionando bien con el paso de los años. Las personas sedentarias están más expuestas a sufrir de enfermedades como Alzheimer al llegar a una edad avanzada.

5. Facilita el control de las adicciones

El ejercicio ha demostrado ser un excelente motivador para quienes desean dejar de fumar. Además de ayudar a recuperar la capacidad pulmonar, también contribuye a reducir los efectos secundarios de la abstinencia.
La actividad física es magnífica como complemento de los procesos de deshabituación y desintoxicación en varios sentidos. Por un lado, incrementa la sensación de control sobre el propio comportamiento. Por otro, ayuda a construir hábitos de vida saludables y reduce los síntomas del síndrome de abstinencia.
Estos son solo algunos de los extraordinarios beneficios psicológicos  del ejercicio físico. Como ves no tienes que volverte un atleta. Lo mejor es que logres hacer al menos 15-20 minutos de ejercicio al día. Si no te es posible, prueba con media hora durante tres días a la semana. Seguro que rápidamente notarás sus efectos.

Edith Sánchez
https://lamenteesmaravillosa.com

domingo, 3 de junio de 2018

El Tejido Fascial

El tejido conjuntivo (vainas, láminas, tendones, ligamentos, cápsulas, tejidos y aponeurosis) tiene un papel primordial en la estática del cuerpo.
La Fascia es una membrana fibrosa de tejido conjuntivo que envuelve a los músculos y órganos internos, y forma las cápsulas articulares, los tendones y los ligamentos. Está compuesto por células, fibras (colágeno, fibras reticulares, fibras elásticas) y sustancia fundamental. La fascia corporal tiene un recorrido continuo e ininterrumpido, envolviendo a todas las estructuras somáticas y viscerales, y funcionalmente incluye a las meninges. Es la estructura que conecta a todo el cuerpo, brindando soporte y determinando su forma.
Tiene una extraordinaria capacidad de deslizamiento y desplazamiento, para así posibilitar todos los movimientos, desde el ritmo craneosacro, los latidos del corazón, la expansión de los pulmones al respirar, hasta la elevación de los miembros. Tiene un papel muy importante en el control del crecimiento del organismo, así como su mantenimiento y relación con el sistema nervioso central


La presencia de restricciones del sistema fascial y de su estructura interna crea incomodidades que interfieren en el desenvolvimiento funcional apropiado de todos los sistemas corporales, incluyendo la eficiente ejecución de los movimientos.


Funciones del Tejido Fascial:

  • Sostén, estabilidad y suspensión. Le da forma a todos los tejidos del organismo.
  • Transmisión de fuerzas.
  • Facilitación de los movimientos.
  • Proteger, compartimentar y revestir órganos.
  • Participa en la reparación de tejidos.
  • Colabora en la comunicación entre estructuras.

FASCIAS SUPERFICIALES:

  • Lámina basal de la epidermis.
  • Trama conjuntiva de la dermis.
  • Tejido celular subcutáneo (hipodermis).
Está adherida a la piel e incluye a la grasa superficial, variando su espesor de acuerdo a cada región corporal. Son las capas del tejido fascial que determina la profundidad del tejido adiposo. Está formado por una red que se extiende desde el plano subdérmico hasta la fascia muscular. Se compone de numerosas membranas horizontalkes muy finas conectadas entre sí a través de septos fibrosos de recorrido vertical u oblícuo.}
Aparte de la función nutritiva se destacan la de soporte y la definición de los depósitos de grasa en el tronco y extremidades, asi como también el sostén de la piel a los tejidos subyascentes. La coordinación motora del cuerpo estaría influída por la amplitud, la profundidad y la libertad de este tejido. También participa en el proceso de sudoración y es donde nacen la mayoría de los capilares linfáticos.

FASCIAS INTERMEDIAS:

  • Fascia superficial.
  • Aponeurosis: superficial, media y profunda.
  • Epimisio de los músculos.
  • Tendón y ligamentos viscerales.
  • Envolturas externas de las vísceras.
  • Cápsula externa de los ganglios linfáticos.

