martes, 28 de febrero de 2017

Dejar de ver el pasado y actualizar la mirada


Nuestra mente está absorbida por pensamientos del pasado. Cada cosa que vemos, la percibimos con los ojos del pasado, porque lo que vemos cuando miramos algo es lo que aprendimos acerca de esa cosa en nuestras anteriores experiencias, no el objeto en sí.
Sin embargo, no somos conscientes de esto. Y es precisamente esa inconsciencia la causa de que el pasado nos condicione y el futuro se vuelva una repetición de patrones equivocados, que sólo cesará cuando corrijamos nuestra percepción y actualicemos nuestra mirada.

Analicemos, por ejemplo, lo que pasa con nuestros gustos. ¿Cuánto hay de genuino en ellos? ¿Hasta qué punto expresan la mirada con la que hoy contemplamos el mundo? ¿Hasta qué punto los hemos elegido? Creemos que nuestros gustos nos definen, que son nuestra mejor carta de presentación. Sin embargo, también ellos son el resultado de un condicionamiento inconsciente del pasado.

Veámoslo con un poco más de detenimiento. De pequeños teníamos la sensación de ser muy vulnerables: sentíamos que dependíamos del cuidado de nuestros padres, de la aceptación del chico o chica que nos gustaba, del líder de la pandilla... para sobrevivir, para ser reconocidos, para ser alguien... para ser. Por lo tanto, éramos absolutamente sensibles a reconocer qué cosas estaban bien vistas y cuáles no a fin de obtener el beneplácito de determinadas personas, a quienes considerábamos indispensables para nuestra supervivencia.

Por ejemplo, sabíamos que decir que nos gustaba determinado grupo musical generaba unos efectos totalmente distintos a decir que nos gustaba otro. Y sabíamos también que lo que había en juego tras esa afirmación no era nada menor, ya que de ello dependía que se burlaran de nosotros y nos excluyeran, o que nos admiraran y nos otorgaran un lugar de honor. No se trataba, por lo tanto, de un simple gusto musical.

En semejantes condiciones, nuestra expresión no podía ser sincera. En realidad, estábamos reaccionando a lo que vivíamos como una presión del medio. Por eso, más que de "gustos" deberíamos hablar de "reacciones estéticas". Lo importante es que este mecanismo, que en el ejemplo de los grupos musicales no parece acarrear mayores consecuencias, se aplica del mismo modo a las "elecciones" más relevantes de nuestra vida, como nuestra profesión, nuestro modelo de pareja o familia, nuestra relación con el dinero, nuestro manejo del tiempo, etc.

Por supuesto, sobre esas camisetas que nos fuimos poniendo para ganar la aceptación de unos y distinguirnos de otros, nuestro ego se apresuró a construir su falsa identidad y a convencernos de que éramos eso.

El ego es lo contrario del Ser. Pues bien, si el Ser constituye nuestra verdadera identidad (que no es sino el amor, identidad común a todo lo que vive), el ego carece de identidad, dado que precisamente el ego es el sistema de pensamiento que surgió al negar lo que realmente somos. Por eso, para el ego fabricarse una identidad es absolutamente indispensable.
Siendo tal la impronta de desesperación que subyace a nuestros gustos, sería muy ingenuo pretender hallar autenticidad en ellos. De ahí la importancia de que, quienes hemos decidido emprender un camino de crecimiento honesto, llevemos a cabo una revisión de cada una de esas "camisetas" que nos hemos ido poniendo para presentarnos ante los demás, y nos atrevamos a mirar cada cosa con ojos los del presente, libres y ligeros.

La mirada del pasado, de la que queremos liberarnos porque opera en nosotros casi todo el tiempo, es una mirada pesada, cargada de pensamientos de vulnerabilidad, ataque y estrategias de supervivencia que nos impiden ver la realidad tal cual es, y lo que es peor, nos niega el conocimiento de lo que somos. 

El cuerpo como soporte de presencia

¿Y cómo puede ayudarnos el Yoga a actualizar nuestra mirada? Desde lo más cercano, lo más tangible, lo más evidente: desde nuestro cuerpo.
El cuerpo siempre está en el presente, atento a recibir la información de lo que está ocurriendo a cada instante para adaptarse a ella (a los cambios de temperatura, a la sequedad del ambiente, a los supuestos peligros que pudieran atentar contra nuestra vida, etc.). Por lo tanto, podemos recurrir a él para entrar en el presente y para saber realmente lo que sentimos, más allá de los condicionamientos externos o de nuestro pasado.

