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viernes, 22 de junio de 2018

Comunicación del administrador: Mauanda*, El Universo







Adriana (Yoyi, Mau) Babè, QEPD

"Cálmate, por que la calma y la tranquilidad contienen los secretos del universo."

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Este blog se queda huérfano de su creadora que ha partido de este plano el pasado 16 de Junio de 2018, que las oraciones de sus amigos y seguidores la acompañen en su viaje.

Namasté

Luis 



Imagen relacionada

DEDICATORIAS: 

Profesor Leo en el blog amigo El Sendero del Ser: Sé que este también lo leerás

Maestro Viejo en su blog etiqueta/tag: MauandaYoyi


martes, 1 de mayo de 2018

A veces, cuando se agotan las oportunidades, aparece la mejor opción posible


Dicen que hay trenes que pasan una vez en la vida, pero… ¿Cómo aprovecharlos si nos incitan a bajarnos en cada parada que tenemos a la vista? Muchas personas se esmeran en adquirir una formación sólida, incluso buscan y encuentran un buen trabajo relacionado con aquello que les gusta, sin embargo su atención se centra en aquello que les falta, sintiendo una insatisfacción perpetua, enraizada en la idea de que podían tener algo mejor.
Se encuentran en el eterno dilema de elegir luchando por vivir la vida que desean, pero se olvidan de que las personas raramente encuentran un medio idóneo para llevarlo a cabo. Es el eterno lamento de “esto no es para mí”, “no era esto lo que soñé”. Empiezan la jornada aligerando los pies, pero con una inmensa losa de frustración mental.
El filósofo José Ortega y Gasset nos advertía en su libro “La rebelión de las masas” de la catástrofe de la especialización. Mujeres y hombres altamente cualificados en un dominio concreto, pero incapaces de adquirir una visión del mundo general que les ayude a desenvolverse en la realidad en la que se mueven, no en la que desearían.
Les pasa a estas personas y nos pasa a nosotros, ¿cuántas veces contar con una gran cantidad de oportunidades nos ha paralizado, sintiendo en la piel ese miedo que produce tener que renunciar necesariamente a algo bueno? Lo cierto es que a veces hay que situarse en un punto, agarrar con fuerza la única oportunidad presente y obviar las potenciales. En este mundo actual, a veces cuando se agotan las oportunidades surge la mejor opción: vivir la vida tal y como viene.

La diferencia entre aceptación y resignación

En la línea que estamos trazando, una pregunta aparece en el horizonte: ¿Cual es la diferencia entre aceptar y resignarse? En el fondo son términos tan incompatibles como el aceite y el agua, pero nos empeñamos en agitarlos y mezclarlos. La aceptación es el primer paso para el cambio. Tiene que ver con situar en el mapa el punto en el que nos encontramos, con independencia de si nos gusta o no.



La aceptación también es el primer paso para la adaptación en el caso de que no exista posibilidad de cambio. En este sentido tiene que ver con integrar en nuestra historia eso a lo que tanto nos resistimos. Por ejemplo, para alguien que ha sufrido un accidente y ha perdido una pierna, la aceptación supone un enorme paso hacia la re-adaptación y hacia los cambios que va a tener que realizar en su vida. También supone un paso enorme a la hora de integrar en su historia personal aquello que le ha ocurrido.
La resignación sin embargo tiene un componente de frustración y de inhabilitación, más allá de la aceptación. El componente de frustración es importante ya que suele degenerar en un inmovilismo o en la insistencia, mucho más esporádica que antes, en los intentos de utilizar los mismos medios y las mismas formas para lograr un fin.
En este sentido, a veces nos encontramos con mil oportunidades para salir de una mala situación, pero ninguna de las alternativas nos parece perfecta. En muchas ocasiones podemos intentar crearla, pero en otras muchas solo cuando llegamos al límite del sufrimiento aceptamos elegir entre las opciones posibles, aunque ninguna de ellas sea la ideal. Por supuesto, para la persona que ha perdido la pierna, su alternativa ideal sería recuperarla, pero desgraciadamente muchas veces la medicina no ofrece esta opción.
Cuando se agotan todas las oportunidades ideales, surge la mejor opción: un cambio de actitud que pasa por la revalorización de una opción, que sin duda, no es perfecta. Así, toda alternativa recupera su dignidad y nos dignifica si nos saca de una situación de dolor, rutina y resignación.
Si nos encontramos exhaustos y sin motivación diaria no hay caminos posibles. Cada paso se hace en el aquí y ahora, poco a poco y disfrutando de algún momento cada día. El esfuerzo suele tener recompensa; un “premio” que suele necesitar de un motivación para encontrar en lo cotidiano algún resquicio de lo que deseamos.
Quizás sin aspirar tan alto y acogiéndonos a un plan más honesto y sencillo, nos haga la travesía más amable. Quizá las condiciones que impone la realidad no complazcan del todo a lo que nuestra imaginación anticipó, pero eso no quita que nos haga sentir bien.

