lunes, 6 de marzo de 2017

Contemplar tus sueños los hace realidad



Una de mis grandes alegrías es descubrir – y redescubrir – el trabajo de los maestros de sabiduría del pasado. Recientemente he sido inspirado para regresar y leer de nuevo el trabajo de Thomas Troward, quien vivió en la India y en Gran Bretaña de 1847 a 1916. Troward escribió respecto a un concepto que de alguna forma ha sido parte de mi conocimiento intuitivo desde la niñez – la idea de manifestar nuestros sueños a través del don de la imaginación. Contémplense rodeados de las circunstancias que buscan y ellas aparecerán.

Thomas Troward fue un hombre de letras brillante en el campo de la religión comparativa que publicó sus Conferencias de Edimburgo sobre la Ciencia Mental en 1904. Su trabajo cambió para siempre la forma en que miramos el proceso de creación y manifestación. Troward hace la conexión entre el trabajo de lo Divino en la creación del universo y nuestros esfuerzos para imaginar que se manifieste la vida y las circunstancias que queremos crear. 

Troward nos pide que demos los pasos del proceso creativo con claridad mental ya que ellos se refieren a la contemplación de nuestras circunstancias deseadas. Aquí tenemos un resumen de los cuatro pasos que él describe:

El espíritu es creado por la auto contemplación. El proceso de ir desde el no ser al ser implica una Fuente invisible, a la que llamamos ‘Espíritu’, que se decide a expandirse hacia el mundo de la forma. Este es Dios expresándose a Sí Mismo en todas las cosas materiales. Por tanto, viniendo de su naturaleza de origen, todos y todo es un resultado del Espíritu que se contempla a sí mismo y expresa su vida, amor, luz, poder, paz, belleza y alegría inherentes como una parte del mundo material. 

Así que aquello en lo que este se contempla a sí mismo, en eso se convierte. La contemplación por parte del Espíritu resulta en la manifestación de lo que se está contemplando. Troward explica en gran detalle en su libro en que consiste el ideal Divino y cómo el propio cosmos tenía que existir como un resultado de cómo el Espíritu que lo originó (Tao o Dios) se dedicó a la auto contemplación con el objetivo de expresar la vida.

Ustedes son espíritu individualizado: Aquí es donde se les insta a reconocer su propia Divinidad. Ustedes también fueron materializados desde el no ser (Espíritu) al ser (forma) por la auto contemplación del propio Espíritu. Y el Espíritu propiamente es unicidad, indivisible. Como ustedes son una pieza de Dios, por así decirlo, Troward ofrece la siguiente conclusión:

“Por tanto aquello que ustedes contemplan como la ley de su ser se convierte en la ley de su ser”. Y el continúa diciendo que deben utilizar su poder creativo de pensamiento para mantener su unidad con el Espíritu en lugar de crear un sentido separado del yo que está apartado del Espíritu y sufre de pobreza y limitación. Esto es, siempre y cuando sean capaces de mantenerse en armonía con cómo el Espíritu se contempla a sí mismo, tienen precisamente los mismos poderes de manifestación. Después de todo, en el sentido más verdadero de la palabra, ustedes son lo mismo que el Espíritu del cual se originaron.

Sus pensamientos inician el proceso de materialización. Si ustedes contemplan con pensamientos que están en sintonía con el Espíritu de origen, tienen el mismo poder que el Espíritu de origen. Cuando la contemplación es una equivalencia vibratoria con el Espíritu de origen, ustedes asumen la cooperación de la mente Divina, atrayendo y cumplimentando los deseos de ustedes. La contemplación es por tanto un tipo de acción en sí misma, que pone en movimiento todas las fuerzas creativas del universo. Contemplen como lo hace Dios, con pensamiento de ¿Cómo puedo servir? En lugar de ¿Qué beneficio obtengo de eso?

Amo citar la famosa observación de Troward: “La ley de flotación no se descubrió al contemplar cómo las cosas se hundían…..” En otras palabras, cuando ustedes ven lo que contemplan como si ya estuviese aquí, el universo les ofrecerá las experiencias que se avienen con lo que ustedes están contemplando.

Sugerencias para Implementar una Nueva Forma de Contemplar

Thomas Troward nos insta a captar la idea de que la contemplación del Espíritu como poder es la manera en la que el individuo genera ese mismo poder dentro de sí mismo. “Todos lo tenemos dentro de nosotros”, dice él, y “depende de nosotros convertirlo en expresión”. Díganse a sí mismos: El poder creativo e inteligente se manifiesta perfectamente al igual que el universo. Yo soy un resultado de este poder. Yo me siento conectado con él y yo sé que este cooperará conmigo para crear la vida que deseo. Vean su mente como una fuerza poderosa que está en armonía con el mismo poder que está detrás de toda la creación. 

Comiencen la práctica viendo la contemplación como acción, en lugar de como un vagabundeo pasivo mental. Atesoren su mente como un enorme regalo de su Creador, un regalo tan maravilloso que tiene la mente del Creador dentro de este también. Vean sus momentos contemplativos de la misma forma que ven su tiempo de práctica para mejorar sus habilidades en cualquier empeño. Una hora al día tirando una bola es una acción que conduce a un mayor promedio en el juego de bolos; unos cuantos momentos varias veces al día meditando respecto a lo que intentan manifestar en algún área de su vida tendrá precisamente el mismo efecto en su promedio de manifestación. La contemplación es acción. Es necesario entrenar la mente para la implementación de cualquier cosa que deseen.

Repitan el siguiente mantra durante un mínimo de cinco minutos consecutivos cada día: Yo me contemplo rodeado de las condiciones que quiero atraer a mi vida. Díganlo rápida y repetidamente. La repetición les ayudará a comenzar a imaginar las personas o circunstancias adecuadas, el financiamiento necesario, o sea lo que sea que deseen. Manténganse desapegados y permitan que el universo se encargue de los detalles.

YO SOY LUZ.


Dr. Wayne W. Dyer
http://www.drwaynedyer.com/
Traducción: Fara González 

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