Por ejemplo, si lo escucháramos con atención, el cuerpo podría decirnos que estamos sintiendo un gran enfado, aun cuando nuestra mente quisiera negarlo para preservar determinada imagen de nosotros, incompatible con esa incómoda emoción.

¿Y cuál sería la ventaja de reconocer que estamos sintiendo una emoción incómoda, como el enfado, de  la cual nuestra mente podría querer protegernos al negarla? Que llevando sobre ella la luz de la conciencia podríamos actualizar los fundamentos que la han provocado (que sin duda eran ideas acuñadas en el pasado, desde una percepción errónea y limitada del mundo y de nosotros mismos) y cambiarla por las ideas que hoy, conscientemente y a partir de nuestra experiencia presente, aceptamos como verdaderas.

La práctica de asanas, pranayama y meditación nos enseña a dirigir la atención hacia lo que está ocurriendo en el presente, y esto nos coloca, aunque sea por unos instantes, fuera de la cárcel de nuestros hábitos. El mero hecho de haber probado por un momento el sabor de la libertad que implica la actualización de nuestra mirada nos abre al deseo profundo de volver a intentarlo.
He ahí la ayuda inestimable que nos ofrece el Yoga en este gran reto de corregir nuestra percepción.

Lorena Miño

lunes, 27 de febrero de 2017

EL SUFRIMIENTO NO ES UNA OPCION


Cuando algo en tu vida te está haciendo sufrir, es la señal de que estás en el camino equivocado. Si es una pareja, esa persona no es para ti. Si es un trabajo, ese trabajo ya no te representa. Si eres tú mismo el que se daña, es en realidad porque no eres tú mismo. Estás tan sólo repitiendo un programa. Sino, ¿qué clase de loco se dañaría conscientemente?
Vive de tal manera que el sufrimiento jamás sea una opción. Siempre hay algo mejor esperándote si te atreves a saltar a lo desconocido, abandonando tus zonas negativas de comodidad.
Es importante comprender la diferencia entre la aceptación y la falta de dignidad. 
La aceptación te ayuda a cultivar tu paz interior aún en medio de las tempestades de la vida cotidiana, te ayuda a permanecer sereno en situaciones que no puedes cambiar, por más negativas que sean.
Como justamente no las puedes cambiar, es absurdo oponer resistencia.

Es el ejemplo de las pérdidas, separaciones, muertes, estafas, o situaciones difíciles a las que debes enfrentarte todos los días. Puedes también perder un trabajo, un auto, una casa, da igual. Te pueden haber estafado, insultado, o humillado. Pero ya sucedió. Por ningún motivo debes traer a tu conciencia experiencias del pasado, pues te estarías generando nuevamente el sufrimiento del cual en realidad te quieres liberar. No importa si ese pasado se remonta cinco años atrás o cinco minutos. Ya pasó, por lo tanto, ahora no existe.
En cambio, la falta de dignidad crea y sostiene relaciones y circunstancias que te hacen daño. Como en tu interior no te sientes merecedor o merecedora de más, tu propia energía atrae personas que vibran también en esa baja frecuencia para darte lo que tú mismo les estás proponiendo sin saberlo: mezquindad, maltrato y desamor. A menos que comiences a amarte para elevar tu frecuencia, puedes quedarte muchos años perdiendo tu valiosa vida estancado en la infelicidad. El que en verdad se ama no sostiene situaciones negativas, no atrae personas negativas, y no se hace daño en ningún nivel; ni mental, ni emocional, ni físico.
Compartiré contigo una frase maravillosa de Saint Germain “Todo aquello que el individuo acepta, eso está en su mundo”. Cuando Saint Germain dice “acepta” no está hablando de la aceptación en el sentido de no resistir el presente, que es la llave liberadora del sufrimiento, sino que se refiere a todo aquello que la persona decreta como real e inamovible en su mundo. Fijate entonces qué cosas aceptas en tu vida, y sabrás entonces por qué están allí.
Puedes cambiar todo aquello que consideres negativo, si sientes que te mereces más. Cuando comiences a sentir que sólo te mereces la abundancia, la armonía y la felicidad, y no aceptes en tu vida nada inferior a ello, la misma energía te expulsará hacia otra realidad afín a tu nuevo estado de conciencia. Hasta que llegará un día en que no habrá nada en tu mundo que no sea AMOR. Por más que estés en un planeta lleno de locos, ningún loco se te acercará a ti.