La lluvia de lo que no existe no debería empañar el momento

Conozco infinidad de personas que trabajan en algo que nunca habían pensado y son felices. Disfrutan de su situación, aceptan los cambios temporales y no hacen caso de comentarios abusivos acerca de su supuesto “fracaso”. Chanzas que muchas veces parten de personas sin la menor aspiración y con la única afición de juzgar lo que hacen los demás.
Estas personas que han hecho fruto dulce de la fruta que les ha tocado son personas que se encargan de ellas mismas, que toman las riendas de su vida sin pretender ir a galope, solo disfrutando de los pequeños placeres de la vida.

No es un autómata el que trabaja mucho, sino el que trabaja gastando demasiado energía en maldecir su situación.
 
 
La línea que separa la lucha por una vida digna y la crítica eterna de lo que se vive a veces es muy fina. Sin embargo, por fina no deja de ser importante: separa a las personas que se han cansado de desear para obtener AHORA un pequeño placer ocasional, ganado a pulso y sintiéndose activos. No existen los trabajos, viviendas o relaciones indignas de por sí. Existen actitudes y acciones que las convierten en eso. En el deseo del ideal, lo supuestamente convencional siempre colapsa en amargo cuando se trasforma en obsesión.
Por suerte, algunos han aprendido que la diferencia la marca tomar un poco de tiempo de cada día para tomar un café más despacio y con vistas a la eternidad que les aporta vivir en el presente, construyendo un futuro. Se quedaron sin las oportunidades ideales y solo les quedó elegir entre las opciones que quedaban. Sin embargo, frente a lo que deseaban y no existía, eligieron la actitud de vivir y no la de sobrevivir.

Por:  Cristina Roda Rivera, Psicóloga,Especialista Máster en Psicología clínica y social. Visto en: La Mente es Maravillosa
 
 

domingo, 29 de abril de 2018

Había una vez un mundo mágico llamado Plenitud


Había una vez, en un Universo muy lejano, un mundo mágico y diferente a todos los mundos. Ese mundo tenía por nombre PLENITUD.
En él reinaba la luz; no existían los límites; las palabras “tiempo” y “espacio” eran totalmente desconocidas para sus habitantes, y vivían momento a momento en ausencia de la prisa y el miedo. Todo fluía y se movía en armoniosa sintonía…
Pero un día, un terrible día para su historia, apareció un extraño ser llegado desde otro Universo. Ese ser decía llamarse SER HUMANO y venir de un mundo llamado TIERRA. Con su llegada, los habitantes de Plenitud quisieron reunirse con él y poder conocer todo sobre su mundo y costumbres. “Sería interesante y novedoso escucharle” – pensaban…
Y es que decía venir con muchos mensajes, “sabias enseñanzas” a su modo de ver, con tono de suficiencia y superioridad. Pronto comenzaron a creer que debía de tratarse de un ser superior a ellos y que aprenderían muchísimo de él. Escuchándole, cayeron en la cuenta de que en su mundo de humanos se habían inventado términos que Plenitud desconocía.

Supieron del Tiempo y el Espacio

Es por ello que no dudaron que ese Ser, al que comenzaron a llamar Maestro, había viajado millones de kilómetros por el espacio para iluminar sus vidas con su sabiduría… Y así fue, sus primeras lecciones no pasaron desapercibidas, ya que reveló en ellas el significado de las palabras: Tiempo y Espacio, hasta la fecha, desconocidas para ellos.
Habló durante horas sobre todos los significados de la palabra Tiempo y sus implicaciones… El Tiempo marcado por el pasado, los límites del tiempo, el futuro como parte del tiempo, la medición del tiempo (inventos tan logrados como los relojes, agendas, calendarios…) y un largo etcétera.
A todo ello, le sumó la enseñanza del término Espacio, también con todas sus implicaciones: Los límites del espacio, las murallas, las fronteras, las propiedades, los lugares que te hacen feliz, los lugares que te hacen infeliz…
Los habitantes de Plenitud, asimilaron rápidamente las enseñanzas de su nuevo Maestro, y no dudaron en tenerlas en cuenta a partir de entonces en su día a día. Para ello, se fueron poniendo en marcha cadenas de creación de Tiempo y Espacio, lo que facilitó que pudieran tener acceso a fechas, horas, cálculos temporales, calendarios, relojes…

Supieron del Pasado y el Futuro

Por fin, el pasado y el futuro ya estaban presentes en sus vidas. Y es que, ¡Cómo no se habían dado cuenta antes!, ¡El tiempo se acaba!…por lo que “hay que correr para conseguir un futuro mejor, no vaya a ser que hoy no hagas lo suficiente para ello y entonces te lleve a un terrible pasado”.
De esta manera, verles correr para ir al siguiente lugar se convirtió en algo habitual, y con ello la siguiente ilusión creada: el valor a los espacios. Y es que, quizás era un determinado lugar el que les diera más satisfacción en un futuro y así poder tener recuerdos maravillosos.
Por lo que comenzaron a levantarse deprisa, para ir corriendo a la calle, para en la calle ir corriendo a la montaña, para en la montaña ir corriendo para llegar antes y una vez allí, bajar corriendo para llegar a un lugar de descanso, para poder descansar corriendo e ir más tarde a un lugar donde fueran a estar mejor. ¡Pufff!, ¡Eso si que era disfrutar y aprovechar la vida al máximo!