FASCIAS PROFUNDAS:

  • Duramadre y trabéculas conjuntivas de las leptomeninges (aracnoides y piamadre).
  • Perimisio y endomisio musculares.
  • Adventicia y conjuntivo arterial.
  • Capas externas de los ganglios nerviosos y axiones.
  • Envolturas subserosas y submucosas.
  • Tejido interlobular.
  • Periostio.
  • Cápsulas y sinoviales articulares.
  • Tabiques interóseos.
  • Láminas basales profunda.
Está constituída por un material más fuerte y denso que la fascia superficial. Su grosor y densidad dependen de la ubicación y función específica que desempeña. La densificación la dá el colágeno, su principal componente. Su función queda determinada por su densidad: unión, revestimiento, sostén o transmisión.
Se ubica por debajo de la superficial y se une a ella a través de conexiones fibrosas. Soporta, rodea y asegura la estructura e integridad de los sistemas muscular, visceral, articular, óseo, nervioso o vascular. Cubre las áreas corporales como si fueran enormes envolturas, protegiéndolas y dándoles forma.
Se divide en:
- Miofascia (recubre al músculo)
- Viscerofascia (recubre órganos y visceras)
- Meninges (se incluyen como tejido fascial ya que constituyen junto a él una unidad funcional).
La Miofascia durante la contracción muscular define la posición de las fibras musculares o de todo el músculo para su función adecuada. También asegura la posición de los tendones y los fija en relación al hueso.
La fascia aparte de rodear al músculo se encuentra en sus componentes: las fibras y los haces, y entrelaza las acciones mecánicas entre el músculo y el hueso. También facilita la transmisión de impulsos mecánicos con una máxima eficacia.
La Viscerofascia brinda soporte e integridad estructural a vasos sanguíneos, vísceras, nervios y hueso. Define su tamaño y asegura el correcto funcionamiento.

Lic. María Laura Coscia
https://mlcoscia.wordpress.com

jueves, 31 de mayo de 2018

La respiración, una gran aliada


►Mientras hay cuerpo, hay respiración. La vida se abre con una inhalación y se cierra con una exhalación. Respiramos de quince a viente veces por minuto. Es la fuente de vida, el hálito primordial, la fuerza vital que hace posible todos los procesos físicos y psíquicos y el nexo entre el cuerpo y la mente.


Es un proceso involuntario, pero que puede hacerse voluntario; una función mecánica, pero que puede hacerse consciente. Su relación con la mente es tan estrecha que en la sabiduría del yoga se ha dicho que la mente es jinete y la respiración es el caballo. El control de la respiración conduce al de la mente y el de la mente al de la respiración.
La esencia nutritiva de la respiración se conoce con el vocablo prana. Es la potencia vital. Ni un gesto, ni una idea, ni un pensamiento o movimiento es posible sin prana. A través del dominio de prana, yoguis avanzados influyen sobre el corazón, el pulso y el metabolismo.
La respiración es la más importante fuente de prana; otras lo son la alimentación,  el sueño, el descanso y las impresiones mentales y emocionales. La respiración consciente y profunda tiene por objeto abastecer al practicante de mayor cantidad de prana o fuerza vital. Fuerzas psicosomáticas pueden ser controladas mediante el dominio del prana.
El prana es también el “cordón” energético con la energía cósmica. La persona es un universo en miniatura o réplica del universo. Este microuniverso que somos está realimentado por prana. Sin prana, la muerte sobreviene; cuando prana no circula bien, hay una ruptura del equilibrio psicosomático y surgen determinadas enfermedades.
Hubo una escuela de yoguis, los pranavadins, extraordinariamente versados en el manejo del prana. Segun ellos, sin ejercicios de pranayama no hay verdadero yoga. El prana es también uno de los elementos vitales, como lo son la tierra, el agua, el fuego o el éter. El prana-vayu es el elemento aire y cursa por los conductos energéticos. Además de la fisiología normal, para los yoguis hay una fisiología sutil y el cuerpo físico se ve correspondido por el cuerpo sutil, con sus respectivos centros y canales de en energía.
La energía cósmica se conoce por Shakti, y ésta se manifiesta en el ser humano como prana o fuerza vital y como simiente de iluminación o Kundalini. Prana es dinámica y Kundalini es estática. Hay una estrecha conexión entre la mente, la respiración y la fuerza sexual. El yogui aprende a reorientar estas tres potencias, así como a desarrollar ese germen de Sabiduría o Iluminacíon que es Kundalini. Cuando Kundalini se va desplegando, permite al practicante escalar a dimensiones más elevadas de consciencia. El tiene que activar y dirigir idóneamente el prana y poner los medios y técnicas para el despertar de esa bella durmiente que es Kundalini y que al desplegarse muta la psique del aspirante y abre el ojo de su entendimiento correcto.
El prana es la fuerza que hace posible el funcionamiento de los órganos sensoriales y los órganos de acción. Es el ánimo (ánima) y el aliento, y cuando uno se siente escaso de ellos suele expresarse como “estoy desanimado” o “estoy desalentado”, pero si en cambio uno se siente bien, dice “estoy animado”, y es que cuando el prana funciona adecuadamente se siente estimulado el tono vital. Así es de importante prana en nuestras vidas.
Es también poder interior, y muchas de las técnicas del yoga (asanas, pranayama, savasana, meditación y otras) tienen por objeto la acumulación y distribución de prana. Por un lado, pues, tenemos que abastecernos de prana y, por otro, evitar sus fugas, que vienen dadas por agitación, disgustos, preocupaciones, obsesiones y la deficiente atención a las fuentes de prana.
El yogui trata de servirse de la sabia utilización de prana para estar fuerte y poder llevar a cabo el trabajo interior que le permita despertar Kundalini y conseguir estados superiores de consciencia que le acerquen a la Liberación, o sea a ese estado más allá de la actividad egocéntrica y que le hace percibirse a uno como la Totalidad.