Éste es el sentido más elevado de la llamada Ley de Atracción.
Siempre hay una salida, pero esa salida siempre se encuentra a través del amor, y de ninguna otra manera. Eso define quién eres, lo que experimentas y lo que tienes: cuánto te amas. El amor incondicional es el camino y la meta. Que el sufrimiento jamás sea una opción para ti.

Saludos y luz,
Lic. Fernán Makaroff
liberate.uy/

domingo, 26 de febrero de 2017

La buena compasión


Mal aprendí de niño que la compasión significa sentir pena por la situación de otro ser sensible, sea humano o animal. Pero de adulto, resulta que no siento pena por nada ni nadie. No se me malinterprete, pues no es porque yo sea insensible y frío como el hielo, bien al contrario me tengo por una persona muy espiritual, sino porque creo en la capacidad de superación de todos los seres sean cuales sean sus circunstancias actuales, creo en su invulnerabilidad al nivel esencial y veo también las raíces del sufrimiento y su vacuidad o ilusión.

La verdad no es dolorosa, solo nos duelen nuestras interpretaciones de la verdad.

La buena compasión, la real, es otra cosa. 
No tiene que ver con la lástima o la pena sentida. La buena compasión no ve debilidad sino fortaleza, no ve desventaja sino potencial, no ve inferioridad sino igualdad. La buena compasión tiene que ver con ver la proximidad, la cercanía, la igualdad exacta y milimétrica del otro con uno mismo, la identificación exacta. Se basa en mirar la ignorancia causante del sufrimiento como un mal que se puede sanar. Y finalmente la compasión tiene que ver con dispensar la primera brizna de amor que acallará ese sufrimiento. O que, cuando menos, enseñará el modo de auto dispensarse amor para auto sanarse.

El sufrimiento es siempre innecesario y en última instancia una elección desacertada.
La compasión es una herramienta del budismo. Se entrega a los demás mediante la práctica del tonglen, dar y recibir. Y el bodichita que es aquel ser humano diestro en la compasión, que los hay aunque son anónimos. Ya vemos cómo una filosofía milenaria conoce a la perfección la práctica espiritual de la compasión y la incluye en las prácticas diarias de quienes siguen esa filosofía de vida. Nada nuevo pues bajo el Sol, pero sí extraño y raro en un mundo insensible como el nuestro de hoy, en Occidente.

Oriente mira adentro, Occidente afuera. ¿Adivinas dónde hay más patologías de angustia, depresión y neurosis?

Para practicar, elige al ser “menos merecedor” de compasión y percibe su ignorancia esencial, cómo sufre y por ello traslada ese dolor interno en los demás. Compadécete de su ignorancia, la misma que tú has sufrido antes, y aliéntale internamente -y en silencio- a revelar su sabiduría innata y a trascender sus miedos irreales. Una mirada, un silencio, una sonrisa o una palabra pueden bastar para que sane su dolor.

Estamos a un leve gesto de amor de la curación total de nuestros dramas.

Puedo practicar la compasión con cualquier persona que sufra por la causa que sea. Puedo hacer votos internos para erradicar del mundo el dolor interno. Puedo aprovechar cualquier encuentro para volverme más compasivo.

La buena compasión no puede entenderse hasta que no se ha experimentado.

Podría, por ejemplo, repetir como una afirmación positiva:
  • “Que yo y todos los seres se liberen del sufrimiento y de sus raíces”
  • “Que la felicidad y sus causas nos abrace a todos los humanos”
  • “Que yo y todos los demás no nos separemos de la gran felicidad vacía de sufrimiento”
O también podría entrenarme en el arte de la buena compasión con cualquier persona que se cruce en mi camino:
  • Despertando la compasión hacia mi mismo
  • Despertando la compasión hacia una persona
  • Despertando la compasión hacia una persona que me es indiferente
  • Despertando la compasión hacia una persona difícil o desagradable
  • Despertando la compasión hacia un enemigo o alguien que me lastimó
Definitivamente, la compasión no es lástima, ni un deber religioso, es amor incondicional en acción.