Supieron de la Prisa y el Miedo

Los habitantes de Plenitud siguieron durante mucho tiempo en esta espiral, sin ser conscientes de ello…hasta que comenzaron a sentir sensaciones nunca vividas: unos empezaron a sentir falta de aire, sentimientos de ahogo, palpitaciones, otros comenzaron a tener reacciones en la piel, manchas… otros decían tener dolores de cabeza y musculares….y todos coincidían en sentir una agitación mental constante, a tal nivel que se estaban dando cuenta de que les hacía enfermar.
Hasta su mundo, antes iluminado, comenzó a perder su luz para convertirse en un mundo gris y apagado. No encontraban explicación a todo esto, pero si sabían que todas estas sensaciones no les dejaban disfrutar, y con ello comenzaron a sentir MIEDO, miedo a que todos esos síntomas siguieran ahí, miedo a que si no se iban acabaran enfermando o les acabara sucediendo algo grave…lo que les llevó a correr más para buscar una solución, ya que si se daban prisa quizás encontraban un remedio a sus males y así poder evitar un futuro peor.
Tanto corrieron, que acabaron perdiéndose en el descontrol, en el sentimiento de vacío, en no saber quiénes eran, ¡Ni por qué corrían! Los sentimientos de vacío se hicieron tan grandes, que el amor propio y hacía los demás comenzó a perderse. Personas que se amaban a sí mismas por el hecho de serlo, comenzaron a sufrir por creer no estar en el lugar adecuado en un determinado momento. Y de tener relaciones basadas en el respeto, muchos pasaron a odiarse por el apego a los lugares y la obsesión por el tiempo.
Plenitud, no sólo era ya un mundo gris, apagado y caótico, ahora se le sumaba la violencia. Pero como en todo cuento, hay un gran héroe y salvador, éste no iba a ser menos. Su salvación apareció. Fue tanto lo que empezaron a sufrir, que en su sufrimiento muchos se perdieron y no pudieron ver más allá, pero otros despertaron como salida a su sufrimiento. ¿Cómo? Llegaron a lo más profundo de su SER, a lo que siempre habían sido.

Todo se soluciona cuando vuelves a ti

Al contemplarse a sí mismos tan asfixiados, comenzaron a cerrar los ojos y a respirar. Es ahí donde pudieron parar el torbellino, es ahí donde encontraron la verdadera solución. Todo se soluciona cuando vuelves a ti. Cuando despiertas y vuelves a conectar. Y es así como volvieron a caer en la cuenta de que todo sucede aquí y ahora, como siempre había sido. Y que la idea de lo pasado o lo que estaba por llegar realmente era una ilusión creada por su mente. Un límite psicológico al que se habían atado convirtiéndose en una tortura para sus vidas.
Poco a poco, los que fueron dándose cuenta se ocuparon de agrupar al resto para ayudarles a recordar su verdadera esencia. ¡Despertar! – Les decían. Cerrar los ojos, respirar y quedaros ahí. Cuando los abráis, no es el fin de vuestra presencia, podéis seguir ahí, presentes en vosotros mismos.
Y así fue, cuando volvieron a conectar con ellos mismos, fueron despertando, volviendo a convertir su vida en lo que estaba destinada a ser: Simplemente eso, SER, y nada más. Todos volvieron a un estado de constante PRESENCIA, la que les llevó a no creer ni esperar que el siguiente momento fuera más pleno que el que estaban viviendo. Nadie esperaba ya al siguiente momento.
A partir de entonces, el SER HUMANO llegado desde la Tierra, dejó de ser escuchado. Lo que resultó ser tal ataque para su EGO, que sintió no ser valorado lo que merecía llevándole a tomar la decisión de volver a su mundo, y lo hizo con mucha prisa. Ellos si que sabrían apreciar su llegada y no esos necios habitantes de Plenitud.
No dudaba de lo felices que haría a sus familiares y amigos cuando le vieran allí, en el lugar y momento adecuado. Es más, tal sería su felicidad, que seguro alguno de ellos se encargaría de inmortalizar ese momento con fotografías y subirlas rápidamente a las redes sociales para que todo el mundo supiera y estuviera informado de lo felices que eran en ese momento.
Los habitantes de Plenitud, no tuvieron nada que reprocharle, ya que gracias a su estancia en su planeta, pudieron afianzar lo que ya sabían: Las únicas tres preguntas importantes en la vida y sus verdaderas respuestas…
¿Dónde estamos? … Aquí
¿Qué hora es? … Ahora 
¿Nuestra salvación? … la Conciencia.
Y colorín, colorado…espero que este cuento os haya concienciado.


Saioa Barredo Canales
para http://psicopedia.org

miércoles, 25 de abril de 2018

Dejá de temerle al FUTURO



Resulta inútil temerle al futuro, porque se trata de algo incierto. El presente es el resultado del pasado y la semilla del futuro. Nos la pasamos preocupados por los últimos dos, sin darnos cuenta de que cuando nos dispongamos a vivir con una mente libre de aquellas limitaciones alimentadas por nuestras creencias pasadas, ya no nos acosarán los miedos futuros. 