Ramiro Calle
https://www.yogaenred.com

sábado, 26 de mayo de 2018

Tu cuerpo puede autocurarse

►  “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”
Gabriel García Márquez

No tiene nada de milagroso o esotérico. Tampoco tiene que ver con creencias populares sin fundamento. En realidad, es un hecho científico que el cuerpo tiene mecanismos para curarse, sin la intervención de medicamentos.
No se trata de un descubrimiento tan novedoso como pudiera suponerse. El propio Hipócrates, considerado padre de la medicina, ideó varios tratamientos terapéuticos que partían del principio de que el cuerpo dispone de las armas necesarias para autocurarse. Según sus postulados, el médico solo debe facilitar esos procesos, pero no intervenir directamente en ellos.
Actualmente la medicina, especialmente en el enfoque conocido como “alternativo” o “complementario”, cada vez recurre más a ese principio.
Sin embargo, el asunto no es tan simple como contraer una enfermedad y sentarse a esperar a que se cure por sí sola.

El concepto de enfermedad

La idea de que el cuerpo puede curarse a sí mismo está estrechamente ligada con el concepto de enfermedad. No todos los enfoques de la medicina la conciben de la misma manera.
La medicina alopática tradicional, por ejemplo, plantea que la enfermedad es una alteración en las funciones normales del organismo. En palabras de la Organización Mundial de la Salud: “Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y unos signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible”
Desde ese punto de vista, la actuación del médico debe ir encaminada a restablecer el buen funcionamiento del organismo. Para ello se valen, principalmente, de la quimioterapia, o utilización de químicos con fines terapéuticos.
Los enfoques más alternativos ven el panorama de forma diferente. La enfermedad aparece allí como la expresión de un desequilibrio entre el organismo y el entorno con el que entra en contacto (esto incluye alimentación, estilo de vida y todo proceso de intercambio entre el organismo y el medio).
Por lo tanto, el propósito de la cura no es lograr que desaparezca la enfermedad como tal, sino que se restablezca el equilibrio perdido. Se parte de la idea de que las emociones juegan un papel fundamental en el proceso de curación; por lo tanto, todo tratamiento debe apuntar tanto a la mente como al cuerpo. Si la mente sana, el cuerpo también sanará.

La homeostasis

Todos los organismos vivientes están dotados de un mecanismo que les permite restablecer el equilibrio: la homeostasis. Esta propiedad hace posible que el cuerpo logre una autorregulación, de manera que la vida se afecte mínimamente como consecuencia de los cambios en el mundo exterior. Es pocas palabras, es una respuesta adaptativa.
Cada órgano debe ser capaz de contribuir al proceso homeostático para poder mantener la vida y la buena salud. Biológicamente venimos equipados para que eso suceda.
Cuando esto no ocurre, un médico tradicional buscará que el equilibrio se restablezca mediante la acción de un agente externo. Un médico alternativo tratará de que el órgano que falla recupere su capacidad para aportar en el equilibrio general.