Raimon Samsó
Autor y Coach
www.raimonsamso.com






sábado, 25 de febrero de 2017

El cerebro tiene un botón de delete (borrar): aprende a usarlo


En los últimos años de investigación, neurocientíficos han empezado a entender que la complejidad con la que trabaja el cerebro para aprender nuevas cosas depende también de un proceso de eliminación de conexiones poco útiles. La metáfora que han empleado es la de una forma de jardinería neural, donde existen ciertas células que hacen un trabajo de cortar, por así decirlo, las hierbas malas, parásitos o excrecencias inservibles.
Este sistema de depuración que mayormente ocurre cuando se duerme o se descansa profundamente –como puede ser durante la meditación– ha sido comparado con un botón de delete o borrar que el cerebro emplea para crear espacio como si fuera una computadora que necesita memoria.
Se suele decir que las neuronas que se encienden juntas se conectan entre sí, esto explica cómo se refuerzan y robustecen los circuitos de aprendizaje en el cerebro y, en términos más coloquiales, por qué “la práctica hace al maestro”. Sin embargo, para verdaderamente catalizar la capacidad de aprendizaje es necesario también desaprender y eso significa de alguna manera desconectar ciertos circuitos, como si tuviéramos que desenredar cables para que fluya la energía o, para seguir con la metáfora del jardín, quitar enredaderas que plagan a las plantas. Las células que se encargan de esta actividad son llamas “microgliales” y se ha descubierto que trabajan destruyendo las conexiones sinápticas que no se usan mucho y que son marcadas con una proteína (C1q).
Esta actividad de depuración de conexiones sinápticas que obstruyen el aprendizaje ocurre al dormir, donde se ha observado que las células del cerebro llegan a encogerse hasta el 60% para que entren en acción las células gliales, que realizan este proceso de “podar el césped” o “desbrozar” para que tengamos espacio para pensamientos más frescos y luminosos y conectemos la información que es útil en ese momento.
Aunque esta limpieza ocurre de manera mayormente automática en el sueño, podemos influir en este proceso de borrar material inútil de varias formas. Una de ellas es evidentemente durmiendo bien, tomando siestas o meditando (llegando a estados de profunda relajación). Pero otra forma quizás más interesante es influyendo en qué conexiones son las que se ven etiquetadas en nuestro cerebro para que pase el jardinero y las corte
Como dice Juddah Pollack en Fast Company:
Si estás peleándote con alguien en el trabajo y le dedicas mucho tiempo a pensar en eso incluso cuando no estás con esa persona, y en cambio no piensas en ese otro gran proyecto, te convertirás en un superestrella sináptico de generar planes de venganza, pero en un pobre innovador. Para tomar ventaja del sistema de jardinería natural del cerebro, simplemente piensa en las cosas que son importantes para ti.

                                   ►“La única venganza es el olvido” (Borges)
Dejar de pensar en algo consistentemente es el equivalente a utilizar el botón de borrar. Así que reflexionemos en cómo cada pensamiento va moldeando nuestro cerebro y su capacidad de aprendizaje, de encontrar el espacio y el balance adecuado, como si estuviéramos criando un precioso bonzai.
Fuente: pijamasurf.com

viernes, 24 de febrero de 2017

Las emociones según la Medicina China

Las Emociones Básicas según la Medicina China están asociadas a cada uno de los órganos principales de nuestro cuerpo. ¿Sabías que puedes activar emociones presionando algunos puntos del cuerpo? Sabías que el desequilibrio de las emociones y un sistema nervioso alterado también provoca confusión, letargo, tristeza, depresión, incluso rabia e ira. Esto y mucho más nos enseña la Medicina Tradicional China.

Acupuntura

La Medicina Tradicional China (MTC) es una medicina holística tiene en consideración al ser humano como un todo, el cuerpo físico y las emociones, no sólo las deficiencias de los órganos también lo que sucede en el organismo, tanto en sus influencias internas como externas.

Las principales herramientas terapéuticas utilizadas en la MTC son: Acupuntura, fitoterapia, reflexología y masaje chino.

Sus pilares se fundamentan en la teoría de la energía yin y yang y los cinco elementos. Su premisa básica en que toda forma de vida del Universo es animada gracias a una energía denominada Qi. Sustancia fundamental de todo ser vivo y del cosmos.

La Medicina Tradicional China (MTC) además de definir las funciones propias de los órganos del cuerpo también establece las relaciones de las emociones con cada uno de ellos y su fluir natural a través de los meridianos o canales energéticos y explica como la falta de equilibrio entre ellas se expresa como enfermedades. Una manera maravillosa de entender como la energía de las emociones se complementan y transitan por nuestro cuerpo.