Las cosas seguirán ocurriendo pero ahora con la comprensión de que los incidentes son pasajeros y dan lugar a las necesarias experiencias. Así que, para seguir avanzando, una y mil veces debemos repetirnos: “El pasado pasó, el futuro no existe”. 

¡Nunca existe! Se trata de un espacio irreal en los confines de una mente que necesita escapar a la responsabilidad de crecer y de cambiar, para sumergirse en el único momento que vale, el “ya mismo”. 

También se requiere firmeza. 

El cambio de vida que deseamos conseguir sólo puede suceder en un instante de firmeza, acompañado por la responsabilidad necesaria. 

La firmeza y la responsabilidad nos permiten liberarnos del sufrimiento, la ansiedad y la neurosis de un futuro desde el presente, sin imaginarnos realidades temerosas que nos tiren abajo en un instante. 

►¿Cómo evitar divagar con porvenires amenazadores? Sencillo: comprendiendo que la causa de nuestros problemas no son los demás ni el mundo de afuera sino la propia mente. Mientras respiremos, la mente vendrá para llevarnos al pasado o al futuro

¿Futuro? Exacto; cuando hay temor, la mente querrá trasladarnos hacia él, con su equipaje de miedos, dudas, deseos por cumplir, apego a los resultados, expectativas de esperanza y fantasmas apocalípticos. 

El futuro todavía no ha ocurrido, por lo tanto es absolutamente irreal. ¿Cuál es el único momento con el que contamos? El presente. ¿Y en cuál planificamos un futuro? Ahora, en el instante actual. ¿Puedo cambiar lo que viene o traerlo a mi experiencia? No. 

La mente lo entiende perfectamente y sabe que nosotros, convencidos desde el intelecto y el discernimiento, nos encontramos en condiciones de romper las cadenas que nos mantienen prisioneros del futuro, para apuntar al divino presente: el único momento que experimentamos en la tercera dimensión que habitamos. 



Claudio María Domínguez
https://www.larevistadeclaudio.com.ar

viernes, 20 de abril de 2018

El Proceso de la Meditación

Sea cual sea el camino o técnica que empleemos para meditar, hay determinados aspectos que son comunes a todos ellos, prestando más o menos atención a algunos según el enfoque a seguir. Podemos hablar, por tanto, de un proceso universal que conlleva los siguientes puntos, aunque no necesariamente en este orden.


Concentración:
Meditar no es solo concentrar el pensamiento; esto sería es una visión muy parcial de la meditación. Ahora bien, la concentración es un paso esencial para alcanzar la meditación y solo por mejorar esta facultad ya merece la pena aprender a meditar.
Consciencia:
Seguramente, la consciencia es la facultad interna que más se desarrolla meditando. Toda practica de meditación es un continuo entrenamiento para desplegar la capacidad de darse cuenta o consciencia.
Aceptación:
Un aspecto importante en la meditación es el ir desarrollando una relación sana con uno mismo y con los demás. Esta relación debe estar basada sin duda en la aceptación, que de hecho es un paso hacia el Amor. Por otro lado es importante comprender que la complejidad del proceso de la meditación nos requerirá grandes dosis de Aceptación.
Discernimiento:
El discernimiento es una cualidad de la mente superior que ha de ser entrenada para cumplir con el objetivo último de la meditación: el encuentro con el aspecto más central del ser humano. El discernimiento o Viveka nos ayuda a distinguir entre los diferentes aspectos que como seres humanos nos conforman desde los más groseros a los más sutiles.
Calma:
Al contrario de lo que podríamos pensar, la calma o tranquilidad no es tanto una consecuencia de la meditación, sino un requisito previo. Por ello, el conocimiento y práctica de todas las herramientas que nos ayuden a pasar de la tensión a la calma es esencial en la meditación y su enseñanza. La mayor parte del tiempo cuando comenzamos a meditar lo pasamos tratando de generar el equilibrio necesario para ello; afortunadamente, el yoga nos brinda innumerables técnicas para ello.
Energía:
Al adentrarnos en la meditación, debemos abrir nuestra mente y comenzar a entender al ser humano no solo en términos materiales, sino también energéticos. Somos tanto energía como materia y trabajar con técnicas que movilicen y equilibren la energía nos facilita enormemente el camino en la meditación. 
Presente:
Se dice que meditar es el arte de vivir el presente. Aprender a estar en y a vivir el presente es la mejor manera de recuperar la energía que tenemos dispersa en pasado y futuro.
Conexión espiritual:
Al final la meditación nos lleva al centro, a uno mismo, a eso que somos a un nivel más espiritual. Hoy en día hay técnicas y métodos que despojan la meditación de este componente espiritual para hacerla más “vendible”. Desde nuestro punto de vista esto es un error, ya que algo que necesitamos como sociedad occidental es recuperar de una forma sana la conexión con nuestra naturaleza espiritual. Al fin y al cabo, la experiencia mística o espiritual no es tan complicada si dejamos atrás prejuicios y damos con las claves adecuadas para ello.
Actitudes del Ser:
Desde la conexión con los sentimientos más profundos del ser humano a donde nos lleva la meditación, surge el despliegue de las actitudes del Ser. Actitudes que podemos, una vez más, entrenar si conocemos los recursos adecuados. A poco que vayamos despertando estas actitudes, el avance en la meditación cobra otra dimensión.
Volver a la vida:
La práctica de la meditación no está separada de nuestra vida cotidiana y debemos de hacer todo lo posible para que así sea. Según vayamos avanzando en nuestra experiencia con la meditación, iremos experimentando cambios en la percepción de la realidad que nos llevarán a una nueva relación con lo que va aconteciendo y también con los demás. Comprender cómo la meditación nos lleva a nuevos modos de percepción es clave para integrar la meditación en nuestra vida.