¿Cómo nos autocuramos?

La salud y la enfermedad dependen en gran medida del estado emocional. Esto se puede explicar de manera sencilla.
Todos los órganos del cuerpo están inervados, es decir, tienen nervios. A la vez, se hallan conectados con el sistema nervioso central o, en otras palabras, son influidos en mayor o menor medida por el cerebro.
Si tienes ira, por ejemplo, se producirán una serie de efectos sobre tu organismo: aumento del ritmo cardiaco, tensión muscular, etc. Cuando el enojo se vuelve frecuente, el cambio fisiológico comenzará a afectar todos los órganos involucrados con ese sentimiento. Así que, probablemente, en algún punto puedes desarrollar una enfermedad en ellos.
Lo mismo ocurre con todas las emociones y sentimientos. No hay forma de que los experimentes solamente como algo subjetivo, sino que todos ellos cambian de una u otra manera la fisiología de tu cuerpo.
De esta manera, el cuerpo llega a enfermar por la acción de los sentimientos o emociones autodestructivas. Pero así mismo puede curarse, si se trabaja sobre esos elementos subjetivos que dan lugar a un funcionamiento inadecuado de los órganos.
En el caso de las enfermedades crónicas, resulta muy importante indagar por las fuentes emocionales del malestar. La respuesta puede estar en tu mente y no en las toneladas de medicamentos que a veces nos obligamos a tomar.

Edith Sánchez
https://lamenteesmaravillosa.com
Imagen cortesía de Martinez Codina

domingo, 13 de mayo de 2018

Interocepción: El arte de habitar nuestro cuerpo


Algunos lo han catalogado como nuestro “sexto sentido”, y no andan desacertados. Es tan importante poder escuchar y sentir lo que ocurre a nuestro alrededor como lo que pasa en nuestro interior. Escuchar y atender las señales que nos envía el cuerpo no solo nos ayuda a vivir mejor sino que también nos da la voz de alarma cuando algo va mal. 

¿Qué es la interocepción?


Interocepción significa, literalmente, "percepción interna" del cuerpo. Es la capacidad para conectarnos con las diferentes sensaciones internas, para “escuchar” nuestro cuerpo. En práctica, implica ser conscientes de las sensaciones que se generan en los músculos, la piel, los órganos y los huesos y darles un sentido. Se trata de una capacidad muy importante para nuestro bienestar, tanto físico como psicológico.

Interocepción: Cuidarnos mejor y ser más empáticos


Los médicos coinciden en que las personas que han desarrollado un buen nivel de interocepción suelen ser más saludables ya que se cuidan mucho más. Para detener a tiempo un infarto cardíaco, por ejemplo, es fundamental reconocer los pródromos (las sensaciones que anteceden al cuadro agudo), de manera que este se pueda detener a tiempo. Si una persona no tiene una buena interocepción, no podrá captar ni comprender esas sensaciones, por lo que su vida correrá más peligro. Por tanto, sentir las señales que vienen de nuestro cuerpo y aprender a darles un sentido puede ayudarnos a atajar diversas enfermedades a tiempo.

Sin embargo, los efectos de la interocepción no se limitan a nuestra salud física. Los neurocientíficos no tienen dudas de que los estados fisiológicos juegan un papel importante en las experiencias afectivas, por lo que cada vez existen más estudios que relacionan este "sexto sentido" con la empatía y el altruismo. 
Así lo comprobaron, investigadores de la Universidad de Keiō, quienes analizaron diferentes parámetros de los estados fisiológicos mientras las personas realizaban tareas de contenido neutro o relacionadas con la empatía. Descubrieron que, en efecto, la retroalimentación aferente de la actividad visceral contribuye a realizar inferencias sobre el estado afectivo de los demás y actuar en consecuencia. En palabras sencillas: la interocepción nos permite ser más empáticos.

Otro estudio realizado en la Universidad de Londres descubrió que las personas que eran más precisas estimando los latidos de su corazón sin tomarse el pulso, una medida que se utiliza como indicador de la interocepción, también eran mejores detectando los estados emocionales de los demás, sobre todo aquellos transmitidos a través de los movimientos corporales.