Para su rápida comprensión detallaremos los aspectos más comunes asociados a los principales órganos según la MTC
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Funciones del corazón

- Controla la afluencia de sangre y los vasos sanguíneos.
- Su esencia se refleja en la cara. Si la cara es sonrosada y húmeda nos indica que hay suficiente cantidad de energía y sangre en el corazón.
- Se refleja en la lengua.
Una lengua pálida indica insuficiencia de sangre del corazón.
Una lengua oscura y gris o con puntos rojos: estancamiento de la sangre del corazón.
Una lengua roja y con úlceras: hiperactividad o exceso de fuego del corazón.
Una lengua blanca y habla con dificultad: la energía del corazón es débil e insuficiente.
El corazón controla la mente, el espíritu, el pensamiento. Cuando aparece insomnio, mala memoria, delirio, confusión es que hay una alteración de la energía del corazón.
- El corazón controla el habla. Cuando se está muy alegre se habla muy deprisa, si hay demasiada alegría incluso se traba la lengua.

Funciones del pulmón

- Controla y distribuye la energía.
- Controla la piel y los poros.
– Se refleja en la nariz.
Si la energía del pulmón no es suficiente, la piel es seca.
Cuando el pulmón es atacado por el frío, se produce obstrucción nasal y pérdida de olfato.
- Psiquismo. La energía propia del pulmón es la serenidad, la quietud, la interiorización, mirar dentro de nosotros. Cuando la energía del pulmón se ve afectada aparece la tristeza y la depresión.
Cuando una persona presenta ronquera, mal olfato, eczema, tristeza, exceso de vello, sinusitis, etc, indica que la función del pulmón está afectada.

Funciones del hígado

- Almacenar y conservar la sangre. Regula la cantidad de sangre puesta a disposición de las distintas actividades del organismo. El hígado es el estratega que planea el conjunto de actividades del organismo.
Cuando la actividad muscular es intensa, el hígado cede parte de la sangre almacenada a los músculos. Si no cumple esta función aparecen calambres musculares, cansancio, menstruaciones cortas o ausencia de ellas.
-Controla músculos y tendones. Si el hígado está alterado aparecen temblores, contracturas o calambres, tics, dolores articulares y musculares, etc.
- Controla la visión y los movimientos oculares.
Si el hígado se debilita, la nutrición de los ojos será débil y aparecerá: ojos secos, visión borrosa, miopía, hipermetropía, etc.
- Su energía se manifiesta en las uñas.

Cuando el hígado está débil, las uñas son delgadas, frágiles, secas, deformadas y se astillan.
A nivel psíquico rige: la memoria inconsciente, la imaginación (el hígado es el Gran estratega), la iniciativa, ambición, deseo. Cuando su energía es excesiva aparece la ira.
Cuando está debilitado aparece falta de imaginación, falta de coordinación de las ideas, poca iniciativa y estados de ansiedad.
Está emparejado con la vesícula biliar, a quien corresponde el poder de decisión; es decir, el hígado crea el plan o estrategia y la decisión final corresponde a la vesícula.
Ambos mantienen relaciones tan estrechas que sus patologías se enlazan o a menudo se presentan contiguas obstaculizando a veces la claridad diagnostica.

Funciones del bazo

-Es el distribuidor de la sangre en todo el organismo. Si el bazo está afectado no puede poner en circulación los humores (sangre, linfa) y los miembros son privados de la energía de los alimentos.
Cuando está débil hay diarrea, la cara es amarilla, los labios pálidos y las extremidades están frías y sin fuerza.
- Función de ascender. Después de comer, la energía de los alimentos sube desde el estómago al pulmón y corazón a través del bazo.
En cambio, la función del estómago es descender. Si se altera esta función aparecen vómitos, náuseas y eructos, por el ascenso de la energía del estómago; y diarreas, hinchazón abdominal y ruidos intestinales por el descenso de la energía del bazo.
-Se manifiesta en la boca y en las mejillas.
Los labios rojos y brillantes indican que hay suficiente sangre y energía en el bazo.
Si el bazo es deficiente, los labios son pálidos y hay falta de apetito.
-Controla la sangre. Si la función del bazo es anormal habrá hemorragias, reglas abundantes o irregulares.
-A nivel del psiquismo tiene que ver con pensar y recordar. Si una persona piensa o se preocupa demasiado puede tener problemas digestivos.

Funciones del riñón

- Conservar la esencia vital. Toda la energía llega al riñón, que se encarga de almacenarla o distribuirla según las necesidades. Relacionado con la reproducción, crecimiento y desarrollo. Si su energía disminuye se produce envejecimiento prematuro, esterilidad y crecimiento lento.
A nivel psíquico está relacionado con la responsabilidad, determinación y fuerza de voluntad. Si su energía es débil habrá una voluntad débil.