Luis Luna -Ganesha
www.yogacrisalida.es
http://www.yogaenred.com

viernes, 6 de abril de 2018

CREA TU PARAÍSO



En mi opinión, las personas vivimos habitualmente en estados de tensión -incluso cuando aparentemente estamos tranquilos exteriormente -, distraídos de la vida –y esto es muy grave-, en un mundo en el que parece que una vorágine nos arrastra a su caos –y nos dejamos arrastrar muy mansamente-, y donde parece que sólo tenemos buenos momentos en contadas ocasiones.

A menudo los buenos momentos de la vida son unos hechos aislados, sólo puntuales, que nos provocan el pensamiento de que deberíamos vivirlos más a menudo. “Esta es la parte buena de la vida”, pensamos sin palabras. Algo dentro de nosotros se da cuenta de que “deberíamos repetirlos más a menudo”, pero enseguida volvemos a las ocupaciones, los compromisos, las obligaciones, las responsabilidades… y nos relegamos para otro momento. “Algún día voy a tener que cambiar esta forma de vida que llevo, porque nunca encuentro un momento para mí”.

“Y nos relegamos para otro momento”… ¡qué tragedia!

¡Esto es dramático!

Nosotros, que somos el eje y el motivo principal de nuestra vida… nos relegamos dando preponderancia y prioridad absoluta a lo otro… Esto hay que revisarlo.

Ya lo sé, hay que atender a los hijos o las responsabilidades familiares y eso es inevitable, hay que dedicar unas horas al trabajo para poder obtener la economía necesaria para asumir los gastos ineludibles, hay que dormir, hay que ducharse, comer… todo lo anterior encaja en la denominación de obligaciones y responsabilidades, pero…

¿Cuándo empieza uno a ocuparse de SÍ MISMO? Y no me refiero a sus cosas externas de la vida cotidiana. He escrito SÍ MISMO con mayúsculas para diferenciar, para que quede claro que estoy hablando de otra cosa que no es este cuerpo que deambula distraído y apesadumbrado. No me refiero al personaje atribulado y olvidadizo que sólo se acuerda de la persona en contadas ocasiones.

Me refiero al Ser Humano, a quien es persona y es divino, al que ha venido a este mundo con la misión de vivir su vida y desarrollar sus capacidades esenciales; me refiero al que está dotado de la facultad de disfrutar y disfrutarse, a quien tiene la tarea ineludible de conocerse, de existir con plenitud, de vivirse.

Y para hacer todo esto se requiere tiempo y tranquilidad de ánimo.

Sugiero la creación de un Paraíso Personal, un “lugar” en la mente o en el corazón al que poder retirarse dejando fuera lo cotidiano y su ruido; propongo la instauración de un Universo exclusivo para uno mismo, o de un refugio lleno de paz al que uno se pueda retirar con la sensación tranquilizadora de que nadie va a poder penetrar en él, sólo uno mismo.

¿Por qué no te creas un Paraíso?

Un lugar al que acceder por lo menos un minuto al día. Ya ves que puede ser interesante incluso con poco tiempo, aunque siempre es preferible dedicarle más. 

Y no se trata de un lugar en el que evadirse de las tareas que estar en el mundo nos requiere, sino un lugar de auto-encuentro en el que contactar con ese SÍ MISMO que somos. Un lugar en el que poder decir “Soy yo, y estoy aquí y ahora” y escuchar el eco de la frase retumbando en el interior, inextinguiblemente, hasta que el contacto con esa realidad se manifieste a través de una sonrisa leve del alma, o en una paz que nos acoja con los brazos abiertos de la aceptación incondicional.

Un lugar en el que reconciliarnos con la esencia que somos, en el que armonizarnos con los más nobles sentimientos de Amor Propio, con la persona que mantenemos sepultada por el personaje.

Un lugar en el que tomar consciencia de quiénes somos, de cómo deberíamos manifestarnos, de qué podemos hacer para procurarnos cosas satisfactorias, de cómo podemos relacionarnos mejor y más íntimamente con nosotros mismos.

Y es fácil de crear, porque nuestro interior mental o emocional es inmenso y hay sitio de sobra. 

Un sitio diseñado por cada uno a su gusto, en una playa de sol interminable, en una cabaña en la montaña donde se puede regular la climatología al gusto, en un sillón junto a una chimenea encendida, o en el vacío amniótico en el que uno pierde todo contacto con lo externo y queda a merced de sí mismo, en contacto consigo mismo, a solas y feliz.