Investigadores de la Universidad de Estocolmo también comprobaron que las personas que han desarrollado de manera natural su sentido de la interocepción son más altruistas y generosas. Sin embargo, apuntan que mejorar ese “sexto sentido” en el laboratorio no genera cambios en el comportamiento. ¿Qué significa esto? Que algunas personas tienen una habilidad especial para “escuchar su corazón” y conectar con los demás.

El lado oscuro de la interocepción


Hay personas que tienen un "exceso" de interocepción, lo cual las expone a un riesgo mayor de desarrollar trastornos de ansiedad e hipocondría. El problema es que si no sabemos lidiar bien con esas señales internas, corremos el riesgo de percibirlas como alarmantes y reaccionar con miedo y ansiedad. 

De cierta forma, este es el mecanismo que se esconde detrás de los ataques de pánico. Cuando una persona ha tenido manifestaciones somáticas muy desagradables, es probable que luego desarrolle una actitud hípervigilante; es decir, que se centre de manera obsesiva en las señales fisiológicas, lo cual le puede llevar a confundir sensaciones corporales complemente normales con los signos del ataque de pánico. Así, la interocepción se encuentra en la base del “miedo al miedo”.

De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Nápoles desveló que existe una relación entre la conciencia de las sensaciones corporales y los trastornos somatomorfes (como la hipocondría y la somatización). Sin embargo, estos investigadores también apuntan que el problema no se halla en el nivel de interocepción sino en la tendencia de las personas a malinterpretar y amplificar las sensaciones corporales. Es decir, el problema no es la percepción de los estados internos sino el significado que les atribuimos.

Mindfulness: La vía para desarrollar una interocepción sana


La práctica del mindfulness es muy beneficiosa para desarrollar una interocepción saludable. La clave radica en que la meditación mindfulness, así como la meditación vipassana, nos permiten prestar atención a las sensaciones físicas, de manera que desarrollemos nuestra capacidad para reconocer lo que nos está ocurriendo, pero también nos enseña a no reaccionar ante esas sensaciones y aprender a controlar aquellas que nos resultan desagradables o incluso dolorosas. 

Las Neurociencias ya han comprobado la eficacia de esta técnica. Hace poco, un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Toronto recurrieron a las imágenes de resonancia magnética funcional para examinar la capacidad de las personas para acceder a las representaciones interoceptivas, comparando a un grupo que había recibido un entrenamiento en meditación mindfulness con otro grupo que nunca había practicado esta técnica.

Apreciaron que, efectivamente, algunas zonas del cerebro de las personas que practicaban la meditación mindfulness, entre ellas la ínsula (vinculada con los estados viscerales emocionales) y la corteza prefrontal dorsomedial (relacionada con la conciencia de “sí mismo”) se reorganizaban para permitir la conjugación de las experiencias sensoriales del medio con las experiencias sensoriales internas. 

Por tanto, el mindfulness no es simplemente una técnica para amplificar y concientizar lo que ocurre en nuestro cuerpo sino que también nos permite “domar” la mente, de manera que no reaccione de manera exagerada ante esas sensaciones. En otras palabras: nos ayuda a conectarnos con nuestro cuerpo desde la ecuanimidad y a integrar las experiencias externas con las internas. 

Psicología/Jennifer Delgado
https://www.rinconpsicologia.com

Fuentes:
Piech, R. M. et. Al. (2017) People with higher interoceptive sensitivity are more altruistic, but improving interoception does not increase altruism. Scientific Reports; 7: 15652.
Christensen, J. F. et. Al. (2017) I can feel my heartbeat: Dancers have increased interoceptive accuracy. Psychophysiology; doi: 10.1111/psyp.13008. 
Longarzo, M. et. Al. (2015) The relationships between interoception and alexithymic trait. The Self-Awareness Questionnaire in healthy subjects. Front Psychol; 6: 1149.
Farb, N. et. Al. (2013) Mindfulness meditation training alters cortical representations of interoceptive attention. Soc Cogn Affect Neurosci; 8(1): 15–26.
Fukushima, H. et. Al. (2011) Association between interoception and empathy: evidence from heartbeat-evoked brain potential. Int J Psychophysiol; 79(2): 259-265.