Así mismo, el exceso de responsabilidad, perfeccionismo, exceso de trabajo físico o psíquico, excesos sexuales o cualquier otro tipo de exceso contribuyen a disminuir la energía del riñón y, por tanto, nuestra vitalidad.

La emoción relacionada con el riñón es el miedo. Un miedo prolongado puede acabar dañando la energía del riñón y apareciendo patología en las áreas que rige.

Al contrario, una deficiencia física del riñón puede dar lugar a estados de pánico y miedo.

- Genera las médulas y el cerebro, tanto la médula ósea, que origina los huesos y la sangre, como la médula espinal y el cerebro; es, por tanto, quien crea el sistema nervioso.

Es también el origen de todas las glándulas endocrinas productoras de las hormonas, como insulina, tiroxina, hormonas sexuales, etc.
También es responsable de la hipófisis, hipotálamo y glándulas suprarrenales.
-Controla el agua del organismo: regulación de líquidos, control de orina, control de los iones de la sangre.
- Proyecciones en el organismo: oído, huesos, cabello.
Cuando hay deficiencia de los riñones existirá fragilidad ósea, artrosis, disminución de la audición, sordera, caída de pelo, calvicie, caída de dientes, etc.

El Diagnóstico en Medicina Tradicional China

Es complejo y en él interviene la mirada diagnostica y evaluación de todos los sentidos del consultante.
-Se estudiará el color de la cara, la lengua (lugar donde se proyecta la energía de todos los órganos).
-Se estudiará la historia personal, su tono de voz, su actitud corporal, su fisiognomía, el gusto o rechazo por un determinado olor, color o sabor.
-Comienzan por tomar los pulsos y van organizando internamente el diagnostico.
Toman 12 pulsos, 6 en cada lado de la muñeca en cada mano evaluando los 3 pulsos mas profundos correspondientes a los órganos nocturnos, los 3 superiores relacionados con los órganos de mayor trabajo diurno.
Tratamientos
-En el tratamiento se utilizan diversas técnicas corporales que apuntan a reorganizar, equilibrar y armonizar las energías.
-Dependiendo del órgano base afectado se indicará:
El uso de la dietética específica para que el balance alimenticio que forma parte de la indicación terapéutica, “limpie” el organismo, barriendo las toxinas para lograr una depuración para el libre circular de la energía, pero y además se sugiere organizar las ingesta generales y futuras de forma sana y natural y como modo de vida.

Enfermedades, síntomas y lesiones internas debido a factores emocionales

En la Medicina Tradcional China (MTC) se reconocen siete factores emocionales o siete emociones básicas. Estos son: alegría excesiva, ira, tristeza, ansiedad, pena, miedo y espanto. En condiciones normales, las emociones son reacciones normales a los estímulos externos y no causan enfermedades.

Sin embargo, si la frustración emocional es muy abrupta, intensa, o persistente, rompiendo así la resistencia normal del individuo, entonces se pueden producir trastornos funcionales de los órganos Zang-Fu al verse alterarado el equilibrio armonioso del Qi y la sangre.

En dicho caso, las emociones se convierten en factores patógenos causantes de enfermedades y lesiones orgánicas. En cuanto a su patogénesis, los factores emocionales se originan en el interior del cuerpo y afectan directamente a los órganos internos correspondientes.

En cuanto a su fisiología, las actividades emocionales están estrechamente relacionadas con la manera en que funcionan los órganos internos, el Qi y la sangre. Las actividades de los órganos internos dependen de las funciones de calentamiento y movimiento del Qi y de la alimentación proporcionada por la sangre.

El Qi esencia de los cinco órganos Zang constituye la base material de las emociones. Al mismo tiempo, los trastornos emocionales tienen una influencia real sobre las actividades de los órganos Zang-Fu. Por ejemplo, unas buenas condiciones de trabajo hacen que la persona esté alegre y consecuente mente que haya armonía del Qi y de la sangre y, por consiguiente, no se enferman. Por otro lado, un ambiente de trabajo desfavorables puede causar frustración mental, lo que provoca enfermedad.