¿Te vas a crear un Paraíso Personal?

Te dejo con tus reflexiones… 



Francisco de Sales
buscandome.es

martes, 3 de abril de 2018

El antídoto de Séneca para calmar la mente y deshacernos de las preocupaciones


La verdad es que sabemos muy poco sobre la vida, realmente no sabemos cuáles son las buenas y las malas noticias”, observó el escritor estadounidense Kurt Vonnegut refiriéndose a que, en cualquier momento, las buenas noticias se pueden convertir en malas y viceversa, ya que cada situación contiene la semilla opuesta. 

Alan Watts se refería a este fenómeno diciendo que “Todo el proceso de la naturaleza es un proceso integrado de inmensa complejidad, y es realmente imposible saber si algo de lo que sucede en él es bueno o malo”. 

Aún así, la mayoría de nosotros no podemos evitar pensar en términos de pérdidas o ganancias, de bueno o malo. Tenemos un pensamiento dicotómico y, como tal, necesitamos catalogarlo todo en fenómenos opuestos, a poder ser relacionados con nosotros mismos. Por tanto, pensamos que todos los sucesos pueden ser beneficiosos o perjudiciales. Por eso, pasamos la mayor parte del tiempo preocupándonos por la posibilidad de que ocurran eventos que consideramos negativos y perjudiciales, pérdidas potenciales impulsadas por lo que percibimos como “malas noticias”. 

La ansiedad moderna se sustenta, fundamentalmente, en preocupaciones por cosas que jamás sucederán 


Algunos psicólogos afirman que la ansiedad moderna se sustenta en cinco categorías de preocupaciones, cuatro de las cuales son imaginarias y solo la quinta se refiere a preocupaciones que tienen una base real, pero estas ocupan solamente el 8% del total de nuestras preocupaciones cotidianas. En otras palabras: somos auténticos maestros en el arte de preocuparnos por nada.
Y esas preocupaciones alimentan miedos presentes o augurados, manifiestos u ocultos, genuinos o supuestos... Internet ha agravado aún más esta situación. El hecho de estar permanentemente conectados, sabiendo lo que sucede en todos los rincones del mundo, genera una ansiedad difícil de soportar. ¿Cómo podemos estar seguros de que no seremos las próximas víctimas de un ataque terrorista? ¿Cómo garantizamos que no será nuestro edificio el próximo en arder? 

Estar al tanto de todas las catástrofes y adversidades que suceden en cada rincón del planeta sume a nuestra mente, ya de por sí propensa al catastrofismo, en un estado de auténtico delirio. Al respecto, el sociólogo Zygmunt Bauman explicó: "quizá el volumen de incertidumbre no ha crecido, pero el volumen de nuestras preocupaciones sí lo ha hecho". Esto nos revela una verdad tan evidente como difícil de asumir: la mayoría de nuestras preocupaciones no tiene una base real, pero eso no impide que sus efectos en nuestro día a día sean devastadores.

El antídoto de Séneca para liberarnos de las preocupaciones inútiles 


Séneca, el gran filósofo estoico, examinó hace siglos nuestra tendencia a centrarnos en los aspectos negativos de las situaciones y preocuparnos excesivamente. Explicaba: “los animales salvajes huyen de los peligros que encuentran en su realidad, y una vez que han escapado, no se preocupan más. Sin embargo, a nosotros nos atormenta el pasado y lo que está por venir. Nuestra 'bendición' nos hace daño ya que la memoria nos devuelve la agonía del miedo, mientras que la capacidad de previsión lo provoca prematuramente”

Se refería a que nuestra mente se encuentra a caballo continuamente entre el pasado y el futuro, entre los errores y desastres que vivimos y los errores y desastres que podrían acaecernos. De hecho, en su correspondencia con su amigo Lucilius, publicada más tarde como “Cartas de un Estoico” llegó a la conclusión de que: “Hay más cosas que pueden asustarnos que aplastarnos; sufrimos más a menudo en la imaginación que en la realidad”. 

Luego, con la vista puesta en el hábito humano, a menudo autodestructivo y agotador de prepararnos para un desastre imaginario, nos aconseja:Algunas cosas nos atormentan más de lo que deberían; otras nos atormentan antes de llegar y otras nos atormentan cuando no deberían atormentarnos en absoluto. Tenemos el hábito de exagerar, imaginar o anticipar la tristeza. 

“No seas infeliz antes de que llegue la crisis pues puede ser que los peligros por los que sufres antes de que te amenacen, nunca te alcancen”. 