Desde el punto de vista patológico, las frustraciones emocionales severas indudablemente afectan a los órganos internos, creando trastornos en sus funciones y conduciendo a la enfermedad:
La ira provoca un flujo adverso del Qi de hígado, lo cual lleva la sangre hacia arriba. En dichos casos, pueden ocurrir disnea, enrojecimiento de la cara, ojos rojos, hematemesis o, en los casos más severos, desmayos.

Los estados de alegría excesiva provocan la dispersión del Qi de corazón. En condiciones normales, la alegría estimula la armonía del Qi y de la sangre y provoca relajación, pero la alegría excesiva, sin embargo, afecta negativamente al corazón, provocando la dispersión del Qi. Esto puede causar distracción mental u otros trastornos mentales más graves.

La tristeza puede conducir a la melancolía, lo que hace que el Qi se estanque. El resultado es la hipo-función del pulmón, la cual se manifiesta en un bajo estado de ánimo, dificultad para respirar y cansancio.

El miedo causa daños en el riñón, revirtiendo el flujo normal ascendente del Qi de riñón. Los síntomas resultantes incluyen la inhibición de la peristalsis intestinal y de la micción, dolor en la región lumbar, debilidad de las extremidades inferiores y emisiones nocturnas.
El miedo provoca una disfunción general del Qi. Se dice entonces, en la MTC, que el Qi del corazón “vaga sin rumbo, adhiriéndose a nada.”

Las manifestaciones clínicas incluyen una tendencia a sentir pánico, miedo e inquietud mental con suma facilidad. La ansiedad hace que el Qi de bazo se estanque, lo que causa fallos en las funciones del bazo de transporte de nutrientes y agua por todo el cuerpo.

Estos estados de ansiedad prolongada que provocan el estancamiento del Qi del bazo provocan una reducción en la producción del Qi y sangre, lo que resulta en una deficiencia de la sangre del corazón, manifestándose en forma de palpitaciones, amnesia, insomnio y/o sueño perturbado.
Una función débil del bazo, además, puede afectar al estómago, manifestándose en forma de falta de apetito, distensión abdominal, diarrea y heces blandas.

Nuevamente, lo que hay que subrayar aquí es que el cuerpo humano es un todo orgánico indivisible y el corazón es el órgano soberano de todos los órganos internos. “El corazón juega un “papel soberano entre los cinco órganos Zang y los seis órganos Fu” y debido a que el corazón es la “residencia del espíritu”, los cambios anormales en las emociones afectan primero al corazón y luego a los demás órganos.

La experiencia clínica demuestra que las alteraciones emocionales pueden dar lugar a trastornos funcionales de los órganos Zang-Fu cuando estas son muy bruscas o intensas. Tanto los factores emocionales como la predisposición constitucional de la persona determinan que órgano en particular se verá perjudicados y que cambios patológicos se manifestarán.

Consecuentemente, las anomalidades en las funciones emocionales pueden causar alteraciones en el Qi y en la sangre de los órganos Zang-Fu, las cuales a su vez, refuerzan y perpetúan dichas emociones.

Las alteraciones emocionales y del sistema nervioso, como por ejemplo las frustraciones, no sólo provocan nuevas dolencias, sino que también causan que las enfermedades crónicas ya existentes se agraven y, además, la excitación emocional intensa puede agravar el estado del paciente.

En un arrebato de ira, la presión arterial de los pacientes hipertensos se puede disparar causando mareos, coma repentino, hemiplejía o la desviación de la boca y los ojos. Además, los pacientes con enfermedades del corazón a menudo sufren ataques cardiacos debido a trastornos emocionales repentinos.

Aunque las emociones alteradas pueden dañar a todos y cada uno de los cinco órganos Zang, estas afectan principalmente al corazón, hígado y bazo.Debido a que el corazón controla la mente, su mal funcionamiento puede provocar palpitaciones, insomnio, sueño perturbado, inquietud mental, risa y/o llanto involuntario, manías, histeria, etc.

Los problemas del hígado a menudo conducen a trastornos como depresión, irritabilidad, dolor en el hipocondrio, suspiros involuntarios, sensación de globo histérico (bulto no existente) en la garganta, menstruación irregular, nódulos en las mamas o dolor y distensión en las mismas. Estas manifestaciones ocurren debido a que el hígado falla en su función de mantener el libre flujo del Qi.

El bazo controla el transporte y transformación de nutrientes. Por lo tanto, una disfunción del bazo da lugar a síntomas tales como falta de apetito, distensión y dolor en el estómago y diarrea.

Las emociones pueden afectar tanto a las funciones de un sólo órgano como a las de varios órganos de manera simultánea. Por ejemplo, elucubrar excesivamente puede perjudicar tanto al corazón como al bazo y provocar el consumo de la sangre del corazón e inhibir el transporte y la transformación de los alimentos y bebidas. Cuando la ira daña el hígado, el bazo con frecuencia también resulta dañado, dando como resultado una falta de armonía en ambos.

Otros factores que afectan las emociones y al cuerpo

Desórdenes alimenticios

La comida era conocida literalmente como “agua y grano” por los antiguos chinos. Son estos la fuente de las sustancias nutritivas de los cuales se derivan el Qi y la sangre y son indispensables para el mantenimiento de los procesos vitales. Unos hábitos alimentarios irregulares son un factor patogénico importante.

Se debe comer en cantidades adecuadas a intervalos regulares y tanto el exceso como la insuficiencia de alimentos puede causar enfermedades. Una alimentación inadecuada conduce a la malnutrición.

Un suministro inadecuado de materiales apropiados para la producción de Qi y sangre, lo cual resulta en un debilitamiento del funcionamiento de los órganos Zang-Fu y una merma de la resistencia corporal. Esto vuelve al cuerpo susceptible a la invasión de factores patógenos exógenos. Además, la ingesta excesiva de alimentos carga en demasía la capacidad digestiva del estómago y bazo.

La mala digestión provoca distensión y dolor gástrico y abdominal, pérdida del apetito, eructos, regurgitación ácida y heces fétidas. La sobre saciedad suele ser común entre infantes debido a los tiempos de alimentación irregulares y a la mayor debilidad de su sistema digestivo en comparación con el de los adultos.

Los alimentos sin digerir se acumulan y pueden transformarse en calor, mientras que los daños causados por la ingesta de comida fría favorece la acumulación de humedad y producción de flema.
Los alimentos contaminados o en mal estado pueden causar enfermedades gastrointestinales y parasitosis. Las primeras incluyen vómitos, diarrea o disentería, mientras que las segundas incluyen ascariasis, anquilostomiasis, enterobiasis y cestodiasis, pueden causar dolor abdominal, ansia por sustancias no naturales no alimenticias, emaciación y picazón en el ano.

Se debe adoptar una alimentación variada ya que esto garantiza que el cuerpo reciba todos los nutrientes vitales necesarios. Las preferencias y gustos personales a menudo limitan la variedad de alimentos que tomamos, lo que da lugar a estados de desnutrición y desequilibrio del Yin y el Yang en el cuerpo, y enfermedades como el raquitismo, ceguera nocturna, etc.

El consumo excesivo de alimentos crudos o fríos podría provocar daños al estómago y bazo. La humedad-fría endógena puede provocar dolor abdominal y diarrea.

La comida picante y el alcohol en exceso pueden producir flema endógena, lo que en consecuencia provoca estancamiento del Qi y la sangre. Los síntomas asociados en este caso son hemorroides hemorrágicas, úlceras y forúnculos.

El exceso de esfuerzo físico y la falta de ejercicio

El esfuerzo físico normal y el ejercicio son buenos para el Qi del bazo y el estómago, o para promover el flujo del Qi y la sangre y el desarrollo físico. El descanso adecuado puede aliviar la fatiga y recuperar la energía física y mental.

El esfuerzo físico o mental excesivo, o el abuso del sexo, o, por el otro lado, la falta de actividad física o de ejercicio, puede causar enfermedad. El esfuerzo físico excesivo agota el Qi y la sangre y causa debilidad general, enflaquecimiento extremo, sudoración espontánea, etc.

La tensión mental excesiva afecta al corazón y al bazo, lo que resulta en un agotamiento de la sangre del corazón y del Qi del bazo, lo que puede causar palpitaciones, falta de memoria, insomnio, sueño perturbado, falta de apetito, distensión abdominal y diarrea.

La actividad sexual excesiva debilita la esencia y el Qi del riñón. Esto causa endeblez general, dolor y debilidad en la región lumbar y rodillas, mareos, tinnitus, lasitud, disminución de la libido, emisiones nocturnas, eyaculación precoz e impotencia.

El ejercicio físico inadecuado puede resultar en el bloqueo del Qi del bazo y del estómago y la reducción de la producción de Qi y sangre. Las manifestaciones comunes son pérdida de apetito, cansancio y debilidad en las extremidades, apatía, flema y retención de humedad, obesidad, falta de aliento, sudoración espontánea y otros trastornos secundarios.

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