Por supuesto, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Séneca lo sabía, por eso también analizó la diferencia entre las preocupaciones razonables y las irracionales, mostrándonos la inutilidad de malgastar nuestra energía mental y emocional en estas últimas, perfilando además un camino a seguir:

Es probable que algunos problemas ocurran realmente, pero no es un hecho presente. ¡Cuántas veces sucedió lo inesperado! ¡Cuán a menudo lo esperado no ha sucedido! Y aunque pueda suceder, ¿de qué sirve agotar nuestros recursos para hacerle frente a su sufrimiento de antemano? Sufrirás cuando suceda, así que mientras tanto, mira hacia adelante para intentar mejorar las cosas. ¿Qué ganarás? Tiempo. Mientras tanto, ocurrirán muchos sucesos que servirán para posponer o eliminar el problema. Incluso la mala suerte es voluble. Tal vez viene, tal vez no; mientras tanto, no está. Así que concéntrate en cosas mejores”

Séneca se esmeró especialmente en advertirnos de que el mayor peligro de la preocupación permanente es que nos mantiene siempre tensos, en guardia contra una catástrofe imaginaria, impidiéndonos vivir plenamente el momento presente. Por eso, su antídoto para aliviar la ansiedad y deshacernos de las preocupaciones es: 

La verdadera felicidad es disfrutar del presente sin dependencia ansiosa del futuro, no divertirnos con esperanzas o miedos, sino descansar tranquilos, como el que no desea nada. Las mayores bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y se encuentran a nuestro alcance. Un hombre sabio está contento con su suerte, sea cual sea, sin desear lo que no tiene”. 

Por tanto, la clave está en vivir aquí y ahora, sin desarrollar deseos que nos vuelvan excesivamente expectantes y generen incertidumbre por el futuro. Si nos preocupamos hoy por convertirnos en personas más resilientes y echar en la mochila de la vida las herramientas psicológicas que podríamos necesitar, el futuro no debería preocuparnos demasiado, sea cual sea.


Psicología/Jennnifer Delgado
https://www.rinconpsicologia.com

lunes, 26 de marzo de 2018

Mindfulness ¿El camino hacia la paz?



¿Habías escuchado el término mindfulness antes? Tal vez no directamente, pero seguramente la siguiente pregunta te hará reflexionar:¿Estás en el aquí y en el ahora o por el contrario tu mente está constantemente preocupada por el futuro o pegada en el pasado? 
El mundo actual, con su ritmo acelerado y estresado no ha podido acallar la necesidad imperiosa del ser humano por conectarse consigo mismo y escuchar su voz interior.
De origen budista, Mindfulness proviene de la traducción al inglés de la palabra “sati”, cuyo significado tiene que ver con consciencia, presencia y aceptación. También se le conoce como Atención Consciente, o Atención Plena y fue desarrollado a finales de los años 70 en EEUU por psicólogos e investigadores de gran trayectoria tales como Jon Kabat–Zinn, Ronald Siegel o Jack Kornfield.
El objetivo es alcanzar un profundo estado de conciencia y de presencia en el aquí y el ahora, para lo cual se vale de varias técnicas de meditación. Perseguimos conseguir que nuestra conciencia se relaje y no elabore juicios de nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos. 
Suena sencillo pero vaya que es retador.
Normalmente, solemos prestar atención a las actividades del momento sólo con una pequeña parte de nosotros mismos, mientras la mente y los pensamientos están en otra cosa completamente. Vivimos en el modo “piloto automático”, ocupándonos de nuestros asuntos con muy poca conciencia de los detalles de nuestra experiencia del momento –mucho menos ni siquiera de las intenciones que motivan nuestras acciones.
Mediante la Atención Consciente o Mindfulness, es posible transformar cualquier momento en el que podríamos sentirnos una víctima de las situaciones en un instante de sinceridad, proactividad y confianza.
Prestar atención total a la realidad ayuda a lograr equilibrio interno y la armonía de cuerpo, mente y espíritu, esencial para enfrentar un mundo tan volátil y cambiante como el de hoy.

En 1996, fueron publicados en revistas científicas solo tres artículos sobre mindfulness. En 2006, ese número se incrementó a 47. Diez años después de eso, hubo 667. Eso es un enorme aumento del 22,133 % en dos décadas. Y toda esa investigación explica por qué la atención plena se siente como una fuerza cultural repentina.
Según un estudio realizado por la Universidad de Huelva en 2012, entre los efectos que el mindfulness produce a nivel cerebral están no solo el aumento de la lateralidad izquierda —que está asociada con una actitud positiva—, sino una mejor disposición a enfrentar situaciones negativas, además del reforzamiento del sistema inmunológico con una mayor producción de anticuerpos. 
Por si esto fuera poco, el desarrollo del lóbulo izquierdo cerebral también está relacionado con una mejor autopercepción del individuo, y un mayor desarrollo de la empatía y compasión.

Mindfulness es escuchar nuestra voz interior, es dar espacio al silencio, a la emoción y a la serenidad. ¡Intégralo a tu vida y alcanza esa paz que tanto estás buscando!
Ismael Cala
https://ismaelcala.com

domingo, 18 de marzo de 2018

ADICTOS A PENSAR


Su mente es un instrumento, una herramienta. Está ahí para utilizarla en una tarea específica y cuando se termina la tarea, hay que dejarla de lado. Como se usa ahora, yo diría que el ochenta o noventa por ciento del pensamiento de la mayoría de las personas es, no sólo repetitivo e inútil, sino que por su naturaleza disfuncional y a menudo negativa, gran parte de él es también perjudicial. Observe su mente y descubrirá que esto es verdad. Ella causa una pérdida grave de energía vital.
Este tipo de pensamiento compulsivo es en realidad una adicción. ¿Qué es lo que caracteriza a una adicción? Simplemente esto: usted ya no siente que puede elegir detenerse. Parece más fuerte que usted. También le da una sensación falsa de placer, placer que invariablemente se convierte en dolor.
– ¿Por qué habríamos de ser adictos al pensamiento?
Porque usted está identificado con él, lo que significa que usted deriva su sentido de sí mismo del contenido y la actividad de su mente. Porque cree que dejaría de ser si dejara de pensar. Según crece, usted forma una imagen mental de quién es usted, basada en su condicionamiento personal y cultural. Podemos llamar a este ser fantasmal el ego. Consiste en actividad mental y sólo se puede mantener activo por medio del pensamiento constante. El término ego significa diferentes cosas para las diferentes personas, pero cuando lo uso aquí significa un falso ser, creado por la identificación con la mente.
Para el ego, el momento presente casi no existe. Lo único que se considera importante es el pasado y el futuro. Esta inversión total de la verdad es la causante de que en su “modalidad ego”, la mente sea tan disfuncional. Está siempre preocupada de mantener el pasado vivo porque sin él ¿quién es usted? Se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurar su supervivencia y para buscar algún tipo de alivio o de realización en él. Dice: “Un día, cuando esto, aquello o lo de más allá ocurra, voy a sentirme bien, feliz, en paz”. Incluso cuando el ego parece estar ocupado con el presente, no es el presente lo que ve: lo percibe en forma completamente errónea porque lo observa con los ojos del pasado. O reduce el presente a un medio para lograr un fin, un fin que siempre está en el futuro proyectado por la mente. Observe su mente y verá que así es como funciona.
El momento presente tiene la clave de la liberación. Pero usted no puede encontrar el momento presente mientras sea su mente. 
– No quiero perder mi capacidad de análisis y discriminación. No me molestaría aprender a pensar más claramente, en forma más concentrada, pero no quiero perder mi mente. El don del pensamiento es lo más precioso que tenemos. Sin él, seríamos solamente otra especie animal.
El predominio de la mente no es más que una etapa en la evolución de la conciencia. Necesitamos pasar urgentemente a la próxima etapa; si no, seremos destruidos por la mente, que se ha convertido en un monstruo. Hablaré con más detalle sobre esto después. Pensamiento y conciencia no son sinónimos. El pensamiento es sólo un pequeño aspecto de la conciencia. El pensamiento no puede existir sin la conciencia, pero la conciencia no necesita al pensamiento.
La iluminación significa levantarse por encima del pensamiento, no caer a un nivel inferior del pensamiento, el nivel de un animal o una planta. En el estado iluminado, usted todavía usa su mente pensante cuando la necesita, pero en una forma mucho más enfocada y efectiva que antes. La usa sobre todo con fines prácticos, pero está libre del diálogo interno involuntario y hay una quietud interior. Cuando usted usa la mente y particularmente cuando se necesita una solución creativa, usted oscila unos cuantos minutos entre el pensamiento y la quietud, entre la mente y la no-mente.
La no-mente es conciencia sin pensamiento. Sólo de esta forma es posible pensar creativamente, porque sólo de esta forma el pensamiento tiene poder real. El pensamiento solo, cuando no está conectado con el reino mucho más vasto de la conciencia, se vuelve estéril rápidamente, insensato, destructivo.
La mente es esencialmente una máquina de supervivencia. Ataque y defensa contra otras mentes, recoger, almacenar y analizar información, eso es en lo que es buena, pero no es creativa en absoluto. Todos los artistas verdaderos, lo sepan o no, crean desde un lugar de no-mente, de quietud interior. La mente entonces da forma a la visión o impulso creativo. Incluso los grandes científicos han dicho que sus grandes logros creativos llegaron en un momento de quietud mental. El sorprendente resultado de una encuesta nacional entre los matemáticos más eminentes de Norteamérica, incluido Einstein, para conocer sus métodos de trabajo, fue que el pensamiento “juega sólo un papel subordinado en la breve y decisiva fase del acto creativo en sí mismo” (A. KoestIer, The Ghost in the Machine (Arkana, Londres, 1989) p. 180).
Así pues, yo diría que la sencilla razón por la que la mayoría de los científicos no son creativos, no es porque no saben pensar sino ¡porque no saben cómo dejar de pensar!.
No fue por medio de la mente, del pensamiento, como el milagro de la vida sobre la Tierra o el de su propio cuerpo, fueron creados y se sostienen. Hay claramente una inteligencia trabajando que es mucho más grande que la mente. ¿Cómo puede una simple célula humana que mide 1/1.000 de pulgada contener instrucciones en su ADN que llenarían mil libros de seiscientas páginas? Cuanto más aprendemos sobre el funcionamiento del cuerpo, más descubrimos cuán vasta es la inteligencia que funciona en él y qué poco conocemos. Cuando la mente se vuelve a conectar con esto, se vuelve una herramienta sumamente maravillosa. Entonces le sirve a algo más grande que ella misma.

Eckhart Tölle, El Poder del Ahora
Vía: http://www.shurya.com/